Mientras los ministros de Trabajo y Hacienda salen a recorrer el país para explicar la reforma de pensiones y el pacto fiscal, personeros de la oposición lanzan torpedos políticos contra el Gobierno. De acuerdo a declaraciones de dirigentes de la derecha y la extrema derecha no bastó la renuncia de Jackson, quieren cambios sustanciales en los proyectos gubernamentales. “Al Gobierno hay que apretarlo hasta hacerlo gritar” dijo Carlos Larraín de RN y el presidente de la UDI advirtió que se podrá conversar si se cambian “sustancialmente los malos proyectos refundacionales” de la administración de Boric. En contraste, el oficialismo se despliega con sus iniciativas, surge la urgencia de afianzar su agenda propia y se habla de “afinar la estrategia”. En medio de todo, de nuevo, las versiones de cambio de gabinete ministerial.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 14/8/2023. Renunció Giorgio Jackson. Pero desde la oposición sigue el golpeteo al Gobierno, persisten las versiones de cambio de gabinete ministerial, no cesan las críticas a la gestión gubernamental y la tensión política parece no aminorar.
Hace unos días, un comentarista ilustró la situación con que el Presidente Gabriel Boric más que estar a un ritmo de pasos de baile haciendo giros elegantes, está enfrentado a un ring de boxeo que requiere de movimientos más precisos ante la belicosidad de la derecha y la extrema derecha.
Mientras que el oficialismo redobla esfuerzos por la agenda propia, insiste en dialogar para llegar a acuerdos en torno de las reformas, llama a frenar posturas obstruccionistas y se llega a preguntar qué más quiere la oposición, en alusión a que finalmente renunció Jackson, que era puesto como la piedra de tope por la derecha.
La oposición con todo
Si alguien pensó que con la salida del exministro de Desarrollo Social y Familia habría un cambio notorio desde los partidos de la derecha y la extrema derecha, parece que se equivocó. La dura ofensiva opositora no cesa.
Quien clarificó mucho las cosas fue el empresario y dirigente de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín que expresó: “Yo creo que al Gobierno hay que apretarlo hasta hacerlo gritar, hasta que grite cosas cuerdas. Este Gobierno está sumamente desencaminado y no hay vuelta que darle”.
No se quedó ahí y estableció que la administración de Gabriel Boric debe “plegar sus banderas, abandonar el ultrismo que lo caracteriza y tratar de hacer las cosas de tal manera de recuperar el dichoso crecimiento económico”.
En ese camino, el presidente de la UDI (Unión Demócrata Independiente), Javier Macaya, advirtió que “tiene sentido” hablar con el Gobierno sólo si expresa la intención de “cambiar sustancialmente los malos proyectos refundacionales”, sujetando la disponibilidad a que se cambien los contenidos fijados en las reformas de pensiones y tributaria.
Para enfatizar esa línea establecida el fin de semana por la oposición, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, dijo que ellos son claros en señalar que “no estamos de acuerdo con el foco que les ha puesto el Gobierno a las reformas, particularmente las reformas de pensiones y tributaria”.
Sin quitar el dedo del reglón en cuanto al “Caso Convenios” para presionar a La Moneda, la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, expresó, “¿Qué necesitamos ahora?” y se respondió: “Siguen pendientes las explicaciones respecto a los casos fundaciones y sigue muy pendiente que el Gobierno marque con claridad hacia dónde vamos”.
Desde RN, su presidente, Francisco Chahuán, criticó que Chahuán “tenemos un Gobierno paralizado. Necesitamos avanzar en política y gestión”, y el jefe de bancada de ese partido, Frank Sauerbaum, sostuvo que da lo mismo la renuncia de Jackson porque “no tiene nada que ver con que el Gobierno haya presentado un mal proyecto para la reforma al sistema de pensiones”, anunciando que en el Congreso habrá rechazo a esos contenidos y los del pacto fiscal.
