Oncobiomed es creadora de las tecnologías oncológicas TAPCells y LycellVax, con las que busca expandir las oportunidades para desarrollos nacionales de base científica-tecnológica en China. Su misión en el gigante asiático refuerza el rol de la ciencia local como actor emergente en biotecnología avanzada, particularmente en vacunas contra el cáncer, un área de interés estratégico en China. Actualmente, las exportaciones de Chile a uno de los mayores mercados globales, con 1.400 millones de consumidores, se concentran en recursos naturales y alimentos, tales como cobre, litio, celulosa, frutas y pescados.
Luis Francisco Sandoval. Agencia Sandoval&Meirovich Comunicaciones. Santiago. 10/2025. , nacida de la Universidad de Chile, creadora de las vacunas contra el cáncer TAPCells y LycellVax, continúa avanzando en su expansión a mercados globales tras una misión tecnológica que le permitió establecer acuerdos con universidades y socios privados en dos de las principales ciudades de China: Shenyang y Shenzhen, esta última considerada el “Silicon Valley” de la potencia oriental.
La visita marca un hito en la internacionalización de las tecnologías, que actualmente proyecta la realización de ensayos clínicos en pacientes oncológicos en Brasil y que posiciona a la empresa como un actor emergente en un mercado estratégico para las terapias avanzadas contra la enfermedad, aseguraron sus ejecutivos.
La invitación, extendida por el doctor Xuexin Li, Director del Centro de Innovación Biomédica del Cuarto Hospital Afiliado de la Universidad Médica de China y la empresa Shenyang Bionus Technology, refuerza el rol de la ciencia chilena como un polo emergente en biotecnología avanzada y espera contribuir con exportaciones tecnológicas no tradicionales, a la diversificación del intercambio comercial con China, el principal socio de Chile, un mercado fundamentalmente receptor de recursos naturales desde América Latina y en el que la ciencia todavía no ocupa un lugar relevante, subrayó el exministro de Ciencia y profesor de la Universidad de Chile, doctor Flavio Salazar.
“Hay un interés serio en China por captar la experiencia que tenemos en Chile en inmunoterapia antitumoral. Esto debido a que no hay ninguna tecnología de células dendríticas desarrollada en ese país, mientras en el mundo existen propuestas de este tipo en naciones como Alemania, Israel, Corea del Sur, Estados Unidos y Países Bajos. Esto explica el interés por nuestras vacunas y la experiencia que podemos aportar”, señaló el asesor científico de Oncobiomed e impulsor de las investigaciones que desde hace 20 años dieron origen a ambas tecnologías.
Si bien China lidera el desarrollo global en múltiples campos, desde la automatización hasta la IA, las terapias celulares no son particularmente uno de ellos.
En este contexto, el doctor Salazar adelantó que los tres ejes de cooperación que se abren a partir de este acercamiento son, el intercambio de capital humano avanzado entre ambas naciones mediante acuerdos de cooperación académica entre la Universidad de Chile y la Universidad Médica de China; la oportunidad de asociatividad con empresas Chinas con capitales locales y participación societaria de Oncobiomed, lo que permitiría apalancar recursos gubernamentales y privados para impulsar estudios clínicos en cánceres prevalentes localmente; y finalmente lograr que la tecnología creada en Chile sea aprobada para uso comercial en China, generando beneficios para la compañía y la casa de estudios pública en forma de royalties.
China es al día de hoy el principal destino de las exportaciones de nuestro país, aunque estas se concentran en recursos naturales como el cobre, el litio, la celulosa, la fruta fresca y pescados y mariscos. En conjunto, los envíos a China equivalen a alrededor del 40% del total de las exportaciones nacionales, de acuerdo con cifras oficiales, siendo nuestro principal socio comercial.
Actualmente, el mercado global de inmunoterapias supera los 120 mil millones de dólares, con proyecciones de alcanzar los 240 mil millones para 2032. “Chile aún no ha explorado suficientemente la relación con China en términos de intercambio científico-tecnológico. Somos uno de los primeros países que reconoció a China después de la revolución, pero la relación se ha concentrado casi exclusivamente en comercio. Hoy es importante abrir el camino para un intercambio de tipo científico y tecnológico, que incluye vinculación académica, generación de emprendimientos comunes e instalación de capacidades, algo que China promueve especialmente con Latinoamérica”, enfatizó el investigador.
El Silicon Valley chino
En el proceso histórico conocido como el “milagro chino” -el crecimiento económico que, desde las reformas de 1978, transformó a ese país de ser una economía rural y planificada en la segunda potencia mundial-, Shenzhen destaca por su vertiginoso desarrollo económico y urbano. Lo que antes fue una modesta aldea pesquera junto a Hong Kong, hoy es una metrópolis de más de 17 millones de habitantes, símbolo de modernización y sostenibilidad urbana. Su vertiginoso crecimiento la ha convertido en el “Silicon Valley” chino, un polo global en electrónica, software, robótica y movilidad eléctrica que concentra talento, inversión y proyección internacional.
Pero el mapa del desarrollo tecnológico chino no termina allí. Shenyang, en el noreste de China y capital de la provincia de Liaoning, es un histórico centro industrial que ha concentrado su desarrollo en la industria pesada, abarcando sectores como fabricación aeroespacial, automotriz, maquinaria, electrónica, defensa y, más recientemente, software. En la última década, el gobierno central ha promovido su evolución hacia industrias estratégicas y de alta tecnología, incluyendo robótica, aviación civil y medicina digital.
