Se efectuó en La Habana los primeros días de mayo, con asistencia de delegaciones provenientes de 60 países, representando a 219 organizaciones. Participaron el Presidente Miguel Díaz-Canel y autoridades políticas, sindicales y sociales de la nación caribeña. “La solidaridad no se puede bloquear” expresó el mandatario cubano.
“Granma”. “Cubadebate”. La Habana. 03/05/2022. Con presencia del primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sesionó este lunes en el Palacio de las Convenciones de La Habana el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba.
Presidieron igualmente el evento el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido; el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla; el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, y el presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Fernando González Llort.
Estuvieron presentes también dirigentes de las organizaciones políticas, sindicales y de masas, así como los científicos cubanos condecorados como Héroes del Trabajo de la República de Cuba.
Durante la jornada de clausura, se aprobaron dos declaraciones, una de solidaridad con la mayor de Las Antillas y otra referida a la Cumbre de las Américas, de cuya participación Washington pretende excluir a la nación caribeña, según ha denunciado la Cancillería recientemente.
Los delegados provenientes de 60 países y 219 organizaciones dialogaron en tres comisiones de trabajo sobre la unidad en la diversidad en la lucha antimperialista a nivel global, el derecho de los pueblos a la vida y la defensa de las causas justas.
Otros temas del encuentro fueron la situación de crisis multidimensional que se vive hoy en el mundo, y el impacto de la COVID-19.
Sobresalió el reclamo de los delegados por el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace 60 años por EE.UU. a Cuba, y el reconocimiento a la Isla por los avances en materia de biotecnología y salud en el contexto de la pandemia.
Entre las personalidades invitadas estuvieron Max Lesnick, de la coalición Alianza Martiana; Gail Walker, directora ejecutiva de IFCO/Pastores por la Paz; Socorro Do Gomes e Iraklis Tsavdaridis, presidente y secretario ejecutivo del Consejo Mundial de la Paz, respectivamente; e Isaac Saney y Cheryl Labash, copresidentes de las redes de solidaridad con Cuba en Canadá y Estados Unidos, en ese orden.
En sus palabras al auditorio, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC, agradeció la presencia en Cuba de los delegados internacionales, y subrayó la importancia de construir consensos entre las fuerzas progresistas del mundo que nos permitan contrarrestar la hegemonía del imperialismo.
Ratificó que el pueblo cubano se mantiene firme en su lucha contra el bloqueo estadounidense, luchando creativamente para superar los obstáculos, y decidido a construir una sociedad justa, democrática y soberana, con todos y para el bien de todos.
La participación de millones de cubanos en los desfiles por el Primero de Mayo en todo el país es una muestra contundente del respaldo popular a la Revolución Cubana y sus líderes, enfatizó.
Reafirmó, asimismo, la permanente solidaridad del pueblo cubano con las causas justas, en favor de los pueblos, por la paz, la integración y la concertación política.
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, agradeció las incontables muestras de solidaridad internacional con Cuba, y reafirmó que el pueblo cubano mantiene firme su compromiso con el legado del líder histórico de la Revolución Fidel Castro, legítimo referente y paradigma de la solidaridad en todo el mundo.
Se refirió a los principios solidarios que guian a la diplomacia revolucionaria cubana, y afirmó que la verdad, la razón, la conciencia, la unidad y la militancia son las mejores armas de las fuerzas progresistas frente a la dominación imperialista y su maquinaria comunicacional.
Sostuvo que la Revolución Cubana sigue invicta, y que sus victorias más recientes han sido contra la COVID-19, frente a las 243 medidas de recrudecimiento del bloqueo y contra los intentos de EE.UU. de subvertir el orden interno.
El canciller rechazó las medidas coercitivas impuestas a los gobiernos que no se someten a los designios del imperialismo, y llamó a los presentes a unir fuerzas contra la guerra cognitiva a la que estamos expuestos todos los pueblos del mundo.
Denunció que el gobierno de EE.UU. ha decidido excluir a Cuba y a Venezuela de los preparativos de la venidera Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en Los Ángeles del 8 al 10 de junio.
Respaldó la decisión del gobierno de Nicaragua de romper vínculos con la desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA).
“Sobre la base del respeto al derecho internacional, la paz mundial y la soberanía de los pueblos, la convivencia pacífica, la amistad, la solidaridad y la cooperación: ¡Cuba socialista tiene derecho a existir!», sentenció el ministro.
