Venezuela. Las negociaciones de EU por petróleo y los relacionamientos con AL

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Sergio Rodríguez Gelfenstein, analista del Instituto Samuel Robinson de Venezuela, abordó el acercamiento estadounidense ante la necesidad de petróleo -que incluye recurrir a Irán-, y recordó el lobby de empresas de Estados Unidos para tener relaciones con los venezolanos en materia energética. El especialista planteó que cambió el escenario continental respecto a Venezuela. Y enfatizó que “hay la intencionalidad de factores externos para que América Latina no actúe como un bloque regional”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. 23/03/2022. A raíz de la guerra Rusia y Ucrania, el embargo petrolero de Estados Unidos a los rusos, ¿qué está pasando realmente entre el Gobierno estadounidense y Venezuela respecto a la compra de petróleo?

Hace tiempo ya que se aplicaron las sanciones contra Venezuela por parte de Estados Unidos y Europa, y en particular contra la empresa petrolera estatal venezolana, PDVSA. Antes de ese quiebre, Estados Unidos importaba un 11% de petróleo desde Venezuela, y eso generó problemas. Desde esos tiempos, varias asociaciones de empresarios vinculados al petróleo en Estados Unidos, no estamos hablando de las grandes empresas trasnacionales, sino asociaciones de distribuidores, transportistas, y de los que tienen las concesiones de las gasolineras, le mandaron dos cartas al ex presidente (Donald) Trump, instándolo a suavizar las sanciones y a permitir que Estados Unidos pudiera seguir negociando con Venezuela en materia petrolera. Por supuesto no pasó nada. Lo que te quiero decir es que hay un permanente interés en sectores de Estados Unidos por establecer las relaciones en materia energética con Venezuela. Hay lobbystas contratados por estas empresas que trabajan con representantes y senadores de Estados Unidos, sobre todo de estados, como Texas, que es donde están las refinerías venezolanas, que ejercen cierta presión. De manera que hay un intercambio que, por solicitud de ellos, es confidencial, pero hay un intercambio.

Viene ahora esta situación de la crisis producida en materia energética por la invasión de Rusia a Ucrania, y se produce este acercamiento, que es la delegación de más alto nivel de Estados Unidos que vino a Caracas en los últimos veinte años. Por cierto, un comentario al margen y jocoso, es que la delegación que vino a Venezuela es de mucho más alto nivel e importante que la delegación que envió Estados Unidos a la toma de posesión de Gabriel Boric en Chile. Ahora, para Estados Unidos es muy difícil negociar con Venezuela en estos momentos porque ellos tienen elecciones en noviembre, y el tema electoral en Florida es de política interna que se transforma en política externa. Han disfrazado la visita, como que fue para hablar de presos en Venezuela, unos por terrorismo, y otros por cuestiones de corrupción. Es que ellos, además, no pueden aparecer negociando con Venezuela cuando no reconocen al Presidente Nicolás Maduro, es una incongruencia absurda. Bueno, viene toda esta situación en que Estados Unidos corta todo tipo de compra de petróleo a Rusia y recurren a Venezuela y también a Irán para tratar de solventar el déficit que se le produce en su importancia petrolera.

¿Esto no sería otro ejemplo de la anomalía en el tratamiento de Estados Unidos a otros países?

Absolutamente, porque eso que hace Estados Unidos, entre otros a Venezuela, está al margen del derecho internacional. Como seguir reconociendo a un supuesto Gobierno que sólo está en la imaginación de ellos, con un representante que no tiene presencia en el país, que no controla ninguna institución, que no tiene ningún posicionamiento territorial, es un absurdo total, es un absurdo jurídico, que está al margen del derecho. Aquí en el país eso no tiene ninguna validez. Ellos no reconocen al Gobierno, tampoco lo hacen algunos europeos, pero cuando tienen que tratar algún tema, ver algo de empresas, o esto del petróleo, entonces hablan con el real Gobierno, es absurdo. Toda esa posición es mediática y no tiene que ver con la realidad.

¿Y cómo ve el relacionamiento, a estas fechas, de Venezuela con los países de la región?

Hubo avances en los últimos años, sobre todo cuando comenzaron a cambiar los gobiernos a partir de unos años, con la victoria de Andrés Manuel López Obrador en México, la recuperación del MAS del Gobierno en Bolivia, el regreso de los peronistas al poder en Argentina, hay que ver lo de Pedro Castillo en Perú. Se comenzó a producir un cambio porque también varios países retomaron las relaciones con Venezuela. La primera repercusión de eso es que el Grupo de Lima murió, ya no existe, trataron de crear un nuevo grupo de Otawa, Canadá trató de crearlo, no tuvo ningún desarrollo, no pasó nada, creo que hicieron una reunión y falleció. La nueva situación en América Latina ha repercutido en las relaciones de Venezuela con la región. De manera que se ha ido modificando la situación. La última cumbre  ministerial de la CELAC, que se realizó en México, la relación de varias cancillerías fue distinta con Venezuela, algunos delegados que antes veían con asco a los venezolanos, comenzaron ellos mismos a pedir conversaciones bilaterales. Fue mejorando. Y bueno, el pueblo venezolano resistió, se mantuvo el Gobierno bolivariano, no fue derrocado, y la situación internacional y regional ha ido cambiando, Europa se dio cuenta que por vía del terrorismo no iba a lograr un cambio de Gobierno y se abocó a tratar de tener cierta participación en los procesos de negociación que se hacen internamente. Por eso enviaron una delegación de observadores a las últimas elecciones, con lo cual le dieron reconocimiento al Consejo Nacional Electoral, que no reconocían. Hay un proceso, en el que Venezuela no está apurada. No hay un apuro porque se restablezcan ciertas cuestiones, sino que se verá que se vaya produciendo en el tiempo y ahí se verá, dependiendo también de cambios internos en algunos países.

