12 años de cárcel para represor que dejó ciega a Fabiola Campillai

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El ex oficial de Carabineros fue condenado por el delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas.

Equipo “El Siglo”. Santiago. 11/10/2022. El ex capitán de Carabineros, Patricio Maturana, que le disparó una bomba lacrimógena a la trabajadora y hoy senadora, Fabiola Campillai, dejándola ciega y con graves lesiones en su rostro, fue condenado a 12 años y 183 días de cárcel, de acuerdo a la resolución dada a conocer por el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de San Bernardo.

El represor, que actuó de manera criminal contra Campillai quien se encontraba esperando transporte público, fue sentenciado el delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas. Maturana fue condenado “a la pena de 12 años y 183 días de presidio mayor en su grado medio, y a las penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena como autor del delito consumado”.

La magistrada, Marcela Nilo, señaló que “por no reunir los requisitos contemplados en la Ley 18.216 para sustituir el cumplimiento de la pena por alguna de las que menciona la citada ley, Patricio Maturana deberá cumplir la pena impuesta de manera efectiva teniendo de abono para su cumplimiento el tiempo que ha permanecido ininterrumpidamente privado de libertad con ocasión de esta causa”.

Las investigaciones judiciales apuntaron a que el ex capitán de Carabineros fue el responsable de disparar la lacrimógena que cegó a Campillai en 2019, en el marco de las manifestaciones de ese año, pero en las cuales la hoy senadora no estaba participando, y se encontraba esperando transporte. Maturana llegó a afirmar que la mujer pudo constituir peligro porque en su entorno había dos piedras y durante la investigación ocultó lo que contenía la cámara de servicio que llevaba en el momento del ataque represivo.

En diversos ámbitos hubo satisfacción por la resolución judicial, siendo este uno de los pocos casos en que el Poder Judicial ha condenado a un uniformado por causar lesiones con balines y bombas lacrimógenas en las movilizaciones de 2019, cuando hubo más de 400 víctimas de trauma ocular.