Se invisibilizó costo humano del corte de la luz

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Se terminaron vulnerando derechos de las personas en salud, alimentación, educación. Así se señaló en el foro “Miradas Abiertas de El Siglo”, bajo el título “Un examen crítico al sistema energético en Chile”. En esa línea se relevó que el acceso a la energía es un derecho humano, un derecho social. Respecto al comportamiento de las grandes empresas privadas de la electricidad frente a las condiciones presentadas en esta semana, se señaló que una cosa es fallar, pero otra es la indolencia y se indicó que lo sucedido con los prolongados cortes de luz puso en la mesa la discusión del rol que debe cumplir el Estado en el sector eléctrico.

“El Siglo”. Santiago. 9/8/2024. Hubo una invisibilización del costo humano que tuvo  para decenas de miles de personas el prolongado y extendido corte de luz en la Región Metropolitana la última semana.

Situación que provocó la vulneración de derechos de las personas en salud, alimentación, educación, produjo que cientos de personas enfermaran y se pusiera en peligro la vida de decenas de enfermos electrodependientes.

Fueron algunos de los planteamientos hechos en el foro «Miradas Abiertas de El Siglo», con el tema “Un examen crítico al sistema energético en Chile”, en el que participaron como expositores el exsubsecretario de Energía y académico, Julio Maturana, la jefa de la Oficina de Género y Derechos Humanos del Ministerio de Energía, Francisca Valenzuela, y el Coordinador de NITES (Núcleo de Investigación en Interdisciplina y Transdisciplina para la Educación Superior), Matías Fleischmann. La conducción del foro estuvo a cargo del economista David Cuevas.

En el espacio se enfatizó que la crisis producida por el largo corte de energía en muchas comunas de la Región Metropolitana tuvo un efecto social, humano y de vulneración de derechos que ha sido poco tratado y comentado, pese al impacto en la vida cotidiana de cientos de miles de personas y en aspectos como la comida, la calefacción, la salud, el estudio, las condiciones sanitarias, acceso a Internet, entre otros.

En esa línea se relevó que el acceso a la energía es un derecho humano, un derecho social, sobre todo en sectores pobres, rurales y de desarrollo. En ese sentido se indicó la necesidad de garantizar, por ejemplo, al acceso a la luz, no sólo enfrentando situaciones como las vividas en días pasados a partir de temporales de viento y lluvia, sino asumiendo el tema de costos y accesibilidad para toda la población en todos los territorios del país.

Se apuntó a que en Chile existe, en general, un buen acceso a la electricidad, pero no siempre es de calidad, ni equitativo.

Respecto al comportamiento de las grandes empresas privadas y trasnacionales de la electricidad frente a las condiciones presentadas en esta semana, se señaló que una cosa es fallar, pero otra es la indolencia. Se enfatizó que hubo responsabilidades importantes de las empresas en la extensión del corte de luz, que tiene que ver con falta de prevención, falta de capacidad humana técnica, ausencia de inversión y deficitaria infraestructura.

En el foro se planteó que más allá de las multas o sanciones que se puedan aplicar, incluso la posibilidad de terminar las concesiones a algunos consorcios, esta situación trajo de nuevo la discusión sobre el papel de las empresas privadas, así como el rol que debe cumplir el Estado en el sector eléctrico. Se expuso, por ejemplo, que en muchos países en esta área conviven bien el sector público y el sector privado, y que una respuesta que hay que dar es qué tan fuerte puede llegar a ser el Estado en el ámbito de la energía y particularmente de la energía eléctrica.

Llevado el tema a la realidad país, más allá de contingencias, se señaló que falta una discusión política y estratégica respecto al tema energético, lo que incluye confrontar una visión neoliberal con una transformadora, y analizar los roles de lo público y lo privado. Al tiempo de cultivar la conversación y el aprendizaje de este tema en espacios ciudadanos, en regiones y territorios.

Foto: El Siglo.