La Encargada de Contenidos en el comando de la candidata presidencial sostuvo que entre los partidos que respaldan a Jara “teníamos un diagnóstico colegiado sobre qué tipo de programa construir, cuáles son los desafíos del país que están abiertos” y aseguró que “no fue un ejercicio de quien da más o pide más, o a quien le quitan más o da menos. Todas y todos los que participamos en la construcción programática entramos con disposición en base a un diagnóstico y necesidades”. Indicó que se trata de “un programa que es bastante concreto y transparente” y resaltó que “así también fue la gestión de Jeannette siendo ministra, alguien que comprometía y podía cumplir”. En entrevista realizó una síntesis e intención de la propuesta programática de la aspirante presidencial.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 11/10/2025. ¿Con qué frase o con qué concepto se podría sintetizar el programa de Jeannette Jara, esas más de 380 medidas?
Lo definiría como un programa concreto y de justicia social.
¿A qué apunta centralmente la propuesta de programa?
El programa se hace cargo de un diagnóstico del país, donde hemos experimentado procesos sociales, intentos de cambio constitucional, desafíos para la estabilización del país y lo que viene para adelante tiene que ver con cómo la política es capaz de ofrecer respuestas concretas que impacten en la vida cotidiana de las mayorías de Chile. En ese sentido, este es un texto programático que apunta de forma transparente y concreta a cómo lograr eso. Ejemplos claros tienen que ver con los 750 mil pesos mensuales de ingreso vital, la rebaja de un 20 por ciento en las cuentas de la luz para todas las personas, aumentar el estipendio de las cuidadoras desde los 33 mil pesos a 160 mil pesos. Es un programa que combina varias dimensiones, creemos que podemos dar pasos hacia el desarrollo con acciones concretas que permitan que el crecimiento lo vean las personas en su día a día. Ése es un corazón de la apuesta programática. Un diagnóstico que nos permite poner en valor el incentivo de la política para las personas, ahí hay desafíos de reconstruir confianzas, reconstruir el valor público que tiene la política y el Estado.
¿Están los recursos financieros para eso, hay plata para todo eso?
Hemos dicho muy claramente cómo se va a financiar. Es un programa que está estimado en un punto del PIB (Producto Interno Bruto), ese punto del PIB se consigue a través de tres herramientas principalmente. La primera tiene que ver con avanzar en la política de control de evasión y elusión, principalmente en el control de aduanas; otro tiene que ver con el impulso al crecimiento, ahí tenemos unas 24 medidas de impulso al crecimiento en distintas áreas estratégicas del país respecto de su matriz productiva; y la tercera, que ha sido una conversación activa y abierta esta semana, que tiene que ver con la posibilidad de reasignar dos mil millones de dólares en distintos programas, no en la clave del recorte como lo plantea la derecha, sino en la clave de la eficiencia del Estado. Nosotros creemos en un Estado que se pone al día, y servirle mejor a la población.
¿Este programa, su materialización, va a depender mucho del Congreso? Considerando que ya se sabe que ahí puede haber un apoyo o un obstáculo.
Hay una combinación de caminos para las distintas medidas. Lo interesante del programa es que siempre lo dice cuando se requiere de un cambio legislativo o cuando tiene que ver más con gestión. Hay una combinación, hay medidas que requieren de un debate legislativo, por ejemplo, subir el salario mínimo, que es un componente dentro del ingreso, y otras medidas que son de carácter administrativo del Ejecutivo, de racionalización. En esto Jeannette ha sido clara en señalar que todas aquellas materias que hemos priorizado se entren a tramitar en los primeros cien días del gobierno, de tal manera de no sólo de aprovechar el impulso del nuevo gobierno, ojalá tener la mayoría parlamentaria, sino también comenzar a construir esos acuerdos que serán prioritarios para el país.
Se habló mucho de las tensiones y controversias entre los partidos que respaldan a Jeannette Jara en cuanto a la construcción de este programa. En base a eso, ¿se cedió o se consensuó, se toleró, se impuso?
Se partió construyendo un diagnóstico común sobre qué tipo de programa necesitábamos para el desafío que tenemos por delante. Eso significaba el tipo de desafío presidencial y electoral, pero también el escenario país. Eso nos permitía, consensuando un diagnóstico, poder construir respuestas ante temas que identificamos como prioritarios para la población. Por eso deviene un programa que es bastante concreto y transparente. Así también fue la gestión de Jeannette siendo ministra, alguien que comprometía y podía cumplir. Eso fue el criterio ordenador del trabajo programático. En ese sentido, las diferencias se procesaron de buena manera, considerando que teníamos un diagnóstico colegiado sobre qué tipo de programa construir, cuáles son los desafíos del país que están abiertos. Eso permitió que la diversidad más bien fuera un valor y no un elemento de tensiones. Al contrario, las reuniones que tuvimos con las presidencias y secretarías generales de los partidos fue una conversación súper constructiva cuando partimos revisando de manera conjunta la introducción del programa que señala cuáles son los principales ejes y principios de construcción de un futuro gobierno. Eso permitió disponer de una cancha de conversación de las medidas. Eso fue un trabajo conjunto entre todas las presidencias y secretarías generales que puso sobre mesa el espíritu del programa.
