La UDI no corta el cordón umbilical con SQM, ni con Ponce Leoru. Su timonel, el senador Macaya, no dudó un segundo en responder con bravatas a la Estrategia Nacional del Litio presentada por el Presidente Boric. Que viene el “estatismo”, que el Gobierno “desconoce el aporte tributario de las empresas privadas del rubro”.
Luis Cuello. Diputado. Valparaíso. 27/4/2023. No hay caso. Ni pudor. La UDI no corta el cordón umbilical con SQM, ni con Ponce Leoru. Su timonel, el senador Macaya, no dudó un segundo en responder con bravatas a la Estrategia Nacional del Litio presentada por el Presidente Boric. Que viene el “estatismo”, que el Gobierno “desconoce el aporte tributario de las empresas privadas del rubro”, en clara referencia a SQM. Aporte que en realidad no es tan generoso, considerando la oscura historia de SQM, empresa estatal regalada a mitad de precio al yerno de Pinochet, en medio de la fiebre del pillaje sobre el patrimonio público del régimen civil-militar. Qué decir de la historia reciente de la minera, erigida como el mayor agente corruptor de la política.
Sincronizada, la derecha económica también salió a cuestionar la nueva estrategia sobre el litio. Con amargura, el principal dirigente de la SOFOFA dijo no entender “esta señal de desconfianza, relegando al sector privado a un segundo plano”. Más imperativa fue la confederación de la Producción y el Comercio que, a través de una declaración, emplazó a “que el gobierno reformule con un sentido de urgencia los anuncios de la política nacional del litio”.
Las quejumbrosas reacciones de los poderosos de siempre dicen mucho sobre el significado de los anuncios. Por una parte, representa el cumplimiento de un compromiso programático clave. Por sobre todo, se trata de una definición estratégica que permitirá a Chile capturar la renta del litio para atender las necesidades de los chilenos, así como una apuesta por su industrialización y el desarrollo tecnológico. Pasaremos de un Estado ausente, mero espectador y recaudador de impuestos a uno presente, creador de valor agregado y conocimiento. Un estado que dará dirección a la exploración y explotación del litio, que tendrá el control mayoritario de los proyectos y que iniciará un camino para recuperar el Salar de Atacama.
Ricardo Mewes, presidente de la CPC, preso de un anticomunismo primario, llegó a advertir una “ola de estatización”. Para quienes llegan tarde, el litio ya es de propiedad del Estado. Sin embargo, es a partir de ahora que ese derecho de propiedad será ejercido en beneficio del pueblo de Chile.
Resulta contradictorio que a quienes les causa más escozor el rol del Estado, demanden con tanta soltura seguir participando prioritariamente en un negocio basado, precisamente, en un bien del Estado. Pero el tiempo de algunos que creen que el litio les pertenece por el solo hecho de explotarlo y usufructuar de él, se acabó.
A juzgar por la reacción de la derecha económica y política, su devoción por la bandera chilena y la nación se desvanece cuando se afecta el lucro de quienes se han enriquecido a manos llenas con un mineral del que depende el futuro de nuestro país.