Valoramos profundamente que este año el Premio Nacional de las Artes Musicales recayera en alguien que representa la música popular, un área que no siempre ha gozado del reconocimiento necesario dentro de las estructuras oficiales.
Isabel Gómez Muñoz. Presidenta Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile (SECH). Santiago. 9/2024. Las conexiones que se han dado a través de la historia del arte entre música y literatura dan cuenta de un tejido cultural que convive desde las emociones, los sentires y los sueños en común. Hablar de la música es hablar de la poesía en movimiento.
Ambas disciplinas artísticas se nutren mutuamente. La literatura ha sido fuente de inspiración para muchos compositores, es así como novelas, poemas o cuentos han sido adaptados en sinfonías, óperas y canciones, como por ejemplo la ópera Otelo de Giuseppe Verdi o la obertura Romeo y Julieta de Pyotr LLyich Tchaikovsky, por señalar solo algunas.
Este año el Premio Nacional de las Artes Musicales recayó en la figura de Valentín Trujillo, siendo una noticia que no pasó desapercida entre las y los trabajadores de las culturas.
Valoramos profundamente que este año el premio recayera en alguien que además representa la música popular, un área que no siempre ha gozado del reconocimiento necesario dentro de las estructuras oficiales. No debemos olvidar que este tipo de música es la que ha acompañado la vida de miles de personas que ven en este género un área directamente vinculada con sus vidas y sus formas de sentir y percibir la realidad.
Valentín Trujillo es además de pianista, compositor, arreglista y director de orquesta. Cuenta con más de setenta años de trayectoria musical. Estudió música, armonía y composición en el Concervatorio Nacional de Música en Santiago, ejerciendo la docencia en el Instituto Superior de Comercio, el Instituto Comercial Nº2 de Santiago y el Liceo Valentín Letelier.
Muy significativa fue su participación como director musical del Tren Popular de la Cultura, iniciativa que durante el año 1971 realizó presentaciones artísticas entre Puerto Montt y Rancagua, además del programa infantil Pin Pon, junto al actor Jorge Guerra, programa que se vio interrumpido por la dictadura militar el año 1974. Estos hechos dan cuenta, además, de un tremendo compromiso con las causas populares y la defensa de los derechos humanos, la libertad de expresión y la justicia, todos estos elementos son absolutamente necesarios al momento de proyectar una carrera musical que, desde siempre, ha estado vinculada con las luchas por las transformaciones sociales.
Su rica historia personal ha servido de inspiración para que editoriales como Catalonia publicara una biografía titulada “Valentín Trujillo, Una vida en la música”, escrita por Darío Oses el año 2013. Posteriormente, el año 2016 fue condecorado con la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda. Todos estos reconocimientos fueron abriendo el camino para que este año al fin se le otorgara el Premio Nacional de Artes Musicales, un galardón largamente esperado por el autor y que viene a dar cuenta del reconocimiento de un país entero que valora el aporte de la música popular como constructora de nuestra identidad.
Celebramos este reconocimiento y saludamos en la figura de Valentín Trujillo a todas y todos quienes ejercen el noble oficio de las artes, en sus múltiples voces que conviven y dialogan constantemente, inspiradas en la armonía y la belleza, como un discurso necesario y urgente en el Chile de hoy.