Primarias oficialistas. La tarea decisiva de convocar a la mayor cantidad de gente a votar el 29 de junio

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Jara, Tohá, Winter y Mulet, junto a sus partidos, están concentrados en motivar a sus militancias y sus simpatizantes independientes a que vayan a votar el día de la primaria. Tienen ahí un desafío de primer orden. Una apreciación inicial es que si tienen menos de un millón y medio de votantes, se expondrán a un fracaso político y electoral. En contraste, se aspira a convocar a más de esa cifra, ojalá dos millones, para mostrar unas primarias exitosas y mejor legitimar a quien resulte ganadora o ganador. Un dirigente sostuvo que “no podemos confiarnos en los números de militantes que tenemos, hay que convocar a la militancia, removerla, y junto con eso invitar a votar a vecinas y vecinos, amigas y amigos, colegas, gente del barrio, del círculo familiar, laboral y estudiantil”.

Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 23/5/2025. “Uno por cinco”, les planteó Jeannette Jara, a las vecinas y vecinos de Villa La Reina, y a militantes del Partido Comunista y Acción Humanista en una actividad de campaña. ¿A qué se refería? Que cada una y cada uno logre convocar a cinco personas más para que el 29 de junio concurran a votar en las primarias del oficialismo y así multiplicar los votantes ese día.

En un contacto on line con adherentes, Carolina Tohá, la presidenciable de Socialismo Democrático, sostuvo que “es un desafío no sólo ganar la primaria, sino que vote mucha gente…si vota poca gente hay más riesgo de que no ganemos la primaria. Para nosotros que vote gente es un objetivo fundamental”.

La campaña territorial que está desarrollando Gonzalo Winter apunta, entre los objetivos, a que mucha gente vaya a votar el día de las primarias oficialistas para potenciar al sector y, por cierto, garantizar el triunfo del diputado del Frente Amplio.

Jaime Mulet, el abanderado de la Federación Regionalista Verde Social, aunque en todas las encuestas va último, está haciendo también un esfuerzo para que la mayor cantidad de gente concurra a sufragar el 29 de junio, en el entendido que es un factor clave para que todo salga bien.

En definitiva, lo que ocurre es que dentro de las filas del oficialismo hay preocupación respecto a la cantidad de gente que vote en su primaria del próximo mes, por una razón colectiva y una razón individual. La primera apunta a que las fuerzas progresistas y de izquierda muestren un buen nivel de participación de su electorado y eso abra una perspectiva positiva de cara a la primera vuelta presidencial de noviembre. La segunda apunta a que las cuatro candidaturas fijan en sus capacidades de movilización de militantes y adherentes independientes la posibilidad de ganar la primaria y convertirse en la o el candidato presidencial del sector.

Varios dirigentes y analistas electorales señalan que el número base para “hablar de unas primarias exitosas” es que voten dos millones de personas. Alrededor de 200 mil más de las que votaron en la primaria donde compitieron Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (FA). También se mira como un piso no malo, que sufraguen un millón y medio de militantes y simpatizantes de los partidos que compiten. Y no hay dudas de que si votan menos, vota un millón o menos, será un fracaso y tendrá consecuencias políticas y electorales para el oficialismo. Aunque en materia de números electorales, no faltan los acomodos comunicacionales y los análisis políticos que explican las cosas y logran sortear malos escenarios. Pero no se quieren correr riesgos.

Como sea, las dos candidatas y los dos candidatos, y las respectivas colectividades políticas que los respaldan, tiene como una tarea decisiva la de convocar a la mayor cantidad de gente a votar el 29 de junio. Para eso, junto con exponer contenidos programáticos y estar en los debates contingentes, Jara, Tohá, Winter y Mulet, junto a sus partidos, están concentrados en motivar a sus militancias y sus simpatizantes independientes a que vayan a votar el día de la primaria. Tienen ahí un desafío de primer orden.

Se comenta que una ventaja la tienen los partidos Comunista, Socialista y Frente Amplio, pues son organizaciones que cuentan, realmente, con estructuras regionales y comunales. Por eso mismo, desde esas colectividades están tensionando a sus directivas y bases internas para que se activen y desarrollen tareas que permita convocar electores. No sólo militantes de los partidos, sino adherentes que el día de la primaria vayan a votar.

Un dirigente sostuvo que “no podemos confiarnos en los números de militantes que tenemos, hay que convocar a la militancia, removerla, y junto con eso invitar a votar a vecinas y vecinos, amigas y amigos, colegas, gente del barrio, del círculo familiar, laboral y estudiantil”.

Por cierto, esto parece escapar a los cálculos de las candidaturas respecto a si el mayor sufragio les conviene o les afecta. Desde el comando de Winter se dice que a mayor participación, mayor posibilidad de ganar, mientras tanto desde el equipo de Tohá se afirma que a menos votación, menos posibilidad de triunfar. En la dirección del PC se dice que el objetivo es que vote mucha gente y confían en un triunfo de Jara.

De lo que se sabe, hay inquietud en los comandos y directivas partidarias y también cierta incertidumbre, sin olvidar que en las primarias el voto es voluntario y que se sufraga en todo el país. “Nos puede dar un dolor de cabeza tener una mirada centralista”, comentó una integrante de un comando. De hecho, las y los candidatos están haciendo esfuerzos por visitar comunas de regiones. Pero se considera que eso no es suficiente y que lo que hay que mover en regiones son las estructuras partidarias.

Por ello se repente se cuestionan actividades de campaña enclaustradas, con participación sólo de militancia de estructuras, demasiado concentradas en debates de contingencia y trifulca política a través de medios tradicionales que la mayoría de la gente no lee o no escucha, acciones dentro de los marcos de los cercanos. A raíz de eso hay coincidencia al menos en los partidos, de desarrollar campaña territorial, en redes sociales, de desplegarse en las regiones y sectores sociales bien definidos, preocuparse de temas y demandas sociales y ciudadanas. Incluso en algunos ámbitos, por ejemplo de Jeannette Jara, se habla de establecer más nítidamente las diferenciaciones, en este caso, como “candidata de la izquierda” y desde allí convocar a votar. Carolina Tohá apuesta más a la reconstitución de la Concertación y así conseguir votos, que incluiría militancia de la Democracia Cristiana. A eso se agrega que hay distintos nichos que estarían trabajando las candidaturas, como el de mujeres, jóvenes y adultos mayores.

Queda prácticamente un mes para las primarias oficialistas y se entiende que serán semanas decisivas para potenciar la convocatoria a votar en la perspectiva no sólo de que gane a quien se apoye, sino que el sector progresista y de izquierda salga fortalecido de este proceso democrático y mire con buena cara la elección presidencial de noviembre próximo.