Un texto ahora desclasificado señala que “los planes de los oficiales de la marina para desencadenar una acción militar contra el gobierno de Allende xxxxxxx (texto tachado) cuentan con el apoyo de algunas unidades clave del Ejército xxxxxxx (texto tachado). La Armada también cuenta con el respaldo de la Fuerza Aérea y de la policía nacional”.
Santiago. 26/8/2023. Siguen abundando datos de que la Armada jugó un papel de primera línea en el derrocamiento del Gobierno de la Unidad Popular y que en el plan golpista participaron el Ejército, la Fuerza Aérea y Carabineros, violando la Constitución.
Como ocurrió con anterioridad con otros documentos y testimonios, nuevamente la desclasificación de antecedentes confidenciales contenidos por organismos de Estados Unidos, permite esclarecer situaciones que ocurrieron en torno del golpe de Estado de 1973.
El gobierno de Estados Unidos (EU) desclasificó documentos, que tienen que ver con informes que se le hicieron llegar al entonces presidente Richard Nixon sobre las operaciones sediciosas y el día del derrocamiento del Presidente Salvador Allende. Esta vez se trató de dos reportes desclasificados.
La documentación llegó a Chile a través de la embajada de EU y desde ahí se indicó que “nos mantenemos comprometidos en trabajar con nuestros socios chilenos para intentar e identificar fuentes de información adicionales de modo de aumentar nuestra conciencia sobre eventos de alto impacto ocurridos a lo largo de la historia que compartimos y fortalecer aún más la importante relación entre nuestros dos países”.
La evidencia
Un texto ahora desclasificado señala que “los planes de los oficiales de la marina para desencadenar una acción militar contra el gobierno de Allende xxxxxxx (texto tachado) cuentan con el apoyo de algunas unidades clave del Ejército xxxxxxx (texto tachado). La Armada también cuenta con el respaldo de la Fuerza Aérea y de la policía nacional”, en alusión a Carabineros.
Esa parte del reporte deja clara la intención golpista de las Fuerzas Armadas (FFAA), sobre todo a partir de mandos de la Armada.
El documento del 8 de septiembre señala: “Se han recibido varios informes de Chile que indican la posibilidad de un pronto intento de golpe militar”. “(Texto tachado) Los disturbios se centran en la marina, cuyo personal ha estado nervioso por el inminente nombramiento de un nuevo jefe de servicio. Un hombre de la Marina que conspira para derrocar al gobierno ahora reclama el apoyo del Ejército y la Fuerza Aérea”.
La desclasificación permite saber que en la embajada de EU y los círculos en torno de ella no existía, en todo caso, información totalmente segura. “No hay evidencia de un plan de golpe coordinado de tres servicios. De hecho últimamente hemos estado hablando xxxxxxx (texto tachado) de formas de construir unidad entre servicios con miras a aumentar la influencia de los militares en el gobierno. Si los jefes de la marina actúan con la creencia de que automáticamente recibirán apoyo de los otros servicios, podrían encontrarse aislados”.
Los informes elaborados por funcionarios estadounidenses apuntan a que “también hay indicios de que oficiales navales podrían estar planeando acciones antigubernamentales conjuntas con militantes civiles opositores al régimen. El movimiento de extrema derecha Patria y Libertad ha estado bloqueando carreteras y provocando enfrentamientos con la policía nacional, aumentando la tensión causada por las continuas huelgas y los movimientos políticos de oposición”.
Aunque ya aparecieron voces indicando que referencias a Salvador Allende dan cuenta de un análisis no del todo asertivo en esa época, se constató en el texto problemas o confusiones respecto a las FFAA. Un contenido apunta a que el “Presidente Allende xxxxxxx (texto tachado) temprano esta semana xxxxxxx (texto tachado) Dijo que creía que las fuerzas armadas pedirían su dimisión si no cambia sus políticas económicas y políticas. Planteó la perspectiva de un ‘enfrentamiento armado’ entre sus seguidores y los militares. Allende dijo que sus partidarios no tienen suficientes armas para prevalecer en tal evento y que no es bueno tratar de distribuir más armas ahora, ya que los militares no lo permitirían. La única solución es ‘política’”.
En un documento se lee que “Allende parecía estar tratando de convencer a xxxxxxx (texto tachado) de que la situación es grave y requiere un manejo cauteloso, y que algunas retiradas políticas tácticas pueden ser necesarias. Le preocupan las sostenidas presiones de la oposición contra él y, especialmente, las intenciones de los militares”.
En todo caso, para algunos analistas la información conocida ahora, en el marco de los 50 años del golpe de Estado, no ofrece nada realmente nuevo, pero ratifica el comportamiento golpista de mandos militares y el seguimiento que hacían entidades de Inteligencia y diplomáticas de Estados Unidos en 1973.