Manuel García: Los dominios de un secreto

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Palabras en la entrega al trovador chileno de la Medalla Conmemorativa por el 50 Aniversario de la Nueva Trova, otorgada por el Instituto Cubano de la Música. Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 22 de septiembre de 2023.

Fidel Antonio Orta. Poeta. “La Jiribilla”. La Habana. 9/2023. Hace veinte años, exactamente veinte años, tuve mi primer intercambio de palabras con el artista que hoy homenajeamos. Por aquel entonces, la persona que conversaba conmigo no era el “Caminante” de la actualidad, sino un tímido o casi tímido trovador chileno, que poco tiempo después entraría a los Estudios 380 de Santiago de Chile para grabar su primer álbum en solitario.

Sobre el disco en cuestión, que en la práctica nos unió para toda la vida, el propio Manuel escribió: “Con ocho años y una guitarra comencé a sentir los primeros latidos del trovador. Algo que luego, entre desvelos y misterios, se fue convirtiendo en mi gran secreto. Tan así de inmenso que hoy, por fin, deseo compartirlo. Pero ese sueño me produce pánico…”.

“Pánico” fue el título del álbum. Y debo decir, haciéndole honores a la verdad, que tuvo una repercusión de multitudes. Los críticos más avezados lo ubicaron entre los mejores cincuenta discos que recuerda la historia de la música chilena. Pero Manuel, no obstante las reiteradas ovaciones, continuó siendo el mismo hombre de siempre: mágico (por la poesía), virtuoso (por la música) y valiente (por su constante apego a la causa de los más humildes).

Esta última virtud, que también lo hace digno, ha estado presente en sus diez producciones discográficas posteriores, algo que lo singulariza y enaltece, entre otras cosas porque estamos viviendo tiempos de olvidos, mediocridades y cobardías. Sin embargo, contra viento y marea, Manuel está en Cuba, nada más y nada menos que en Cuba, la misma Cuba que él había soñado miles de veces.

Deseo agradecerle a la Casa de las Américas que me haya elegido a mí para decir estas palabras de elogio, que de igual manera son palabras de abrazos multiplicados; pues estamos frente a un hombre-artista, frente a un artista-hombre, que no teme decir en cualquier parte: José Martí, Fidel Castro, Revolución Cubana…Frente a un artista-hombre que no teme decir: Ernesto Che Guevara, Salvador Allende, Unidad Popular… Frente a un artista-hombre que lleva consigo la silueta de sus coterráneos detenidos desaparecidos…Frente a un artista-hombre que continúa condenando el golpe militar fascista de 1973…Frente a un artista-hombre que, en cualquier parte, y sin titubeos, evoca la solidaridad de Cuba para con su pueblo…Frente a un artista-hombre que fue capaz de escribir una canción titulada “El viejo comunista”. Frente a un artista-hombre que, en el año 2012, ante las cámaras de televisión, tuvo la entereza de advertirle al Presidente de Chile: …los estudiantes no lo dejarán dormir porque usted no los deja soñar”.

Aunque le han otorgado premios y reconocimientos de los más variados tipos, que hoy reciba en esta sala la Medalla Conmemorativa 50 Aniversario de la Nueva Trova tiene para él, y de eso estoy seguro, un especial significado, dado que ese movimiento cultural fue, y sigue siendo, una de sus principales referencias artísticas, unido al legado que le dejaron Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Víctor Jara, Patricio Manns, Illapu, Inti-Illimani y Quilapayún.

Manuel García, en pleno siglo XXI, es un compendio actualizado de todas esas referencias artísticas. De ahí que alguien, incomprendido en su pesar, podría preguntarse: si los inteligentes no están de moda, ¿cómo es posible que pueda ocurrir algo así?, ¿serán acaso los dominios de un secreto? Termino mis palabras con una posible respuesta:

Hace la noche su entrada
borrando solares huellas
de plenilunio y estrellas
de pensativa mirada.

Cuando en soledad callada
todo nos parece muerto,
rompe de pronto un concierto
llamándonos a la vida:
sobre la tierra dormida
canta un ruiseñor despierto.

Fotos: La Jiribilla.