La misión de Oncobiomed en ambas ciudades tuvo como objetivo explorar oportunidades de colaboración y finalizó con tres hitos concretos: el establecimiento de una colaboración científico-tecnológica con la Universidad Médica de China en Shenyang para estudios en cáncer gástrico y de colon; un compromiso formal del gobierno de provincial de Liaoning (cuya capital es Shenyang) en apoyar el aterrizaje de la tecnología en China con fondos públicos y plataformas para investigación y manufactura y cartas de intención con empresas locales para explorar la transferencia tecnológica de las inmunoterapias en ambas ciudades de China.
Durante su visita, el equipo chileno se reunió con autoridades del gobierno provincial y municipal, con autoridades universitarias, e inversionistas privados, visitando centros reconocidos por su infraestructura avanzada. Entre ellos, la ciudad científica tecnológica de Hunan en Shenyang, que ocupa siete kilómetros cuadrados y alberga laboratorios, startups biotecnológicas, de ingeniería, robótica, oficinas de transferencia y plataformas para el escalamiento productivo. En Shenzhen, visitaron la Zona de Cooperación Hetao para la Innovación Científica y Tecnológica Shenzhen-Hong Kong, en el corazón del llamado “Silicon Valley” chino.
Aunque la infraestructura y la inversión en China son de las más avanzadas en el mundo, el equipo chileno advirtió que aún existen oportunidades para empresas especializadas en biotecnología capaces de aprovechar plenamente estas capacidades. Esto abre una coyuntura estratégica para transferir conocimiento y tecnologías en terapias avanzadas, fortaleciendo la presencia chilena en el ecosistema biotecnológico del gigante asiático y global, afirmó Cristián Pereda, CEO de la compañía nacional.
“Hemos constatado el alto nivel tecnológico de China y el interés del gobierno en impulsar el desarrollo tecnológico a gran escala. Cada lugar que visitamos mostraba una inversión sorprendente en infraestructura y capacidades técnicas, pero también un espacio para la innovación. Nuestra experiencia permite identificar oportunidades de colaboración en investigación, producción y transferencia tecnológica de productos biotecnológicos. China y Chile comparten características como países emergentes, lo que facilita la adaptación de nuestras tecnologías a su contexto”, agregó Pereda.
Desde la comitiva chilena valoraron que uno de los fundamentos del interés radica en la efectividad mostrada por TAPCells y LycellVax en estudios publicados en revistas científicas internacionales, y la experiencia de sus equipos en impulsar ensayos clínicos y la obtención de patentes comerciales. Como referencia, la primera de estas terapias contribuyó a que pacientes en estados avanzados de cáncer de piel alcanzaran remisiones prolongadas de más de cinco años. LycellVax, por su parte, ha demostrado ser segura y capaz de estabilizar la enfermedad en pacientes con melanoma refractario a terapias convencionales.
Acuerdos estratégicos
En Shenyang, capital de la provincia de Liaoning, el gobierno provincial se comprometió a apoyar la transferencia de la tecnología chilena mediante fondos públicos, facilidades para la producción y la creación de empresas con capital mayoritariamente chino, en las que los innovadores chilenos podrían participar estratégicamente. Además, se firmaron acuerdos con socios privados locales para explorar el desarrollo y escalamiento tecnológico.
Estas iniciativas forman parte de un modelo público-privado chino-chileno que combina inversión estatal, universidades e infraestructura privada para promover la innovación, la transferencia tecnológica y el intercambio de conocimiento. Los convenios permitirán mantener la operación principal de Oncobiomed en Chile y Brasil mientras se impulsa la implementación y desarrollo de nuevas tecnologías en China, fomentando la formación de talento especializado y la creación de experiencia local en producción de biológicos.
En Shenzhen, en tanto, el equipo chileno estableció un acuerdo de colaboración científica y tecnológica con el Hospital Afiliado de la Universidad Médica de China, centrado en cáncer gástrico y de colon, principales causas de mortalidad en el país. También se exploraron oportunidades de cooperación con empresas privadas enfocadas en inversión y escalamiento, consolidando un entorno favorable para la transferencia de derechos tecnológicos y la realización de estudios clínicos bajo estándares internacionales.
Cristián Pereda, CEO de Oncobiomed y parte de la comitiva, subrayó que las inmunoterapias tienen hoy una de las proyecciones más dinámicas dentro de la biomedicina global. Esto debido a que representan un cambio de paradigma frente a los tratamientos convencionales, ya que utilizan el propio sistema inmune del paciente para combatir enfermedades complejas, especialmente distintos tipos de cáncer y patologías autoinmunes. En el contexto de la proyección global de las vacunas chilenas, consolidar su presencia en China será un paso decisivo.
“Las inmunoterapias están creciendo a un ritmo impresionante en el mundo y creemos que Chile puede jugar un rol en esa expansión; nuestra tecnología de vacunas celulares nos posiciona para competir internacionalmente y aportar innovación desde el sur a un mercado que está transformando la medicina. Oncobiomed puede convertirse en un puente estratégico entre Chile y China en el campo de la biotecnología, facilitando colaboración científica, transferencia tecnológica y acceso a nuevas oportunidades de desarrollo para ambos países”, dijo Pereda.
Oncobiomed nació como un spin-off de la Universidad de Chile, bajo la dirección científica del doctor Flavio Salazar. La empresa ha dedicado dos décadas a desarrollar vacunas celulares que activan el sistema inmunológico de los pacientes oncológicos para atacar células tumorales, logrando resultados clínicos destacados a nivel internacional. Este año, se adjudicaron recursos del fondo Innova Alta Tecnología de Corfo, que le permiten implementar procesos de manufactura bajo estándares GMP y adaptar su producción a protocolos internacionales para facilitar el escalamiento.