El Presidente de Colombia quiere innovar en la lucha contra el narcotráfico y el consumo de drogas, y aspira a una eficaz coordinación regional. Está pensando convocar a una Cumbre Regional a los presidentes de Chile, México, Brasil, Perú, Venezuela, Honduras y Argentina. Hay ideas como conversar con jefes de carteles y legalizar el uso de la marihuana.
Regina Reyes. Periodista. Ciudad de México. 27/08/2022. Tanto el presidente Gustavo Petro, como la vicepresidenta, Francia Márquez, e integrantes del nuevo Gobierno de Colombia, expusieron algunas ideas de cómo encarar al narcotráfico y el consumo de drogas, lo que incluye la posibilidad de avanzar en una estrategia común en América Latina.
Entre las medidas a tomar estaría legalizar la marihuana para uso recreativo, conversaciones con carteles del narcotráfico para alcanzar acuerdos judiciales y de detención de actividades, renovación de la política antidrogas, coordinación eficaz a nivel regional.
De acuerdo con informes llegados desde Bogotá, el Presidente Petro tendría la idea de convocar a una especie de Cumbre Regional, a los mandatarios de Chile (Gabriel Boric), México (Andrés Manuel López Obrador), Argentina (Alejandro Fernández), Honduras (Xiomara Castro), Bolivia (Luis Arce), Brasil (Jair Bolsonaro), Venezuela (Nicolás Maduro) y Perú (Pedro Castillo), para concordar criterios comunes frente al tema del narcotráfico y consumo de droga y establecer coordinaciones precisas.
Eso sería vital porque un acuerdo regional común, establecería, precisamente, un denominador común en Latinoamérica que permitiría enfrentar a los carteles del narco, los grupos del crimen organizado y todo lo relacionado con producción y consumo de diversas drogas.
Una tesis que se baraja en el equipo presidencial colombiano, es que “la guerra contra el narcotráfico” y el potenciar fuerzas militar y policial demostró un fracaso y hay que innovar con otras decisiones y acciones. Una de ellas, que podría encontrar freno en algunos gobiernos latinoamericanos, es la “negociación judicial” con jefes del narco, tendiente a establecer el fin de sus operaciones, con rebajas de penas, reinserción, mecanismos de trasvasije de dineros y cuentas, y encontrar caminos para desarticular carteles que, sin duda, son poderosos.
En entrevista con la agencia informativa ALAI, la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, estableció que “la legalización de la hoja de coca y de la marihuana es un camino que deberíamos tejer como región. Bolivia ha avanzado un poco, Uruguay también, pero falta el avance como región en una política de drogas distinta a la política criminal que hemos tenido”.
Hay un punto de tensión en estos planes, que es la postura que tendría el Gobierno de Estados Unidos, y cómo organismos como la DEA se pararían ante acuerdos y resoluciones de administraciones regionales, sobre todo porque los estadounidenses suelen colar operaciones ilegales, extraterritoriales y de supuesta protección “de la seguridad nacional” de la potencia. Además que existen informes y versiones de que organismos de Estados Unidos, vía infiltrados, dobles agentes y otros operadores, tienen vínculos con carteles del narco en América Latina.
Por lo demás, no se sabe de acercamientos con Colombia y disposición a avanzar en la línea que se está planteando desde Bogotá, de parte de gobiernos como los de Gabriel Boric, y se tiene reparos por posturas ultraconservadoras como las de Bolsonaro. Se sabe, de acuerdo a fuentes diplomáticas, que hay voluntad de mandatarios como Maduro, Arce y López Obrador.
Lo que parece claro es que desde el Gobierno de Gustavo Petro no se quiere seguir con una política tradicional y guerrerista respecto al fenómeno del narcotráfico y la realidad del consumo de drogas, se quiere innovar para tener resultados y en ello se aspira a una convergencia con países de la región.