Celebran el 63 aniversario de la Revolución Cubana

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El pasado 5 de enero, en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile, se efectuó el acto de conmemoración, organizado por el Movimiento de Solidaridad con Cuba, con asistencia de diplomáticos, dirigentes políticos y sociales, colectivos de solidaridad con la isla y gran número de amigas y amigos de Cuba. En la oportunidad, hubo un discurso del convencional constituyente, Hugo Gutiérrez.

Hugo Gutiérrez. Convencional constituyente, ex diputado, abogado de derechos humanos. 07/01/2022. Cuba nombre de valentía, voluntad, arrojo y revolución. Pero, sobre todo, ejemplo de soberanía y libertad. Sí, libertad. Porque Cuba fue grito, brazo y triunfo para la liberación nacional de los pueblos del mundo. Desde el Caribe y América Central, pasando por África, Asia, Europa, hasta América del Sur. Un pequeño país, pero con una de las historias más grandes del siglo XX y una hazaña antimperialista única en el mundo.

Después de la implosión del socialismo europeo, Cuba resistió, fue el faro de esperanza que mantuvo el mundo en un rincón del planeta, primero la bipolaridad y luego, ya, en la multilateralidad que se abre paso. El ejemplo de que era posible vivir de una forma distinta al capitalismo hizo realidad la emergencia de la primera oleada progresista en América Latina: Argentina, Venezuela, Brasil, Bolivia y Uruguay lograron conformar una avanzada progresista y de izquierda gracias a la altura moral del pueblo cubano que mostró que otro mundo era posible.

Después de la insufrible pausa neoliberal, hoy vemos como esa oleada vuelve gradualmente y Cuba sigue allí. Cuba debe seguir resistiendo en procura de la consolidación de esta segunda oleada de izquierda y progresista en América Latina. La tarea será inmensa para conformar un bloque económico y de integración política que sostenga y asegure la libertad y la soberanía nacional de nuestros países que, a su vez, permita el encadenamiento económico de las Américas y El Caribe con plena autonomía de EE.UU. y en una relación armoniosa con potencias como China y Rusia, más otras bien portadas de esa Europa progresista y solidaria.

El año recién pasado sin duda ha sido un periodo difícil para los cubanos y cubanas, el imperio y las agencias derechistas han hecho de todo para financiar, armar, falsear y golpear a la isla de la libertad y la soberanía. El apuro del imperio pasa por impedir la continuidad del socialismo cubano antes que la izquierda se vuelva a consolidar en el continente. Lo mismo con la hermana Nicaragua y con Venezuela. El objetivo del imperio es contener la segunda oleada de izquierda en América sin la materialidad del ejemplo de la revolución socialista en un estado ni, tampoco, en la boca. El imperio se conforma con gobiernos de izquierda impotentes, estériles, moderados o mejor dicho timoratos. Pero para que eso ocurra, el socialismo cubano debe dejar de existir. Por eso la resistencia del pueblo cubano y la solidaridad de los pueblos de América es una batalla estratégica para la lucha por el socialismo y la liberación nacional en el continente. Sin Cuba, ya hace rato la palabra Revolución hubiese desparecido de nuestra boca. Hoy se oculta, se susurra, pero a pesar de los vacilantes y avergonzados, no desaparece. Revolución, libertad y socialismo son una triada inseparable.

El imperio y los estados capitalistas, se han apropiado de las palabras “democracia” y “libertad”, como si éstas fueran preexistentes o anteriores a las posiciones ideológicas. Asépticas, como quieren que sea la nueva izquierda. Lamentablemente, la ausencia de una academia crítica y militante y el rol de la academia entreguista y cipaya ha colaborado mucho en ello.

La libertad del capitalismo es una libertad engañosa. Una apariencia. ¿Qué libertad puede existir con 10 o 12 horas diarias de trabajo? ¿Con una deuda hogar del 80%? Aquellos que solamente son dueños de su tiempo libre se ven obligados a ofrecerlo en el mercado para poder ofrecer subsistencia a ellos y sus familias. No hay tiempo para los hijos, las hijas, el deporte, el ocio, o la libertad de hacer lo que se plazca, cuando se plazca. No hay libre disposición del tiempo. Matarse trabajando para trabajar matándose. Cuando las personas deben vender horas de libertad para pagar la educación, la salud, la vivienda o tener acceso a derechos sociales, de ¿qué libertad estamos hablando? Y no me refiero a que la gente quiere todo gratis, sino que acceder a eso no signifique que la vida se nos vaya en ello. Por eso la planificación colectiva, el cooperativismo, el asociativismo, el estado, ofrece la posibilidad de ejecutar una coordinación social tal que el trabajo implique un costo de tiempo sensato y proporcionado con la realización de otras actividades y de acceso igualitario a derechos económicos, sociales y culturales. Esa es la verdadera realización individual. Lo otro es una mentira. El libre acceso a la diversificación de bienes, más allá de lo necesario y lo prudente, la mal llamada libertad económica, nos está llevando al despeñadero climático y ambiental, deteriorando la condición humana y la vida en el planeta.

