La vocera del Gobierno del gabinete más joven del planeta, conversa con El Ciudadano, dejando de manifiesto que el proyecto político que encabezan “se ha planteado como un proyecto que es el inicio de la superación del neoliberalismo”, tarea nada de fácil en un país donde el sistema que profundizó la desigualdad tiene raíces profundas y defensores del modelo en posiciones claves de los poderes fácticos de nuestro país
Bruno Sommer Catalán. Director Fundador. “El Ciudadano” (*). Santiago. 09/05/2022. Mientras el proceso Constituyente avanza desmantelando las bases del modelo, ladrillo a ladrillo, en un ejercicio de alta democracia, la ministra Camila Vallejo, ha sido enfática: “El Gobierno se las jugará por informar y no por intervenir en favor de una opción o la otra”, refiriéndose a las opciones de Apruebo y Rechazo.
“El voto informado es clave en un momento histórico como este” nos dice, con voz firme, quien sale a diario a dar cara a un sistema de medios de comunicación, que intentan trabar e imponer la agenda, a un gobierno de transformaciones sociales, consciente de que el poder en Chile, está más allá de las paredes de La Moneda.
Hablamos del irresoluto conflicto Estado -pueblo nación mapuche, del alza del costo de la vida y la inflación, la corrupción en Carabineros de Chile, el fortalecimiento de la democracia y los medios de comunicación en nuestro país, y le invitamos a viajar en una “máquina del tiempo”. He aquí el pensamiento de la portavoz de un nuevo Chile, en pleno proceso de gestación.
Ministra, hemos seguido su evolución política en el tiempo y nos gustaría saber si hay algo que extrañe de Camila Vallejo en su época de dirigente estudiantil.
Es un periodo muy, muy especial para mí porque se vivió una movilización con una gran creatividad para manifestarnos. En lo personal, más que extrañar esa etapa de dirigenta estudiantil, le guardo mucho cariño y respeto, porque gracias a ella, hoy estoy acá.
Si tuviese una máquina del tiempo y la posibilidad de viajar al presente o al futuro, ¿hacia dónde iría y qué haría?
Iría al futuro. A Chile en 20 años más para ver materializados los cambios estructurales que hoy estamos construyendo junto a la ciudadanía. Por ejemplo, ver un Sistema Nacional de Cuidados en marcha donde se reconozcan y remuneren las labores de cuidado, donde haya corresponsabilidad en esas tareas y el Estado esté presente y acompañando. Ver un Chile donde tengamos una salud de calidad que no distinga entre ricos y pobres, donde nuestros adultos y adultas mayores reciban por fin pensiones dignas. Ver un país donde las disidencias y las mujeres puedan vivir tranquilas, sin violencia. En resumen, ver un país mejor y más igualitario, donde, además, las personas tengan más tiempo para ser feliz junto a sus seres queridos y, para eso, es clave un proyecto como las 40 horas de jornada laboral.
Queremos proponer algunas palabras y que pueda respondernos con el primer concepto asociado o frase que se le venga en mente.
Proceso Constituyente: esperanza.
Salvador Allende: admiración.
China: cultura milenaria.
Música: Plumas, el grupo de Abel y Camilo Zicavo.
Estados Unidos: imperio.
Mapuche: cosmovisión.
Ministra, le daré el nombre de algunos de los ministros y le pido que usted pueda describir cómo ha sido su gestión en una palabra o frase: Giorgio Jackson, Maya Fernández, Mario Marcel, Jeannette Jara, Esteban Valenzuela y Maisa Rojas…
Primero, quiero aclarar que somos un equipo y que actuamos como tal. Nos apoyamos entre nosotros y nosotras, en coordinación, trabajando en conjunto para seguir avanzando en el programa que le prometimos a la ciudadanía. Dicho esto, no es mi trabajo evaluar a los ministerios pares. Ese trabajo le corresponde a la ciudadanía y al propio Presidente, que es quien designa a su gabinete.
Las encuestas han fallado una y otra vez, y el día de hoy vienen poniendo en agenda que el Rechazo ganaría como opción en el plebiscito de salida manipulando de este modo a la opinión pública. ¿Qué va a hacer el gobierno en materia de comunicaciones para tomar el control de la agenda que hoy viene siendo dictada por los medios hegemónicos y las encuestadoras?
En el caso de las encuestas, son un insumo para evaluarnos y las tomamos. También, a las opiniones que surgen de ahí, y aunque entendemos que son una foto del momento que intenta ser representativa, con márgenes de error y susceptibles a lo que está pasando en el minuto, no son el único insumo dentro de esa evaluación. De hecho, lo principal es la relación directa con las personas y los vínculos que trabajamos día a día en los territorios.