¿Hubo partidos que tuvieron que ceder?
Es que no fue un ejercicio de quien da más o pide más, o a quien le quitan más o da menos. Todas y todos los que participamos en la construcción programática entramos con disposición en base a un diagnóstico y necesidades. En ese sentido, en cuanto a aquellas materias que se pudiera decir que tienen un tenor político e identitario más potente, como lo fue el tema del aborto, la Democracia Cristiana dio su apoyo a todo el resto del programa y planteó una reserva respecto a ese debate democrático. También, por ejemplo, en materia de relaciones internacionales, se construyeron los pilares comunes que también tienen que ver con la tradición de Estado que ha tenido Chile de una política multilateralista, que resguarda los derechos humanos y resguarda el marco que da el derecho internacional. Más bien se reforzaron los puntos comunes y no se valorización excesivamente aquellos en que tenemos diferencias. Como Jeannette Jara busca representar a la diversidad que hay en Chile, fue un valor tener diversidades en la construcción programática porque nos acerca a la síntesis que hay que hacer para convocar a muchos sectores del país que piensan distinto pero que tienen en común algo que, creo, compartimos todos, de que Chile puede cambiar en una senda de justicia social.
En esa línea, pase lo que pase con el resultado de la elección presidencial, ¿este programa es una base para darle continuidad a esta alianza política donde está el Frente Amplio, el Partido Comunista, Socialismo Democrático y otras fuerzas?
Desde luego, independiente del resultado presidencial, el proceso de construcción programática que hicimos tanto en términos de contenido como de escucha social, porque hubo encuentros regionales donde escuchamos a más de cuatro mil personas, le da un sentido de época a los puntos de comunión que hay en el sector y que son insumos significativos.
¿Cómo piensan llevarle estas propuestas, estos más de 380 medidas, a la ciudadanía? ¿Cómo llegar con la propuesta programática, cómo usar esto en la campaña? No todo el mundo la leerá completa.
Lo primero es hacer una invitación a todas y todos quienes están hoy con la camiseta puesta porque Jeannette Jara sea presidenta, a empaparse del programa y estudiarlo para difundirlo. En términos de la campaña, son distintos los canales por los cuales estamos aprovechando lo que se construyó de manera conjunta. Uno tiene que ver con la participación de nuestra candidata en debates, reuniones con actorías sociales, económicas y políticas, también en el trabajo territorial donde se entrega material con un resumen de medidas muy sentidas para la población en materia de mejora para el bolsillo pero también en seguridad y salud, que son aspectos centrales en nuestras propuestas. También ocupar las redes sociales que son hoy un dispositivo muy importante para informarse, discutir y generar debate y adhesión. Vamos a usar todos los canales disponibles para poner en común el programa. Desde el equipo programático estamos haciendo capacitación y presentación a quienes nos demanden eso, creemos que es un buen material, son ideas muy sólidas y representan lo que es Jeannette Jara, alguien con capacidad de gestión, una referente de cambios y también alguien que conoce la realidad del país y, por tanto, tiene un papel privilegiado para llevar al país hacia otra ruta.
Usted me dirá que esta es una pregunta interesada, pero frecuentemente desde ámbitos políticos, sobre todo progresistas y de izquierda, hay quejas por el desequilibrio comunicacional, la hegemonía de medios convencionales, que no dan mucho espacio a las ideas del sector, poco avance en diversidad de medios, junto a fenómenos de desinformación y noticias falsas. Sin embargo, en el programa de Jeannette Jara no se dice nada al respecto.
Nosotros tenemos un principio que está presente en el programa que tiene que ver con resguardar la democracia. Efectivamente, atender cuestiones como la desinformación es algo importante en el resguardo de la democracia. Nosotros trabajamos en distintas dimensiones de aquello que creíamos que comprometiéndolo, lo podíamos lograr en los cuatro años de gobierno, eso significa, de alguna manera, construir mayorías y acuerdos. En eso, hay materias que definimos dejarlas de una manera un poco más abiertas, como un principio y no como una respuesta tan cerrada. De hecho, es una conversación abierta en Chile y en el mundo cómo abordamos, por ejemplo, la promoción de discursos de odio, cómo regulamos las plataformas en esa materia, y eso es parte del espíritu que estará en el consejo de modernización del Estado, que es una de las medidas que aparece en el programa y que implica revisar distintos aspectos para avanzar de forma conjunta.