La continua tensión en La Araucanía, las semanas cruciales y de debate en torno del nuevo texto constitucional y las medidas y anuncios positivos salidos desde el Gobierno.
Equipo “El Siglo”. Santiago. 27/05/2022. 1)Un hecho de la causa es que la tensión en La Araucanía, y sobre todo en algunos territorios de esa región, la alta tensión continúa, si es que no aumentó. El hecho más complejo en estas semanas fue el asesinado de un trabajador mapuche, a días de que se instalara el Estado de Emergencia acotado, donde las Fuerzas Armadas sólo están destinadas a la vigilancia y eventual despeje de carreteras y caminos. Precisamente, lo que enfrenta ahora el Gobierno, es que sucesos violentos que incluyan, por desgracia, muertos o heridos, se repitan y la polémica en torno a decretar el Estado de Excepción sin limitaciones. Se suman elementos como la continuidad de quema de camiones, casas, predios, y otros actos de violencia donde, por lo demás, no hay entera claridad sobre los autores y sus propósitos. Agrega dosis de tensión declaraciones de dirigentes indígenas llamando al uso de las armas o persistir en atentados, con posteriores debates sobre posibles acciones judiciales y la pertinencia política de esas afirmaciones en medio de las luchas reivindicativas del pueblo mapuche. Además está la insistencia de considerar como actor fundamental en el escenario regional a las grandes empresas forestales que funcionan en el lugar y que son las que hacen uso de las tierras de los pueblos originarios y que más que contribuir a las soluciones, estarían en el discurso de “combate al terrorismo” y de cerrarse ante las demandas. Persiste en el ambiente, por cierto, la mirada a cómo están actuando los militares y carabineros y que no se vayan a repetir graves violaciones a los derechos humanos u operaciones de montajes para tapar irregularidades y acciones represivas fuera de protocolos. En definitiva, pudiera no haber un marco más enredado y crítico para el Gobierno, presionado por distintos sectores, sobre todo en cuanto a endurecer o no medidas en la zona, y con episodios vertiginosos a los cuales responder, junto a medidas más consistentes que son de mediano o largo plazo para abarcar y buscar caminos a demandas que son, por lo demás, históricas. Sólo por colocar un ejemplo, todo el problema de recuperación y entrega de tierras al pueblo mapuche, la compra de tierras donde hay atrasos y no uso de recursos, con la complejidad de esos trámites. Es evidente y no puede sorprender, que la situación en La Araucanía seguirá siendo un punto prioritario en la agenda del Gobierno, pero también de sectores políticos, empresariales y sociales.
2)En semanas cruciales ingresó el proceso constituyente, donde adquirió relevancia el trabajo de las comisiones de Armonización, Normas Transitorias y Preámbulo a partir del borrador que está disponible para la ciudadanía. En poco más de un mes, deberá estar listo el texto que se presentará el 4 de julio para ir al plebiscito de salida el 4 de septiembre. Esta situación elevó la disputa de proyecto-país y los lineamientos estratégicos del nuevo contenido constitucional, donde, en lo grueso, se enfrentan los sectores transformadores y conservadores de la sociedad chilena. Más allá de episodios o vocerías puntuales, lo que está en juego es el tipo de sociedad y de país al que se aspira y eso hace ineludible el debate y choque entre los sectores conservadores vinculados al poder financiero y el pensamiento ideológico retardatario (con elementos liberales de centroderecha o derecha), y los sectores que representan el ideario progresista, transformador, cuyo basamento son los derechos sociales y civiles. De tal manera que en estas semanas se agudizó la polémica y el debate en torno de las opciones Apruebo o Rechazo, con miras a ganar en el plebiscito de septiembre. Lo fundamental será la exposición de ideas, pero también de habilidades comunicacionales, donde está jugando un juego muy sucio la derecha con noticias falsas, informaciones mentirosas y tergiversaciones falaces. Por ello, quizá un punto a resaltar en esta contingencia, es que desde el Apruebo de habla con la verdad y la información, y desde el Rechazo con la mentira y la desinformación. Los reportes desde las distintas fuerzas políticas y sociales es que se está tensionando la campaña donde, sorprendentemente, se está aludiendo mucho a “ir a los territorios” y “dar voz a los ciudadanos”. En estos días fueron claras las precisiones desde el Gobierno en cuanto a que promoverá la participación en un plebiscito donde el voto es obligatorio, con la aspiración de que sea “un voto informado”, y con la claridad de que sólo hay dos opciones: aprobar o rechazar, dando por terminada la ficticia pretensión de una “tercera vía” o “plan B”.
3)Situaciones de gran alcance comunicacional e impacto mediático, como lo que ocurre en La Araucanía, los sucesos de delincuencia y violencia, el alza de precios, las acciones de estudiante secundarios (quemas de buses, salas de clases y protestas), pudieron eclipsar medidas y anuncios muy positivos que tienen que ver con la gestión del Gobierno. En eso se inscribe la fijación del salario mínimo en 400 mil pesos, con posibles alzas de acuerdo a situaciones económica, el subsidio para trabajadores de Mypimes y Pymes, inicio de los diálogos transversales para la reforma de pensiones, la contención de subida de precios en la parafina y control de precios en la canasta básica, las inversiones en infraestructura y otras área en Educación, los planes de respuestas sociales en beneficio de pueblos originarios, la agenda de verdad, justicia y reparación en materia de derechos humanos, la planificación para contener y parar la circulación y posesión de armamento en manos de civiles, entre otros temas. Además está a la vista el avanzar en asuntos como la reforma tributaria, reforzar los trabajos en materia de política exterior, mejorar los planes en cuanto a migración, colocar acelerador a la agenda legislativa y proseguir con los proyectos en relación a derechos de las mujeres. Habrá que estar atento a lo que será la primera cuenta pública del Presidente Gabriel Boric, el próximo miércoles 1 de junio.