Dicho esto, quiero dejar súper en claro que como Gobierno no vamos a interferir comunicacionalmente hacia un lado o el otro. Nuestro rol es informar a la ciudadanía para que sea ella quien tome la mejor decisión. Y la mejor decisión será siempre una decisión informada, con todas las cartas sobre la mesa. No nos cabe ninguna duda que la ciudadanía sabrá qué es lo mejor para Chile.
El cambio de Constitución ha sido una demanda histórica del pueblo de Chile y del movimiento estudiantil, del cual nacen nuestros actuales representantes en el gobierno. ¿De qué manera el gobierno se la jugará por la victoria del Apruebo?
La Constitución tiene que cambiar y lo hemos visto a lo largo y ancho de todo el espectro político en las últimas semanas. Hay un consenso que la Constitución del 80, herencia de la dictadura cívico-militar, está muerta y deslegitimada social y políticamente. Sin embargo, insisto: el Gobierno se las jugará por informar y no por intervenir en favor de una opción o la otra. Como Gobierno vamos a trabajar para informar, para entregarle a la ciudadanía todas las herramientas para que vote con toda la información necesaria, el voto informado es clave en un momento histórico como éste.
¿Cómo evalúa el proceso de instalación del gobierno en estos primeros 60 días y de qué forma el programa Apoya Chile va a beneficiar a las personas?
Somos un Gobierno nuevo que por primera vez llega a La Moneda con una ambiciosa propuesta de cambios estructurales. Llegar, instalarse y comenzar a echar a andar la máquina implica una curva de aprendizaje donde pudimos identificar no sólo las áreas de mejora, sino también los aciertos de estos primeros dos meses. El Plan Chile Apoya es uno de ellos. En menos de seis semanas pusimos en marcha una batería de medidas que benefician a más de tres millones de personas, la mayoría de ellas quienes se han quedado rezagadas en la recuperación económica y en la recuperación del empleo. Pusimos el acento en más de 25 medidas que van en directo beneficio de quienes, hoy, más necesitan a un Estado presente que los ayude y apoye.
Por ejemplo, para nosotros es clave lo que pasó con la discusión sobre el Salario Mínimo. Este año se logró no solo un acuerdo importantísimo como la CUT, además, se alcanzó el alza más grande de las últimas dos décadas.
Estamos preocupados por el alza de los precios y, sobre todo, de los alimentos, y entendemos que una forma de regularlos sin entrar a regularlos directamente es meter más competencia al mercado. En ese sentido, ¿qué le parece la idea de impulsar un Supermercado Popular, donde sin que los precios estén inflados por los costos de la publicidad y el lucro, se pueda ofrecer a la población alimentos sanos y a un precio asequible?
La inflación es una realidad en el mundo y Chile no es la excepción. Hemos visto cómo mes a mes suben los precios de los bienes y servicios, en especial de los alimentos, y estamos trabajando para generar mecanismos que frenen y desaceleren esa alza de forma responsable. Pero es importante aclarar que la inflación que estamos viviendo no es producida exclusivamente por factores internos o de competencia, existen presiones externas que, sumadas a las propias del país, han hecho que el alza de precios se transforme en una de las principales preocupaciones del Gobierno. Por ende, el frenarla no pasa por sólo “meter más competencia al mercado”. Estamos poniendo en marcha mecanismos integrados para mitigar los efectos como el subsidio a la canasta básica y analizando herramientas para aumentar la inversión pública.
Ahora bien, la idea de los servicios populares me parece que ha permitido visibilizar el trabajo de los municipios como agentes de cambio. Principalmente, la gestión del alcalde de Recoleta en su comuna ha servido como un buen ejemplo para otras, las que también han institucionalizado en sus territorios las farmacias, ópticas e inmobiliarias populares, entre otras. Los vecinos y vecinas valoran estas iniciativas y yo, personalmente, también creo que van en la dirección correcta.
Durante la campaña, el Presidente Boric se comprometió a refundar las policías, concepto que tras la primera vuelta se cambió por reformar las policías. Finalmente, ¿Qué va a pasar cuando el desprestigio de carabineros sea generalizado?
Se ha instalado mucho este debate en la prensa sobre el lenguaje, si es refundar o reformar. En este sentido, creo que la discusión semántica no es lo relevante y además el Presidente ya la ha zanjado. Lo que importa es que podamos avanzar hacia una nueva policía que sea efectiva en prevenir delitos, que pueda recomponer las confianzas con la ciudadanía, que la proteja con un respeto irrestricto a los derechos humanos y a los protocolos establecidos, y siempre, siempre, subordinada al poder civil.
¿Qué hará el gobierno frente a los antecedentes presentados por La Red en que se observan carabineros que habrían incendiado el metro La Granja en Octubre de 2019?
Es el Ministerio del Interior el que está a cargo y ellos han pedido más antecedentes a la institución. No me corresponde dar más detalles de este tema.
