En los últimos 30 años los nacimientos en el país se redujeron en un 50%. Regiones como la Metropolitana y de Antofagasta, de no ser por la llegada de migrantes, probablemente habrían descendido en su cantidad de habitantes entre 2017 y 2024, y la Región de Aysén directamente disminuyó su población en ese periodo.
“El Siglo”. Santiago. 5/2025. El Censo 2024 determinó que Chile tiene una población de 18.480.432. Desde 2017 a 2024 el aumento fue de 906.429 personas. Sin embargo, dentro de esta alza hay que considerar que la cantidad de personas nacidas en el extranjero que actualmente viven en Chile creció en 862.185 desde el último Censo.
Estos datos se conectan con el estudio realizado por Cristián Doña (ICSO-UDP), con datos a partir del Censo 2024 e informes del Servicio Nacional de Migraciones, que muestra que en algunas regiones la población habría disminuido si no fuese por el aumento de migrantes. En la Región de Antofagasta, por ejemplo, señala que existen 41.055 migrantes más de los que había en 2018. En cambio, la población total aumentó solo 27.882 personas entre 2017 y 2024, por lo que hubiesen disminuido en aproximadamente 13.000 personas. Lo mismo asegura que pasa en la Región Metropolitana. En la capital del país los migrantes aumentaron de 747.258 en 2018 a 1.089.049 en 2023. En cambio, la población total de la región aumentó de 7.112.808 a 7.400.741. Por tanto, hubiese perdido 53 mil habitantes de no ser por la cantidad de extranjeros que ingresó a vivir en la región durante los últimos siete años.
Estas estadísticas se explican principalmente por la baja en tasa de natalidad. Según el boletín demográfico del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se registró una disminución de la mitad respecto a la que había hace 30 años. Los datos indican que hubo tan sólo 135 mil nacimientos en 2024, con un promedio mensual de natalidad de 11,2 mil. En 1994 se registraron más de 273 mil.
La cifra también es más baja en comparación a los últimos años, ya que en 2023 hubo casi 175 mil nacimientos y en 2022, 190 mil. En sólo un año los nacimientos disminuyeron en 39 mil.
Las estadísticas muestran que la tasa global de fecundidad (TGF, el número promedio de hijos que tiene una mujer durante su vida fértil), viene descendiendo aceleradamente en los países desarrollados desde las décadas de los 50 y los 60. Hoy, América Latina es la región donde esta tasa ha descendido de manera más acelerada y Chile es el mayor ejemplo de esto.
Pero Chile no solo destaca en este ámbito en América Latina, según datos del Banco Mundial al año 2023 se ubicaba entre los 15 países del mundo con menor tasa de natalidad del mundo.
Otro dato que llama la atención es que la cifra de baja natalidad se acercó bastante a la de defunciones en 2024, año en que se hubo 120 mil fallecidos.
A su vez, la conformación etaria de los hogares también se ha modificado notoriamente. En 1992 un 62% de los hogares del país contaba con personas entre 0 y 14 años, mientras que en 2024 solo el 33,2%.
Por otra parte, en el mismo periodo los hogares conformados exclusivamente por personas de más de 65 años pasaron del 4,3% al 11,6%.
Disminución del embarazo adolescente
Más allá de la preocupación generalizada por la baja en la natalidad. Hay una noticia positiva que explica en parte esta realidad: la importante disminución del embarazo adolescente.
El año 2000 hubo 1.055 embarazos de mujeres menores de 15 años y 39.257 entre 15 y 19 años. Según datos del INE, 23 años después en menores de 15 disminuyó a 164 en menores de 15 y a 6.428 en el segmento hasta los 19 años.
Una de las razones que explican esta baja es el uso de métodos anticonceptivos. De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Juventudes 2022, del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), el uso del condón en la primera relación sexual experimentó un aumento significativo en el período de 2015 a 2022, pasando del 59,9% al 73,8%. Además, el porcentaje de jóvenes que han utilizado algún método anticonceptivo en su primera experiencia sexual, ya sea condón, pastilla u otro, aumentó del 77,5% (2018) al 86,6% en 2022.
Uno de cada cinco nacimientos son de madres extranjeras
Los datos del INE muestran que en 2017 hubo 219.186 nacimientos, de ellos, 204.010 fueron de madres chilenas y 15.176 fueron madres extranjeras (es decir, 93,1% frente a 6,9%). En tanto, en 2022, de 189.303 nacimientos, 153.439 fueron de madres chilenas, y 35.864 de madres extranjeras (81,1% frente a un 18,9%).
De los 35.864 nacidos vivos de madres extranjeras en 2022, el mayor porcentaje (20,3%) fue de mujeres venezolanas, seguidas de las madres peruanas (10,6%) y haitianas (10,0%). Los porcentajes más altos de hijos e hijas de madres extranjeras por región estuvieron en Tarapacá y Antofagasta, donde de cada 100 nacimientos ocurridos 48 y 41 nacimientos fueron de madres extranjeras, respectivamente.
Propuestas para abordar la baja tasa de natalidad
Cuando se conocieron las cifras de natalidad, la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro, explicó que “cuando hablamos de la baja en la natalidad, tenemos que ponerlo en el contexto de transformaciones demográficas que son más amplias que eso, hablamos de diversas causas, como por ejemplo, la disminución del embarazo adolescente, el ejercicio de derechos sexuales y reproductivos de mujeres que están decidiendo postergar la maternidad, pero también de los hombres, como es el caso de las vasectomías que han aumentado en un 887% en diez años”.
También contó que cuando se han realizado estudios sobre la baja en la natalidad, “se han identificado distintos elementos, pero uno de los que más se señalan tienen que ver con la falta de condiciones económicas y sociales para poder hacerse cargo de la crianza, de la decisión de tener hijos e hijas. También en el caso de mujeres, señalan que la maternidad se ve como una decisión que puede afectar el desarrollo profesional, de proyectos de vida, educativos, y también vemos elementos como la precariedad de un sistema de cuidados”.
Por tal motivo, Toro ha señalado que es “importante que podamos avanzar no con llamados simbólicos sino con políticas públicas concretas como un Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados que apoye el cuidado de los niños, niñas, de las personas con dependencia, de las personas mayores y también con el fortalecimiento de servicios sociales que ayudan al cuidado».
En la misma línea, las diversas candidaturas presidenciales han puesto el foco en este tema. Jeannette Jara, abanderada del Partido Comunista y Acción Humanista en las primarias presidenciales del oficialismo, ha señalado que “no les vamos a ofrecer un bono de un millón de pesos para tener una guagua” como promueven sectores de derecha, sino que apunta a propuestas más integrales como el postnatal obligatorio para hombres. “Para nosotros es vital pasar de un concepto de salario mínimo a salario vital. Uno se preguntará qué tiene que ver esto con la natalidad y tiene mucho que ver porque en Chile hay que transparentar con cuánto vive una familia. Si nosotros nos ponemos de acuerdo en cuánto es lo mínimo que vive una familia, seguramente esas familias van a poder tener para pagar un arriendo, para pagar la luz, el agua y para pensar si tienen hijos o no”, indicó.
Dibujo: Osval.