En su reciente gira por Centroamérica y el Caribe, el recién nombrado Secretario de Estado encontró el rechazo de los líderes de la Comunidad del Caribe, quienes defendieron la contratación de los profesionales cubanos y negaron que se tratara de una forma de explotación. Como se dice en buen cubano, “apagaron el teléfono” a Mr. Rubio; lo dejaron con la palabra en la boca y los malos deseos en el alma, y tuvo que marcharse sin resultados. Como si fuera poco, Rubio llamó por teléfono, hace poco, al mandatario chileno Gabriel Boric, y este no respondió.
Raúl Antonio Capote. Periodista. “Granma”. La Habana. 6/2025. En otro de sus recurrentes arrebatos de odio contra Cuba, el señor secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, anunció la retirada de visas a funcionarios centroamericanos por la supuesta “explotación” de médicos cubanos mediante el “trabajo forzoso”.
A través de un comunicado oficial, el jefe de la diplomacia estadounidense señaló que estos funcionarios están implicados en la contratación de misiones médicas cubanas en sus países, lo que constituye algo inaceptable para el gobierno de Donald Trump.
Con estas restricciones de visado, añadió, la Casa Blanca envía “un mensaje claro sobre su compromiso con la promoción de los derechos humanos y el respeto a los derechos laborales en todo el mundo”.
Tratemos de dilucidar la verdad tras la verborrea del funcionario yanqui. Si un mensaje queda claro ante el mundo, es que Washington miente conscientemente sobre las misiones de salud cubanas.
Esta nueva acción coercitiva no nace del compromiso con los derechos humanos y laborales. Basta con echar un vistazo a la situación laboral de millones de estadounidenses sin empleo o con empleos precarios, en un país en el que, además, miles de trabajadores inmigrantes son cazados en las calles como animales.
La Casa Blanca conoce bien el sentido solidario y altruista de las misiones cubanas. Por décadas, miles de profesionales han brindado apoyo a diversos programas de salud, ganándose el reconocimiento y el respeto de comunidades, gobiernos e instituciones internacionales.
Un ejemplo emblemático de esta labor es el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve, creado en 2005 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Recordemos que esta iniciativa nació tras el azote del huracán Katrina en el sur de EEUU con el propósito de asistir de manera gratuita al pueblo de Nueva Orleans; sin embargo, la ayuda fue rechazada por el gobierno de George W. Bush.
En su reciente gira por Centroamérica y el Caribe, el recién nombrado Secretario de Estado encontró el rechazo de los líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom), quienes defendieron la contratación de los profesionales cubanos y negaron que se tratara de una forma de explotación.
Como se dice en buen cubano, “apagaron el teléfono” a Mr. Rubio; lo dejaron con la palabra en la boca y los malos deseos en el alma, y tuvo que marcharse sin resultados.
En realidad, el objetivo estadounidense de tales entuertos es privar a la isla de los ingresos que esta colaboración reporta, como parte del plan para estrangular la economía de la nación caribeña, con el malhadado fin de rendir a su pueblo.
Por otro lado, la expulsión de misiones médicas en países alineados con EEUU ha provocado la pérdida de servicios esenciales para poblaciones vulnerables, lo que refuerza la percepción de que la campaña tiene fines políticos más que humanitarios.
Intereses oscuros trazan la línea de conducta del político estadounidense, quien recibe financiamiento de lobbies, incluyendo más de un millón de dólares de la comunidad sionista para su campaña.
Como si fuera poco, y convirtiendo en tendencia eso de dejarlo con la palabra en la boca, Marco Rubio llamó por teléfono, hace poco, al mandatario chileno Gabriel Boric, y este no respondió. Desde la Presidencia, la llamada fue desviada al canciller Alberto van Klaveren.
La intención del político yanqui era conocer, de parte del propio gobernante chileno, lo que pensaba anunciar respecto a Israel, ya que en las últimas semanas se había especulado que era probable que rompiera relaciones diplomáticas con el régimen sionista.
Dibujo: Jorge.