Y siguen con el cambio de gabinete
En ese marco, las versiones extraoficiales de cambio de gabinete ministerial no cesan, dándolo un tono de debilidad al Gobierno y que se deben hacer cambios para “enrumbar las cosas”.
En una nota del diario La Tercera, que suele estar bien dateado desde La Moneda, se anotó que “en Palacio afirman que el diseño original de un ajuste de equipos sigue en pie. Lo que el gobierno hará estos días, según fuentes que conocen del proceso, es recalcular la magnitud del cambio de gabinete y madurar la señal que se quiere dar tanto en términos políticos, comunicacionales y simbólicos”.
Los rumores de posibles cambios ministeriales incluyen que desde el Frente Amplio habría insistencia en que el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, deje su cargo ya que su cartera estuvo o está vinculada a los convenios oficiales con fundaciones, y que el costo de ese episodio no los puede pagar sólo Giorgio Jackson.
En algunos medios, como suele ocurrir con las especulaciones, se llegó a mencionar a varias y varios ministros que estarían en dificultades y que podrían ser sacados, lo que incluiría enroques, algo que también se suele decir de cara a cambios de gabinete.
En este tema, hubo en los días recientes declaraciones y afirmaciones de personeros opositores y académicos y analistas afines a la derecha, planteando que para “superar las deficiencias del Gobierno” y “mejorar la gestión”, sería conveniente una modificación en el gabinete ministerial. Marco Moreno, de la Universidad Central, lo explicitó: “La salida de Jackson es una condición necesaria pero no suficiente”.
Las versiones llegaron a tanto en el ruido de piedras en el río político, que se “analiza” si los cambios en el Gobierno serían antes o después del hito de los 50 años del golpe de Estado que se concreta el próximo 11 de septiembre.
En todo caso, citado por el diario vespertino La Segunda, el senador del Partido Comunista, Daniel Núñez, manifestó que “es evidente que los problemas políticos no dependen solo de un cambio de nombres, se requiere también afinar la estrategia política del Gobierno para las próximas semanas, poner un cierre al caso convenios ( ) e instalar sus propios temas de agenda”.
Ir por la senda propia
En la línea planteada por el legislador del PC, en estas horas habría insistencias en el oficialismo en cuanto a desplegar con firmeza y creatividad la agenda propia, en temas prioritarios como reforma de pensiones, avance en el pacto fiscal, lograr más beneficios sociales, superar la situación de los convenios con investigación y resoluciones, hacer giros comunicacionales y cuidar aún más las salidas del Presidente Gabriel Boric, pero no necesariamente en la línea que piden desde la oposición y algunos desde el oficialismo.
En el marco de la contingencia, hablando de las posiciones de la derecha y los desafíos del Gobierno, la ministra del Interior, Carolina Tohá, expresó que “todo Chile fue testigo por semanas y semanas de cómo se dijo que la condición para sentarse es que el ministro Jackson no fuera más parte del gabinete” y concretado ello, ahora la oposición sale con nuevas exigencias.
Además, Tohá precisó que “estás reformas no son obsesiones del Gobierno, ni son prioridades solo del programa, son temas que tenemos pendientes como país hace mucho tiempo y no pueden esperar más. Nuestra disposición y sentarse a conversar es -precisamente- a sentarse a buscar acuerdos, no es simplemente decir ‘adhieran a la propuesta que el Gobierno tiene’”. Enfatizó, saliendo al paso de posturas de la derecha, en que “los proyectos del Gobierno son proyectos moderados…están lejos de ser proyectos ideológicos y extremos”.
Precisamente para precisar contenidos y salir al paso de “noticias falsas” y distorsiones, el Gobierno se decidió a “salir a explicar” a la ciudadanía de qué se tratan, por ejemplo, la reforma de pensiones y el pacto fiscal, sobre todo en cuanto a los beneficios que traen para un alto porcentaje de la población.
