Se lanzó una ofensiva política y mediática con ribetes prepotentes, amenazantes, falaces y autoritarios que constituyen un peligro para la democracia, la convivencia ciudadana y, por cierto, para el combate efectivo de la delincuencia en todas sus modalidades.
“El Siglo”. El Editorial. Santiago. 28/3/2023. Utilizando el asesinato de Rita Olivares, Sargento de Carabineros, y una situación negativa en materia de seguridad pública, un buen número de legisladores, alcaldes y dirigentes de partidos de derecha y de extrema derecha han lanzado una ofensiva política y mediática con ribetes prepotentes, amenazantes, falaces y autoritarios que constituyen un peligro para la democracia, la convivencia ciudadana y, por cierto, para el combate efectivo de la delincuencia en todas sus modalidades.
Personeros de esos sectores culpan sin argumentos tangibles al Gobierno de un heredado mal escenario en seguridad pública, exigen acciones desmedidas que afectarían a los ciudadanos más que a los delincuentes, amenazan con frenos legislativos, culpan irresponsablemente al oficialismo del origen de las agresiones a los uniformados, y adoptan caminos reduccionistas y de odio para abordar asuntos de seguridad ciudadana. Lo acompañan de acciones mediáticas que sólo tienen impacto en la percepción pero no en la efectividad, suben el tono con frases altisonantes y usan espacios como los matinales para ganar “en titulares” sin que haya un aporte concreto a enfrentar el cuadro delictivo.
La oposición se cree propietaria de este tema y quiere sacar tributos políticos y electorales. Eso, a pesar de que se retiró de la mesa de seguridad y voto contra la reforma tributaria que contemplaba más recursos para las policías, por mencionar dos asuntos esenciales para el combate a la delincuencia. Sin dejar de lado las fallas y deficiencias en el pasado Gobierno de derecha donde comenzó a acentuarse el negativo nivel de criminalidad, penetraron grupos delictivos y del crimen organizado desde el exterior, y se otorgaron indultos a delincuentes que ahora están operando, uno de ellos partícipe del asesinato de la Sargento Olivares.
El cuadro actual requiere de severidad junto a ponderación, inteligencia y habilidad, eficacia y recursos, resguardos frente a la irracionalidad y visiones autoritarias, políticas de prevención y medidas multidimensionales.
A nada de eso están contribuyendo amplios sectores de la derecha y la extrema derecha. Por el contrario, están tensionando las cosas, desviando el debate, instalando relatos de odio y agrediendo al Gobierno.
Así las cosas, el real y eficaz combate a la delincuencia, al narco y al crimen organizado es desviado y obstruido por amplios sectores de la oposición.