La ministra, la diputada y la dirigenta social participaron en el foro “Mujeres y política, el asedio conservador en la lucha ideológica” en el marco de la Fiesta de los Abrazos y abordaron temas del feminismo y la participación de las mujeres en los ámbitos político y social.
Ana María Olivares. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 18/01/2024. El pasado domingo, durante la Fiesta de los Abrazos, la Comisión Nacional de Género del Partido Comunista organizó el foro “Mujeres y política, el asedio conservador en la lucha ideológica”. Participaron la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, la diputada por el Distrito 9, Karol Cariola, y la dirigenta de Autoconvocadas de Macul, Catalina Jiménez. Moderó el encuentro la periodista y actual consejera regional del Gobierno Metropolitano de Santiago, Danae Prado.
Catalina Jiménez: “Vamos a disputar el monopolio del discurso conservador que se toma la seguridad como suya”.
La primera en tener la palabra fue la dirigenta Catalina Jiménez de Autoconvocadas de Macul, quienes trabajan por un feminismo popular hace ya casi cuatro años, cuando surgieron como agrupación al alero de la revuelta social de 2019.
Han vivido diferentes impactos tras los cambios ocurridos en el país, pero han podido sostener su organización territorial feminista persistiendo en los espacios de diálogo. Decidieron “no insistir en las intransigencias entre nosotras, sino que más bien respetando la pluralidad de voces que tenemos como organización” señaló.
Los desafíos concretos que tienen en este período son los derechos sexuales y reproductivos y, junto con ello, plantearon disputar “la violencia de género que hay en las calles. Vamos a disputar el monopolio del discurso conservador que se toma la seguridad como un discurso apropiado”.
Para Jiménez el conservadurismo no opera solamente a nivel de la derecha, sino que también en ámbitos sociales y al interior de los municipios llamados feministas como el de Macul, donde han dado la lucha por la tener una Casa de la Mujer y obtener más representatividad social, política y laboral.
Karol Cariola: “El capitalismo está en contra de los seres humanos y, por ende, también está en contra de nosotras”.
La diputada del distrito 9 de la Región Metropolitana, Karol Cariola, partió su intervención citando a la filósofa feminista del siglo XX, Simone de Beauvoir: “Basta una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquirido y debemos permanecer vigilantes para toda la vida”.
Cariola señaló que esa frase da cuenta de lo que hoy vivimos como sociedad, donde las fuerzas conservadoras de derecha y ultraderecha ejercen mayor poder, exacerbando la necesidad de arrebatar los derechos adquiridos por las mujeres porque son una amenaza para ellos.
“El capitalismo está en contra de los seres humanos y, por ende, también está en contra de nosotras y busca todas las formas de dominación. Nosotras hemos vivido la dominación durante muchos años, hemos vivido la explotación durante muchos años y hemos vivido la exclusión durante muchos años y sabemos lo que significa. Por eso es que concibo el feminismo como un proyecto político que busca la transformación de la sociedad en su conjunto, que es anticapitalista, que es antiimperialista, que está por la paz, que tiene perspectiva de clase y que por supuesto, busca construir una sociedad con mayores oportunidades y derechos para todos y todas y no solo para todas”, explicó.
Uno de los ejemplos citados por la diputada es la Ley de Cuotas, donde la derecha esgrime que las mujeres deben llegar a los cargos políticos por méritos y no por una ley. “Las capacidades están, pero se nos han negado los espacios y eso no es una casualidad, es parte de la relevación del patriarcado a un rol determinado que es conveniente a las lógicas de explotación que ya mencionaba anteriormente. Lo mismo cuando hablamos del rol de las mujeres en el mundo del trabajo, en el movimiento sindical, en el movimiento feminista que ha ido abriendo puertas y caminos para que precisamente la igualdad de derechos y oportunidades sea la tónica y no la excepción”.
La crítica se extendió también a la izquierda: “En la izquierda, en la centroizquierda, en el progresismo -si lo queremos ver en un ámbito más amplio- también existen profundos sesgos machistas y, lamentablemente, esa es una realidad que no hemos terminado de enfrentar. He escuchado compañeros de izquierda decir que el feminismo se reduce a un movimiento de mujeres y están muy equivocado. El feminismo es mucho más que eso. El feminismo es un proyecto social, político de transformación también económica, que apunta directamente en contra del corazón del capital”.