En ello tendría una labor que acentuar distintas áreas gubernamentales, pero un paso y una muestra de la intención de promover las iniciativas impulsadas por el Gobierno es el viaje que iniciaron hoy, por varias ciudades, la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, y el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Marcel explicó que “vamos a explicar los contenidos de la reforma previsional y el pacto fiscal, vamos a tener encuentros con grupos de la sociedad civil, adultos mayores, pequeños empresarios y vamos con mucho entusiasmo para poder compartir estas iniciativas que son muy importantes para el país”.
Dijo a la prensa que “lo que interesa a la ciudadanía es que encontremos las vías para llevar a cabo las reformas que el país necesita, para generar los recursos, para mejorar las pensiones, reducir las listas de espera en los hospitales”.
La ministra Jeannette Jara indicó que “más allá de las tensiones políticas de la contingencia, (es) que podamos confluir en un buen acuerdo. Pocas veces se conversa de la realidad que viven las personas mayores en nuestro país y hay un millón y medio de jubilados que no les alcanza para llegar a fin de mes, que viven con mucha inseguridad y precariedad y a ellos nos debemos todos quienes estamos en política” y recalcó: “Esperamos que tanto oficialismo como oposición, podamos ponerlos por delante y hay que tener claridad de que en esto cada uno de nosotros va a tener que ceder”.
Junto a ello, se sabe incluso por obvio, que el Gobierno tendrá que actuar con precisión y habilidad en el tema de las Isapres, darle continuidad a avances en materia de seguridad pública sobre todo en barrios y zonas populares, potenciar anuncios como la ley de protección a denunciantes de la corrupción y la nueva legislación para delitos “de cuello y corbata”.
Como sea, existe la percepción de que el desafío mayor de la agenda propia y su instalación, es superar el eje y ritmo que impone la oposición avivando temas complicados como el caso convenios y más especulativos como la salida de ministras o ministros.
La mala actitud opositora
En todo este contexto muchos analistas, legisladores y dirigentes políticos colocan el acento en la actitud beligerante, agresiva, corrosiva y obstructiva de la derecha y la extrema derecha, en lo que se menciona como “quitar la sal y el agua” al Gobierno y al propio Presidente de la República, Gabriel Boric, contra quien se planteó hace unos días presentarle una querella por conducir un bus sin licencia profesional, hecho que se produjo en una actividad presidencial y que tuvo que ver con una maniobra corta como parte de la ceremonia.
Comentando las presiones de los partidos de derecha y los ultraderechistas Republicanos, el secretario general del PC, Lautaro Carmona, apuntó que la oposición “se propone alterar el funcionamiento del Estado, donde la potestad para definir el gabinete ministerial la tiene sólo el Presidente de la República y pasan sobre eso con una campaña que no tuvo ninguna consideración humana y menos de coherencia jurídica, porque la sostuvieron en base a mentiras, injurias, calumnias”.
El exministro, Francisco Vidal, del PPD (Partido por la Democracia), dijo en entrevista con Mirna Schindler que “nos encontramos frente a la ofensiva de la derecha más profunda desde el año 90…es una ofensiva total”.
Añadió que la ofensiva opositora “tiene que ver con que este Gobierno es el más transformador del poder político en Chile, a través de sus reformas estructurales, la tributaria y la de pensiones”.
La presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, sostuvo que “uno esperaría un poco más de altura de miras en el escenario que nos encontramos. Hay dos importantes reformas que ha propuesto el Gobierno al país y que esperamos que podamos debatir de verdad fuera de la trinchera y sin ideologías”.
Un punto sensible lo sostuvo el diputado de Convergencia Social, Gonzalo Winter, quien en entrevista con CNN-Chile, señaló que está “extremadamente escéptico” en cuanto a que la derecha y la extrema derecha aprueben dialogar y llegar a acuerdos para tener reforma de pensiones y alcanzar el pacto fiscal.