¿Qué medidas tomarán frente a los antecedentes publicados por Ciper donde se demuestran los vínculos de carabineros con bandas de delincuentes y narcotraficantes?
Al igual que la respuesta anterior. Estas materias corresponden a la cartera de Interior y desde ese lugar se están tomando todas las medidas para evaluar las distintas situaciones a las que se refieren.
¿De qué manera se puede enfrentar tal nivel de corrupción en una institución tan importante sin poner en riesgo la gobernabilidad?
La gran mayoría de los carabineros son personas trabajadoras, pero también hay que hacerse cargo de los que se apartan de valores como la probidad y el respeto a los derechos humanos. No se puede desconocer que hubo casos graves y hay uniformados del alto mando investigados por la justicia. Por eso, enfrentar los episodios de corrupción es uno de los ejes a los que apunta la reforma a las policías. Se debe cambiar y mejorar la cultura institucional para devolverle a los chilenos la confianza en sus instituciones de orden.
¿De qué manera esperan avanzar en mayor probidad al interior de las instituciones armadas?
Esto también es una materia que corresponde a Interior y se está trabajando con la máxima responsabilidad. De hecho, esta discusión tiene dos caminos que funcionan en paralelo. Por un lado, está la ley de modernización de las policías que se está ejecutando y por otro, los cambios que traerá la propia reforma.
¿Qué medidas concretas implementará el gobierno para avanzar en un diálogo efectivo con el pueblo nación, mapuche tras los intentos realizados hasta el momento? ¿Habrá una política de restitución de tierras?
Como gobierno sabemos que estos conflictos no se solucionan de la noche a la mañana, pero tenemos un horizonte claro: queremos dar un giro de timón y recomponer las confianzas, y para eso el diálogo entre el Estado chileno y el pueblo mapuche es la base. Las ministras Izkia Siches y Jeanette Vega están trabajando arduamente para que en los próximos meses se pueda desplegar una nueva política de compras de tierras que cambie la lógica con la que se ha llevado esta materia. Esto significa conversar, por ejemplo, con las forestales; habilitar los caminos, hablar sobre qué pasa con los servicios de agua y luz en esas tierras. En resumen, es que la institucionalidad funcione y que el Estado esté presente. Además, se está trabajando con apoyo internacional para recoger las experiencias de otros países que han estado en conflictos similares.
¿Cuál es su visión respecto del modelo de explotación de monocultivos forestales y qué cambios cree necesario ejecutar?
Para empezar, el desafío que tiene el país es superar el estancamiento productivo desde nuevos nichos de competitividad, que agreguen valor a la economía, basados en el desarrollo tecnológico y la generación de conocimientos. Solo así avanzaremos a un nuevo modelo de desarrollo económico que mejore la calidad de vida de todas y todos, y responda con premura los desafíos de la emergencia climática.
¿Cómo piensan fortalecer la democracia con los niveles de concentración de la propiedad de los medios que mantiene Chile?
El diagnóstico de nuestro ecosistema de medios de comunicación es claro y no es ninguna sorpresa para nadie. La excesiva concentración y centralización de los medios es algo que debemos cambiar y para aquello debemos reforzar y fortalecer a los medios comunitarios, locales, regionales y vecinales. También, debemos repensar el rol del Estado en el avisaje. Éste es un compromiso que tenemos desde el Gobierno y es la dirección hacia la que queremos, y creemos, que hay que avanzar. Estamos trabajando para concretar el establecimiento de un Sistema Nacional de Medios Públicos que, como prometimos en el programa y señalamos en la campaña, pueda impulsar la creación de más y mejores medios, con independencia editorial y pertenencia local. Así que avanzaremos en esa línea.
¿Coincide usted, ministra, con la frase de que este cambio social al que asistimos, esta revolución, será feminista no será?
Como dijo Julieta Kirkwood, destacada feminista chilena, “no hay democracia sin feminismo”.
Ministra, finalmente una pregunta de fondo: ¿Cree que el actual gobierno podrá superar el neoliberalismo que se impuso en Chile desde la dictadura y se profundizó posteriormente? ¿O bien sólo asistiremos a una mejora del capitalismo? Y si es así, ¿De qué manera?
Este gobierno se ha planteado como un proyecto que es el inicio de la superación del neoliberalismo, donde se dejen de mercantilizar los derechos sociales de las personas como la educación, la salud y las pensiones. Es el inicio del camino que queremos transitar. Somos un gobierno de transformaciones profundas que buscan avanzar hacia un modelo de Estado y económico más justo, con especial énfasis en un sistema de cuidados, feminista, ecológico, con una nueva matriz productiva y que ponga en el centro a las personas siempre.
Fotografías: Valentina Palavecino.