“Cuba ha demostrado tener la fuerza moral e ideológica para asegurar la continuidad de la Revolución, que representa un símbolo de lucha y de internacionalismo», dijo Rodríguez Parrilla, al señalar que “quien se levanta hoy por Cuba, se levanta para todos los tiempos”, como dijera Martí.
“Llamamos a la cohesión y a la unidad para derrotar el infame designio imperial, que destina importantes recursos financieros a estimular y organizar la guerra cultural, mediática y subversiva que aspira a dividir y fracturar a este heroico pueblo”, añadió.
Por su parte, el presidente del ICAP y Héroe de la República de Cuba, Fernando González Llort, aseguró que el imperialismo sabe que el proyecto socialista que defendemos es viable y posible, y por eso, su empeño por destruir la Revolución.
Los convocamos a continuar apoyando a Cuba en su lucha contra el bloqueo, contra las campañas mediáticas difamatorias, y por la devolución del territorio que ocupa la base naval de Guatánamo, añadió.
Acto seguido, el presidente Díaz-Canel entregó al amigo Robert Frederick Miller (Rob Milller) la Orden de la Solidaridad que concede el Consejo de Estado de la República, en retribución a sus contribuciones al frente de las campañas de solidaridad con Cuba impulsadas desde Reino Unido.
Miller agradeció el reconocimiento y afirmó que desde 1978, cuando visitó la Isla por primera vez, se siente inspirado por la Revolución Cubana.
Elogió al pueblo cubano por su tenacidad y amor, y porque, dijo, constituye un ejemplo para el mundo.
Juntos podemos trabajar en la construcción de un mundo mejor, viva Cuba y su Revolución, viva la paz y el amor, agregó.
En las palabras finales del evento, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel agradeció la participación de los más de mil delegados de 60 países, y el apoyo que han mostrado a Cuba.
Cuba nunca olvidará este día ni a quienes vinieron a acompañarnos en la primera celebración del Primero de Mayo, bajo las muy difíciles condiciones en que la pandemia ha dejado al mundo de los trabajadores en todas las latitudes, dijo.
Agradeció también la aprobación en el encuentro de dos declaraciones, una de solidaridad con Cuba y otra sobre la IX Cumbre de las Américas y la Cumbre de los Pueblos.
En ambos documentos, los delegados manifestaron su apoyo a la causa cubana contra el bloqueo estadounidense y su oposición y condena a los intentos de Washington de excluir a Cuba o a cualquier otra nación latinoamericana de la cumbre.
Díaz-Canel condenó los intentos de EE.UU. de aplicar elementos de guerra no convencional a los países de la región, las mentiras y los dobles raseros.
Queremos una Cumbre de las Américas y no una cumbre de EE.UU. y sus estados selectivos, afirmó.
El mandatario aseguró que el gobierno de EE.UU. declara a diario que los derechos humanos de nuestro pueblo son la prioridad en su política hacia Cuba, pero al mismo tiempo pretende provocar deliberadamente el colapso de la economía de todo un país poniendo en peligro el sustento cotidiano de su población.
Se trata de una política fallida y que volverá a fracasar en su propósito de derrocar a la Revolución y tratar una vez más de forzar a nuestro pueblo y gobierno a desistir en el empeño de construir un proyecto de justicia y bienestar para todos, sentenció.
Díaz-Canel sostuvo que el diseño de EE.UU. sigue siendo el de ejercer la máxima presión, para generar desestabilización y, con el respaldo de sus operaciones de desinformación, responsabilizar a nuestro gobierno por el impacto de las medidas inhumanas de cerco económico y financiero.
Es una política falaz y violatoria de los derechos humanos y el Derecho Internacional, afirmó, al señalar que, una vez más, la vamos a superar y saldremos adelante, fortalecidos con la resistencia creativa, el talento, la inteligencia, la audacia y el valor, con la fe en la victoria.
El presidente ratificó el reconocimiento y defensa de nuestras esencias: la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social: ¡El Socialismo!
Agradeció las manifestaciones de solidaridad que impulsa el proyecto Puentes de Amor, y las donaciones recibidas en apoyo al sistema de salud cubano para el enfrentamiento a la pandemia.