Finalmente, la parlamentaria hizo referencia a la fundación de la Internacional Feminista realizada en México en abril del año pasado, donde fue una de las protagonistas: “Si el capitalismo actúa en red desde todos los rincones del mundo, nosotras lo vamos a combatir en red desde todos los rincones del mundo, porque queremos que se caiga y queremos que sea ahora”, sostuvo.
Antonia Orellana: “Tenemos que preguntarnos qué cosas les queremos dejar a las niñas y niños de 7 generaciones más allá”.
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, se refirió a las formas que ha tomado la derecha y ultraderecha conservadoras para avanzar en todo el mundo. La forma en que articula “fondos financiamiento para el trabajo territorial, para el trabajo de comunicaciones desde las iglesias pentecostales estadounidenses en su trabajo con los antiderechos”.
Para Antonia Orellana el sector conservador ha ocupado la “incertidumbre global como arma y como una daga en el corazón de las personas, respecto a sus esperanzas, a sus expectativas de vida. Álvaro García Linera (teórico marxista boliviano) señala que hay una crisis de horizonte, en el que hoy las personas no pueden, más allá de un par de meses, predecir qué es lo que va a ser de sus vidas”, ante lo cual, la receta de esos sectores es “volvamos a lo conocido”.
En esta incertidumbre, manifestó que también colaboran “los efectos de las transformaciones que hemos impulsado, porque son también un elemento que provoca la desestabilización de las estructuras tradicionales de familia, por nuestros propios avances. La ley de divorcio, de filiación y las tres causales (para interrupción voluntaria del embarazo) por ejemplo”.
“Las mujeres en Chile fueron capaces de ganar el voto cuando no había ninguna mujer diputada. De ahí para adelante, todo es cancha abierta -señaló Antonia Orellana-. Todas esas conquistas en Chile y en el mundo han puesto en jaque el orden de la sexualidad y la reproducción”.
Sin embargo, afirmó que también, a pesar del avance, hay frustración con el sistema político y económico y es allí donde también se sostiene la crisis de legitimidad de las instituciones, que tiene un componente especial en las mujeres respecto a la frustración de las expectativas de llevar más de 80 años con supuesta igualdad jurídica, que no se traduce en igualdad material.
Otra de sus reflexiones se dirigió a los hombres y se preguntó “¿Quiénes son los principales votantes hoy de la ultraderecha a nivel global?” Comentó que en los últimos años los hombres jóvenes se han inclinado por temas conservadores y además han votado por la ultraderecha en distintos lugares de Latinoamérica y el mundo. “Lo vemos también en nuestro país: el último resultado de la encuesta de juventud desde el INJUV (Instituto de la Juventud) es espeluznante por primera vez en tres décadas. Crece la aceptación en hombre y mujeres, pero sobre todo en hombres, que la violencia es una forma de resolver conflictos en la pareja” comentó.
Al respecto señaló que el año pasado realizaron jornadas de educación no sexista en más del 90% de las escuelas públicas del país, desde séptimo básico en adelante. Tuvieron una cobertura de 600 mil personas, incluyendo apoderados y apoderadas y comunidades educativas trabajadores de la educación. Esas jornadas revelaron que existe esa crisis de la masculinidad donde los chicos no quieren ser cómo sus abuelos pero no saben lo que quieren ser.
“Cuando se es chico, se está abierto a soluciones binarias y simples” dijo la Ministra Orellana, para explicar que allí es donde el discurso conservador cae muy fácil y hay que prestar atención porque “cuando eso se cristaliza en una fuerza social a largo plazo, como ha pasado en otros países, es porque estamos en problemas”.
Finalmente, señaló que hay que cuidar y valorar los espacios internacionales y hay que sostener los tratados internacionales que fueron fruto de luchas sociales, porque cuando hay problemas son éstos espacios los que permiten tener mecanismos de reclamación.
“Necesitamos avanzar con la convicción de que ya transformamos alguna vez las cosas, las estamos transformando en el día a día las mujeres en su cotidianidad y, por lo tanto, podemos seguir haciéndolo. Tenemos que preguntarnos qué cosas les queremos dejar a las niñas y niños de 7 generaciones más allá, tal como hicieron en algún momento las primeras mujeres que pelearon por el voto femenino” finalizó.