Se sigue hablando en América Latina de bloques de gobierno, uno progresista, de izquierda, otro de gobiernos de derecha, otros que no están en ningún bloque, ¿es una buena manera de mirar lo que pasa en la región?

Hay la intencionalidad de factores externos para que América Latina no actúe como un bloque regional, para debilitar la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), porque la única posibilidad que tiene América Latina de tener una presencia en el escenario global, es a través de estar unidad. Ni siquiera Brasil, que está entre las diez economías más grandes del mundo, que es un país política y económicamente poderoso, puede tener presencia en el mundo de hoy si no es configurando un bloque regional. Hay factores, con Estados Unidos al frente, de evitar cualquier posibilidad de construcción de bloques, de unidad, y eso no es de ahora, es de hace 200 años, desde la independencia que Estados Unidos hace grandes esfuerzos para evitar que haya una integración latinoamericana y caribeña. Europa, por razones ideológicas, con los partidos democratacristianos y socialdemócratas, al igual que lo hicieron en los años ochenta, cuando se luchaba contra las dictaduras la tesis de seguridad nacional, ellos cooptan y financian dirigentes para afectar las políticas independientes en la región. Mira, por ejemplo, ahora desde Europa se habla de construir una nueva izquierda poniendo como eje a Gabriel Boric. Con Lula se plantea una opción distinta, los mexicanos han sido los más insistentes en la necesidad de avanzar hacia el fortalecimiento de la CELAC.

Hay muchos temas, pero en lo general, ¿cómo sinterizaría la situación actual interna de Venezuela?

En primer lugar decirte que hay mucha paz, tranquilidad, aquí no hay manifestaciones, huelgas, represión, hay un ambiente de mucha tranquilidad en el país. Cuando se derrotó el esfuerzo de derrocar al Gobierno por vía del terrorismo, apoyado por Estados Unidos, Europa y la derecha latinoamericana, se fortalecieron elementos internos. En segundo lugar, te diría que el país avanza institucionalmente en negociaciones que se han hecho con la oposición democrática, porque aquí hay una oposición democrática y una oposición terrorista. La democrática es mayoritaria, y la terrorista es la que goza de la ayuda y aval de Estados Unidos, de su financiamiento, y es la que tiene espacios en los medios de comunicación internacionales y pareciera, en el exterior, que es la única oposición que existe. La oposición participó en las elecciones presidenciales, en las elecciones legislativas y tiene un bloque de diputados, y con esa oposición el Gobierno ha negociado la reforma del Consejo Nacional Electoral, y está por concluir una reforma del Poder Judicial. En términos institucionales el país está avanzando positivamente. En términos económicos ya se pasó lo peor. Llevamos seis o siete meses con inflación de un dígito, que tal vez para ustedes es lo normal, pero no para nosotros que tuvimos inflaciones de hasta tres dígitos. La devaluación del bolívar frente al dólar está controlado, llevamos cuatro o cinco meses en que la moneda está absolutamente estable, incluso el bolívar mejoró con respecto al dólar. La producción petrolera que normalmente en Venezuela, en sus mejores tiempos, llegó a ser de 2 millones 500 mil barriles diarios, tuvo producciones de 300 mil barriles y cayó a 250 mil barriles diarios por las sanciones. Eso se recuperó y cerramos el año pasado con un millón de barriles diarios y el Presidente Maduro anunció que se está trabajando por llegar a los dos millones el año 2022. No sé si se logre, pero se seguirá avanzando en esa materia. Otra cosa importante es que la apertura económica que hizo el Gobierno y que estimuló a muchos empresarios nacionales a invertir en el país y mejorar el comercio, hace que en estos momentos en Venezuela el abastecimiento sea absolutamente normal, mucho más que hace tres o cuatro años cuando era difícil conseguir productos en el supermercado o se te dañaba el vehículo y no podías repararlo porque no había repuestos. Eso ahora no existe. El problema de la gasolina que fue grave hace uno o dos años, también tiende hacia la normalización. Ya no hay grandes colas, el abastecimiento es más regular.

Venezuela avanza hacia la estabilización social, que es producto de una mejor situación política del país y mejoramiento de la economía.