Los grandes retos de la humanidad no se solucionan mediante la confrontación y la violencia, sino mediante la solidaridad y la cooperación, añadió. La solidaridad no puede ser bloqueada, concluyó.
Declaración de las y los participantes
La Habana, 2 de mayo de 2022
Los 1058 participantes, de 60 países, en el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba hemos conocido lo que la voluntad de un pueblo abnegado es capaz de lograr cuando, conducido por un gobierno comprometido, sigue adelante a pesar de la insistencia de la superpotencia imperialista, empeñada en socavar el noble proyecto social cubano, que se ha propuesto conquistar toda la justicia con todos y para el bien de todos.
El pueblo de Cuba mantiene su compromiso con el legado del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, legítimo referente y paradigma de la solidaridad en todo el mundo.
Cuba resiste y avanza no obstante la sostenida política de bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido con 243 medidas coercitivas unilaterales adoptadas por el gobierno de Trump y mantenidas por la administración Biden, en medio de una pandemia global.
El bloqueo es la herramienta principal del imperialismo en su intento por doblegar y rendir el espíritu independentista, altruista, socialista e internacionalista de los cubanos. Esa política cruel y hostil constituye una sistemática y permanente violación de los derechos humanos de todo un pueblo, es rechazada y condenada por la inmensa mayoría de los países del mundo y por todos aquellos que defienden la paz y el derecho a la soberanía, la autodeterminación y la solidaridad entre los pueblos. El bloqueo es un acto de genocidio, un ultraje a la humanidad y el principal obstáculo al desarrollo de Cuba.
En su aplicación extraterritorial, el bloqueo ha privado a los pueblos del mundo del derecho a sostener vínculos más estrechos con un país que destaca por su creatividad, capacidad de resistencia, vocación de lucha y espíritu solidario.
En medio de las más difíciles circunstancias, el pueblo cubano ha mantenido con estoicismo su noble tradición de compartir lo que tiene, no lo que le sobra. La colaboración médica cubana ha atendido a más de mil millones de personas en 150 países, sin más compromiso que servir a los más pobres y necesitados, practicando su solidaridad con hechos y no con palabras.
Este Encuentro ha sido posible precisamente porque Cuba es ejemplo en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, con la inmunización de la mayoría de su pueblo con vacunas propias, que han beneficiado también a millones de personas en el mundo. Es el resultado de su resistencia creativa.
Convocamos al mundo a movilizarse en defensa de la Revolución cubana, asediada por una brutal campaña mediática que exacerba la mentira, la manipulación, la desinformación y la desidia, que estimula el odio y la confrontación, para confundir e intentar justificar nuevas acciones dirigidas a revertir el orden político, económico, social que libre y mayoritariamente escogió el pueblo cubano.
Reafirmamos que, de conjunto con los cubanos patriotas residentes en el exterior, mantendremos e impulsaremos la jornada mundial de solidaridad con Cuba, la defensa de sus misiones diplomáticas frente a cualquier acción hostil, la movilización de donaciones para apoyar sus esfuerzos por la vida de su pueblo y la promoción objetiva de su realidad.
Llamamos a la cohesión y a la unidad para derrotar el infame designio imperial, que destina importantes recursos financieros a estimular y organizar la guerra cultural, mediática y subversiva que aspira a dividir y fracturar a este heroico pueblo. Cuba ha demostrado tener la fuerza moral e ideológica para asegurar la continuidad de la Revolución, que representa un símbolo de lucha y de internacionalismo. Reafirmamos que “quien se levanta hoy por Cuba, se levanta para todos los tiempos”, como dijera José Martí.
Sobre la base del respeto al derecho internacional, la paz mundial y la soberanía de los pueblos, la convivencia pacífica, la amistad, la solidaridad y la cooperación: ¡Cuba socialista tiene derecho a existir!
¡No más Bloqueo!
¡Viva el internacionalismo y la paz!
¡Viva la Solidaridad con Cuba y los pueblos en lucha!
Solidaridad de los pueblos frente a la perversidad del imperio contra Cuba
Delegados de más de 60 países expresaron su apoyo a Cuba frente a la política hostil y genocida de Estados Unidos contra la Isla y rechazaron la exclusión de la Mayor de las Antillas, Venezuela y Nicaragua de la 9na. Cumbre de las Américas
El Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, convocó a la unidad de las fuerzas progresistas del mundo al afirmar, en la clausura del Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba, que solo la cooperación y la ayuda mutua podrán hacer frente a la perversidad del imperio, causante de los principales conflictos bélicos de la humanidad.
