NOTAS DEL REPORTEO. El asunto no es de tonos

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Lo que está sobre el tablero son propuestas muy sensibles que abren una disputa sobre el país y la sociedad a la que se aspira. Ahí está el verdadero nudo. Entre oficialismo y oposición hay una diferenciación profunda sobre qué hacer en pensiones, tributación, salud, si optar por el continuismo o hacer modificaciones estructurales. Cuando todo eso ocurre, suele suceder que la conversación política se crispa, se tensa, se vuelve altamente compleja. Y es mucho más difícil desatar los nudos.

Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 18/8/2023. 1.-Es cierto que la conversación entre las actorías políticas está ríspida, dura y tensa como se reconoció desde el oficialismo y la oposición. En varias vocerías y notas de prensa se repitió que hay “un problema de tono” en el diálogo político. ¿Pero realmente radica ahí el tema central, el más importante? ¿El problema es de los tonos?

2.-Parece que no, que lo crucial son los temas/proyectos puestos sobre el tablero. Materias, por lo demás, estratégicas, claves, que involucran no sólo a la política, sino poderes financieros/económicos/empresariales, concreción real de derechos sociales y análisis/votaciones de fondo en el Legislativo. Así las cosas, más que tonos, son contenidos en disputada los que cruzan el escenario, en áreas como la reforma de pensiones, el pacto fiscal, la mejora en el sistema de salud, avance en seguridad pública, superación del déficit habitacional y gratuidad en educación, entre otros. Ahí radica el nudo. Y en lo sustancial, no hay acuerdo/consenso entre el Gobierno y fuerzas del oficialismo con la oposición, los gremios empresariales y las industrias privadas/trasnacionales de pensiones (AFP) y salud (Isapres).

3.-La reunión del Presidente Gabriel Boric y varios y varias de sus ministras con representaciones de Chile Vamos dio cuenta de “un cara a cara” que las partes reconocieron franco y sincero, pero también duro y tenso. Al final, el valor que se rescató es que hubo reunión, dado que la derecha ni siquiera quería conversar. Se expuso que luego vendrán otros encuentros y que se continuarán intentando soluciones. Claro que a las 24 horas, una asistente a la reunión, María José Hoffmann, secretaria general de la UDI, dijo que estaban obligados a conversar pero “no a llegar a acuerdos” y el jefe de bancada de RN, Frank Sauerben, confesó que le pidieron a sus dirigentes que fueron al encuentro a La Moneda que “no se comprometieran con nada…porque no estamos de acuerdo con las reformas”.

4.-En efecto. La derecha política y la derecha económica no quieren terminar con las AFP y están por mantener lo grueso del sistema privado/trasnacional de seguridad social; no quieren echar abajo las Isapres sino que remodelarlas y reforzar el sistema privado de salud, y se resisten a robustecer la salud pública; no quieren subir impuestos al 1% más rico del país, a las grandes empresas y a los consorcios financieros; miran con desdén la gratuidad en educación y bajo el paraguas de “la libertad de elegir” (suponiendo que todas y todos tienen el dinero para hacerlo) aspiran a mantener el esquema privatizador en educación; y gustan de medidas de focalización, de entrega de bonos, para paliar necesidades urgentes de los sectores más pobres, pero no ir al fondo. En contraste, desde el oficialismo las iniciativas apuntan a terminar con las AFP y entrar a un esquema solidario con participación pública, a fortalecer la salud pública y salir de la hegemonía de las Isapres, aumentar la recaudación por impuestos a los grupos ultra multimillonarios junto a combatir la evasión y la elusión, se busca ampliar la gratuidad y acceso a la educación en todos los niveles lo que incluye terminar con el endeudamiento de cientos de miles de familias, concretar un plan de construcción de más viviendas y se aspira a continuar con la asignación de recursos para seguridad pública, todo pensando en cambios estructurales en el país. Ahí radican materias de fondo donde están chocando oficialismo y oposición, y donde se juega algo más que los tonos de la conversación. 

5.-Al final del día, lo que está en carpeta es una diferenciación sobre el tipo de sociedad y el tipo de país al que se aspira. Cuando eso ocurre, suele suceder que la conversación política se crispa, se tensa, se vuelve altamente compleja. Y es mucho más difícil desatar los nudos. Ahí comienza el rol de la inteligencia, la habilidad, el consenso, pero al mismo tiempo se abren los espacios de riesgo y retrocesos. Para todos los involucrados.