“Recuperar la lectura debe trascender hacia las militancias de izquierda”

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Así lo señaló la escritora y editora de la revista Araucaria, Isabel Gómez Muñoz, quien enfatizó que “desde allí se comienza a germinar un espacio democrático y de transformación social”. Recalcó que “motivar el hábito lector es un tema que amerita muchísima dedicación”. Sobre el desarrollo de proyectos culturales en Chile indicó que “hace falta un mayor compromiso de parte del Estado en políticas culturales, el porcentaje invertido en cultura es absolutamente insuficiente y no da cuenta de lo que los estándares internacionales recomiendan para esta materia”. Expresó que “en ese empeño la intelectualidad de izquierda no debe perderse”. Isabel Gómez valoró que Araucaria haya llegado a su edición 53 y sostuvo que “creemos muy necesario que circule este tipo de ediciones que inviten a la reflexión, a generar un pensamiento crítico, que nos permita estar atentos al acontecer cotidiano”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 4/2025. Ya circula el nuevo número de Araucaria. ¿Qué decir de su contenido, dónde se puede adquirir?

Efectivamente, ya se encuentra circulando el Nº53 de la revista Araucaria de Chile. Esta edición contempla importantes artículos, todos ellos perfilados a dar cuenta de Latinoamérica y sus desafíos. Nos propusimos como equipo editor hacer referencia al estado en que se encuentran los diversos proyectos políticos de América Latina, cuáles son sus falencias, sus puestas en común. Es así como recibimos colaboraciones de Argentina, Uruguay, Venezuela, entre otros, cuya orientación es transparentar las diversas situaciones políticas que esos pueblos están viviendo. El año 2024 estuvo marcado por el centenario de (Vladimir Ilich) Lenin y de Luis Emilio Recabarren, estos importantes hechos nos llevaron a publicar un merecido homenaje a ambas figuras tan fundamentales para la izquierda latinoamericana y el mundo en general. Nos honra también contemplar en esta edición un análisis muy exhaustivo sobre lo que fue el proceso eleccionario en Venezuela, este artículo nos lo hizo llegar Juan Carlos Monedero y en él se constata que fue un proceso cuidado, en donde el pueblo se expresó a través de su voto. También debemos destacar un importante artículo escrito por Pablo Jofré Leal quien se refiere a Israel, nacionalsionismo y sus crímenes. A partir de la reedición de la revista Araucaria en Chile, hemos tenido especial cuidado en mantener el esquema inicial de la revista, contemplando los mismos cuerpos que la caracterizaban, por ello se incorporan artículos, literatura, columnas de opinión, todos ellos acompañados por una gráfica, como era en su edición original. En este número están editados los poemas de quienes resultaron ganadores del concurso literario en conmemoración a los cincuenta años del golpe de Estado en Chile, además de destacados comentarios de libros, por señalar solo alguno viene un análisis escrito por Omar Cid, sobre el libro Palestina Crónica de un asedio del compañero Daniel Jadue.

¿Qué lleva a darle continuidad a las ediciones de Araucaria?

Esta idea surge cuando un grupo de organizaciones sociales, culturales y académicas se reúne para generar acciones en la conmemoración de los 40 años de Unidad Popular, fue al amparo de esa iniciativa que junto a Alejandro Del Río presentamos la idea de hacer un número especial de Araucaria que nos permitiera conmemorar este hecho. Esa edición tuvo muy buena acogida por distintos sectores de la izquierda de nuestro país y nos dio el impulso inicial para continuar con esta edición que ya contempla el número 53.

Se habla mucho de la batalla cultural, de la batalla de ideas. ¿Inscribes en eso la existencia de este tipo de publicaciones?

Por supuesto que sí, creemos muy necesario que circule este tipo de ediciones que inviten a la reflexión, a generar un pensamiento crítico, que nos permita estar atentos al acontecer cotidiano. No podemos ser indiferentes a lo que está sucediendo hoy en el mundo, donde hemos sido testigos de un profundo retroceso en las luchas sociales y en la concreción de los derechos fundamentales de los seres humanos. Por otra parte, vemos con mucho asombro cómo los medios hegemónicos instalan una seudo verdad que desorienta y dificulta entender los procesos que están viviendo aquellos pueblos que históricamente han optado por proyectos políticos donde ponen al centro los derechos de las y los trabajadores.

Se suele decir que la gente ya no lee, que todo está en Instagram, Tik.Tok. ¿Matemos mejor las revistas, los periódicos, los libros? Mirando también a las militancias de izquierda.

Siento que hoy en día lo fundamental es recuperar el hábito lector, aquí hay una gran deuda pendiente, se han descuidado esos espacios tan íntimos como la lectura, el abuso de las tecnologías no nos permiten reflexionar. Leer es una experiencia que facilita el conectarte con tu propia interioridad y desde allí vislumbrar nuevos conocimientos. Motivar el hábito lector es un tema que amerita muchísima dedicación, son hartos los factores que influyen, vivimos en un mundo donde la vorágine de la información dificulta pensar detenidamente, todo sucede muy rápido. Por otra parte, hace falta detenerse en el currículum educacional y desde la primera infancia generar acciones culturales que conecten al niño y la niña con la lectura. Recuperar la lectura como un ejercicio de resignificación de la existencia es un mensaje que también debe trascender hacia las militancias de izquierda porque desde allí se comienza a germinar un espacio democrático y de transformación social.

¿Cuál es tu mirada del aporte actual, de las condiciones actuales de la intelectualidad de izquierda, de la academia de izquierda?

Existen iniciativas que se encaminan a desarrollar proyectos culturales importantes para el debate de las ideas, sin embargo, no llegan a buen término, hace falta un mayor compromiso de parte del Estado en políticas culturales, el porcentaje invertido en cultura es absolutamente insuficiente y no da cuenta de lo que los estándares internacionales recomiendan para esta materia, esto dificulta que muchas ideas que se puedan desarrollar no pasen de ser buenas intenciones. Los países que apuestan por una mayor inversión en cultura ya comienzan a ver sus frutos, en Medellín, Colombia, por ejemplo, se redujo la tasa de muerte por homicidio en un 96,3% en las últimas décadas, el Estado pasó de invertir en cultura de un 0,68% a un 5%. La cultura genera espacios de pertenencia, donde mejora la convivencia social a través de múltiples iniciativas que les hacen sentido a las personas porque se conecta directamente con sus emociones y sus propios imaginarios. Hay que seguir bregando en esa dirección y en ese empeño la intelectualidad de izquierda no debe perderse, por ello creemos absolutamente necesario continuar publicando medios como la revista Araucaria de Chile, precisamente porque es un espacio de difusión del pensamiento progresista que aboga por posicionar al ser humano al centro de las luchas por construir una vida más digna para todos y todas.