Sobre esa idea, el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó a los participantes que «es el momento de cerrar filas en estrecha unidad dentro de nuestra diversidad para la lucha antimperialista, en defensa de la paz, la soberanía, la libre determinación de los pueblos, el desarrollo y la justicia social».
Rodríguez Parrilla agradeció a los más de mil delegados, quienes representan a asociaciones de amistad en sus respectivos países, por la ardua batalla que despliegan en contra del bloqueo a Cuba por parte del Gobierno de Estados Unidos, por el envío de invaluables donaciones, contentivas de medicamentos e insumos médicos para combatir la COVID-19. «Con su lucha alientan la resistencia creativa, persistente y victoriosa del pueblo cubano en medio de enormes dificultades», les aseguró.
Durante la reunión, los delegados comentaron cómo se articulan para el envío de las donaciones, su diario combate contra el bloqueo, y el énfasis que han puesto en esta lucha, tras las más de 240 medidas de la administración de Donald Trump, las cuales lo recrudecieron en medio del azote de la pandemia. En ese sentido, dieron a conocer las experiencias vividas, a partir de la solidaridad, para poder cumplir con sus objetivos, pues el actual presidente estadounidense, Joe Biden, no ha variado un ápice esa agresividad contra la Mayor de las Antillas. Además, revelaron cómo impacta la solidaridad de Cuba en los países de la región.
Alberto Mas, secretario del Club Argentino de Periodistas Amigos de Cuba e integrante del Movimiento Argentino de Solidaridad, quien coordinó, junto a sus compañeros, el envío de jeringuillas para la inmunización anti-COVID. Dijo que al enterarse de la campaña a nivel mundial se reunieron con los activistas de la agrupación y acordaron crear una cuenta corriente para depositar fondos, y luego convocaron a la mayor cantidad de personas e instituciones para que hicieran aportes.
Se propusieron una meta de 50 000 y recaudaron para comprar 850 000 jeringuillas, a las cuales sumaron otras 550 000 de la gobernación de la provincia de Buenos Aires que, además, aportó otros insumos médicos. La acción se concretó con el envío a Cuba, para lo que debieron contratar los servicios de un avión fletado por la onu a fin de trasladar a efectivos militares de Haití hacia Argentina. Como haría el viaje de regreso vacío, consiguieron que hiciera una escala en Cuba para depositar la carga.
Carmen Diniz, miembro del Comité de Solidaridad con Cuba en Río de Janeiro y activista del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra en Brasil, contó cómo su pueblo sufrió la partida de los médicos cubanos en 2018, al concluir el programa Más Médicos. «Antes de asumir la presidencia, Jair Bolsonaro hizo una gran campaña de descrédito en contra de los cubanos, obviando que más de 700 municipios recibieron atención médica por primera vez y que unos 60 millones de personas quedaron desamparadas cuando partieron esos profesionales».
Dijo que hasta la fecha nunca se pudo reestablecer esa asistencia comunitaria, aunque el Gobierno hizo promesas. Añadió que en su país los profesionales se forman con una conciencia mercantilista, con la aspiración de graduarse para establecer una propiedad privada y obtener ganancias a cualquier costo, «algo a lo cual no escapan los médicos, quienes desean asentar un consultorio donde puedan cobrar las consultas y los servicios», expresó.
«La población pide por todas las vías el regreso de los galenos cubanos y argumentan que ellos atendían a los pacientes como seres humanos, porque palpaban sus dolencias y les daban un trato cariñoso. Por ese regreso, pasa también nuestra lucha».
En torno a esos temas, los participantes formularon dos documentos, asumidos como declaraciones de la cita: una en contra de la genocida política estadounidense económica, comercial y financiera, y otra sobre la Cumbre de las Américas. El trabajo en comisiones del Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba llegó a un consenso similar para emitir un tercer documento, que versa en torno a la unidad en la diversidad en la lucha antimperialista.
También debatieron ampliamente sobre cómo hacer más en la misma lucha por otros procesos progresistas en la región, como son los casos de Venezuela y Nicaragua; y por aportar a las causas descolonizadoras; así como sobre la exclusión de países soberanos de la próxima 9na. Cumbre de las Américas.
