Annie Ernaux, obra y sentido de la Premio Nobel de Literatura

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“Se trata de una narrativa que carece de concesiones, escrita en un lenguaje simple, limpio, llano, descarnado. Ha logrado algo admirable y perdurable”. La marca de una narrativa intimista, feminista y generacional. Ha dicho que su estilo es escritura plana (écriture plate), con un enfoque muy objetivo de los sucesos, sin descripciones extravagantes ni emociones arrolladoras.

Agencias. Estocolmo. 07/10/2022.  La escritora francesa de 82 años Annie Ernaux, obtuvo este año el Premio Nobel de Literatura. Es la primera narradora de esa nacionalidad en recibir el máximo reconocimiento a las letras.

La Academia Sueca informó que la eligió por la valentía y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los distanciamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal.

Al recibir la noticia, la autora de obra esencialmente autobiográfica dijo a la televisora sueca SVT que el reconocimiento es un honor, pero también es una gran responsabilidad, aludiendo a una necesidad de brindar un testimonio de justicia respecto del mundo. El premio está dotado con 10 millones de coronas (unos 911 mil dólares).

Profesora de literatura en la Universidad de Cergy-Pontoise (suburbio de París), Ernaux, quien se identifica con la ideología de izquierda, ha publicado una veintena de obras, en las que analiza la lucha de clases y la pasión amorosa, temas que han marcado su vida de origen humilde.

La nueva Premio Nobel de Literatura nació en Lillebonne en 1940. Hasta sus 10 años vivió en el pequeño café que administraban sus padres, un lugar sucio, feo, vomitivo, en Yvetot, pequeño pueblo sin historia en Normandía.

Dejó ese ambiente popular gracias a sus estudios y a un título en letras modernas. Se inició como escritora con “Los armarios vacíos” (Les armoires vides) en 1974, novela de tono áspero y violento en la que la protagonista describe con rabia los dos mundos incompatibles en los que se desenvolvió la autora cuando fue adolescente: por un lado la ignorancia, la zafiedad de los clientes borrachos del café, la estrechez mental de sus padres y, por otro lado, la facilidad, la ligereza de las chicas de clases más acomodadas con las que convivió en la escuela.

Las obras de Ernaux giran en torno a ese pasado familiar. Por ejemplo, describe lo que considera una traición respecto de sus padres en “El lugar” y “Una mujer”, ambas de 1988. Destacó su narrativa también en “Pura pasión” (1992), “El acontecimiento” (2000) y “Los años” (2008). Destaca asimismo su relato “El acontecimiento”, de 2000, sobre el drama de un aborto clandestino que sufrió en 1963, historia que fue llevada al cine con éxito el año pasado.

Es con “Los años” que consigue evocar el destino de toda su generación, la de los hijos de la guerra marcados por el existencialismo de la posguerra y luego, en los años 60, por la liberación sexual. A través de la evocación de objetos, palabras, canciones y hasta emisiones de televisión, logra reencarnar esa época accidentada.

Ernaux ha dicho que su estilo es escritura plana (écriture plate), con un enfoque muy objetivo de los sucesos, sin descripciones extravagantes ni emociones arrolladoras.

“No me considero para nada un ser singular, sino una suma de experiencias, también de determinaciones, sociales, históricas, sexuales, de lenguajes, continuamente en diálogo con el mundo” dijo en alguna ocasión.

La escritora ha mencionado que una de sus modelos es la filósofa feminista Simone de Beauvoir, de quien toma prestada esa atención cuidada a los detalles que jalonean su vida, como se puede leer en “La vergüenza” (1997), sobre su pérdida de la virginidad, o en “El acontecimiento”; en “La mujer helada” (1981), donde aborda el fracaso de su matrimonio, o en L’usage de la photo (2005), acerca de su experiencia de un cáncer de seno.

Con su prosa cristalina, como la describen los críticos, Annie Ernaux formaba parte de los favoritos para recibir el Nobel en los círculos literarios, pero ella aseguró que este premio ha sido una gran sorpresa.

El presidente del Comité Nobel para el premio de literatura, Anders Olsson, dijo al presentar la obra de la galardonada que “se trata de una narrativa que carece de concesiones, escrita en un lenguaje simple, limpio, llano, descarnado. Ha logrado algo admirable y perdurable”.

Su libro más reciente, Le jeune homme, se lanzó a principios de mayo con Gallimard, su editorial de toda la vida.