La irracionalidad del consumo exagerado e ilimitado, la mercantilización de las relaciones sociales, la continuidad y acrecentamiento de monopolios y la consolidación de las plutocracias vulneran cualquier seria acepción de libertad, la explotación humana en favor de la tasa de interés. Capital mal habido siempre. No hay origen del capital si no hay esclavitud: Trabajo, Especulación, Robo…las únicas tres formas de generar capital. No hay otra. En consecuencia, ¿una libertad basada en una contravención es posible llamarla libertad? No hay nada más totalitario que pensar y hacer pensar a los otros que la única democracia política solo puede existir donde impera el liberalismo económico. Un dogma de fe. Asimilar el mercado a la sociedad es un reduccionismo que no podemos consentir. La libertad de mercado es la que mata la libertad de la sociedad, tal como la luz de una lampara mata a una mariposa nocturna.

Reconocemos que la estadolatría tampoco es el camino y que la seguridad en nombre de la libertad y la soberanía nacional es más una condición impuesta que un deseo militante. Ha sido el imperio y los grandes capitalistas los que impiden, una y otra vez, la realización pacífica de la otredad económica sin asedios, sin conjuras y sin sediciones. No han dejado que el socialismo se realice y experimente en libertad. El socialismo, más aún el cubano, siempre ha estado bajo amenaza. Lo han obligado a una permanente dinámica de guerra. Y obviamente, hay que defenderse y garantizar la soberanía. ¿Por qué no dejan que el socialismo se realice en libertad? Porque saben que funciona y temen que se propague.

Este año de asedios, Cuba salvó su socialismo, y el socialismo salvó a Cuba. La autonomía sanitaria e inmunológica de un país como Cuba solo fue posible porque la realización del socialismo. El valor de la vida y la ciencia permitió la invención de tres vacunas. Si eso no es libertad, ¿qué es? Mientras el resto del mundo se hipoteca con los consorcios internacionales. Si eso no es hipotecar la libertad y la soberanía ¿Qué es?

El capitalismo y su concepto de falsa libertad se basa en la expropiación de las condiciones de existencia, cuando no han dejado nada fuera del mercado, nos engañan con esa mal llamada libertad. La republica liberal esconde esa artimaña. Porque nos ofrece supuestos derechos civiles y políticos, pero no asegura la subsistencia. Gozan de derechos solo quienes pueden subsistir. Y quienes lo logran, no lo hacen en condiciones de libertad sino más bien en similitud al perro de Pávlov.

En estos 63 años de Revolución Cubana debemos trabajar continentalmente para que el año 2022 sea el año de la Libertad Auténtica, la Libertad Soberana. Recorrer cada barrio, pueblo, región y continente. Arrebatarles el monopolio de la libertad a sus cancerberos. La libertad es un concepto potente y aglutinador, por eso debemos salir al paso, difundir y confrontar libertad capitalista v/s libertad socialista. Que los pueblos elijan.

No debemos dejar que nos quiten y saqueen Cuba, no debemos dejar que nos desposean de la Revolución. No debemos dejar de hablar de Revolución y menos, por acomodo, falsas y chantajistas gobernabilidades, dejar de hablar del horizonte socialista, porque la Revolución es Socialismo. Debemos consolidar la defensa de Cuba para consolidar la segunda oleada de izquierda y progresista con una perspectiva ética y humana cuyo horizonte estratégico sea el socialismo. Sino el retroceso está a la vuelta de la esquina.

Patria o Muerte, ¡Mil veces Venceremos! Y decimos Patria o Muerte porque amamos la vida del otro, la amamos tanto que estamos dispuestos a sacrificar la propia, porque como decía Cristina Fernández “la Patria es el otro”, la otra.

¡A cumplir, a cumplir, a cumplir!

¡Viva Fidel!, ¡Viva el Che!, ¡Viva el Pueblo Cubano!

¡Viva el Socialismo!