Precisamente, este lunes, fecha de cierre del Encuentro, el subsecretario de Estado norteamericano, Brian Nichols, confirmó que su Gobierno excluirá a Cuba, Venezuela y Nicaragua de esa Cumbre. Agregó que era una decisión del Presidente (Biden) dejar fuera a esas naciones, según la agencia Prensa Latina. La decisión generó el más firme rechazo de los delegados reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Además de la sesión plenaria, las jornadas vividas por los delegados incluyeron un recorrido por las comunidades de La Habana, intercambios con unos diez colectivos laborales y la participación en el desfile por el 1ro. de Mayo.
Al cierre del evento, se entregó la Orden de la Solidaridad al británico Robert Frederick Miller. La clausura del Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba contó con la presencia de los miembros del Buró Político: Esteban Lazó Hernández, Roberto Morales Ojeda y Ulises Guilarte, entre otras autoridades.
“La solidaridad no se puede bloquear”
Cuba nunca olvidará este día ni a quienes vinieron a acompañarnos en la primera celebración del 1ro. de Mayo, bajo las muy difíciles condiciones en que la pandemia de la COVID-19 ha dejado al mundo de los trabajadores en todas las latitudes, afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del Encuentro Internacional de Solidaridad que reunió en La Habana a 1 077 delegados de 60 países.
Al explicar las consecuencias de la agudización del bloqueo, desde 2019, denunció que el Gobierno de Estados Unidos declara a diario que los derechos humanos de nuestro pueblo son la prioridad en su política hacia Cuba; sin embargo, pretende provocar deliberadamente el colapso de la economía a fin de hacer peligrar el sustento cotidiano de su población.
Se trata de una política fallida –subrayó– que volverá a fracasar en su propósito de derrocar a la Revolución y tratar, una vez más, de forzar a nuestro pueblo y Gobierno a desistir en el empeño de construir un proyecto de justicia y bienestar para todos.
El diseño de EE. UU. agregó, sigue siendo el de ejercer la máxima presión, para generar desestabilización y, con el respaldo de sus operaciones de desinformación, responsabilizar a nuestro Gobierno por el impacto del inhumano cerco económico y financiero.
Insistió en que esa es una política falaz y violatoria de los derechos humanos y del Derecho Internacional, y aseguró que, «una vez más, la vamos a superar y saldremos adelante, fortalecidos con la resistencia creativa, el talento, la inteligencia, la audacia y el valor, con la fe en la victoria», añadió.
Aclaró que Cuba no esconde sus carencias, sus colas, sus dolorosas escaseces, entre otras cosas, porque no son frutos de la incapacidad del Estado socialista, como gritan sus enemigos, y puntualizó que, por mucha responsabilidad que tengamos los revolucionarios en los errores de la construcción socialista, no hay modo de negar que el más grande obstáculo a nuestro desarrollo es el bloqueo y su efecto, múltiple y diverso, como parte de una guerra prolongada y asimétrica.
¿Qué hacer?, se preguntó, y respondió: «No doblegarnos ni rendirnos jamás. Esa convicción la asumen con todo sentido de continuidad las generaciones que, nacidas con y después de la Revolución, van asumiendo las principales responsabilidades en todos los ámbitos de nuestra sociedad».
Ratificó que Cuba reconoce y defiende, como esencias, la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social, «¡el socialismo!», exclamó.
«Seguimos siendo el mal ejemplo al que tanto temen los privilegiados de las sociedades clasistas, los empeñados de siempre en que un mundo mejor no sea posible», dijo, a lo que contrapuso «que los empeñados de siempre en conquistar toda la justicia, seguiremos peleando porque un mundo mejor sea posible».
Luego de resaltar que el 1ro. de Mayo «nuestro pueblo lanzó un fuerte mensaje al mundo», recalcó que «la solidaridad no se puede bloquear como los insumos, alimentos, medicinas o incluso el oxígeno, que los imperialistas nos negaron en el peor momento de la pandemia.
La solidaridad, aseveró, «solo reconoce necesidades y demandas humanas y coloca a quienes la dan y la reciben en el escalón más alto de nuestra especie. Ella seguirá siendo un arma indestructible de lucha y, al mismo tiempo, un mensaje permanente e inagotable de paz, imposible de acallar».