Así opinó Pablo Monje-Reyes, encargado electoral del Partido Comunista, quien también sostuvo que uno de los objetivos del PC en la próxima administración es que «se inicie un proceso efectivo de redistribución de las riquezas en este país».
Karen Medina. Periodista. Santiago. 10/01/2022. A tres semanas del triunfo de Gabriel Boric en segunda vuelta y la derrota del fascismo conversamos con Pablo Monje-Reyes, cientista político. El encargado electoral del Partido Comunista entrega su visión en torno al importante resultado y sus significados, así como también a las responsabilidades y desafíos políticos que nos conlleva garantizar las transformaciones esperadas y el respaldo ciudadano.
Considerando los resultados de la primera vuelta presidencial, ¿qué permitió garantizar el triunfo de Gabriel Boric y revertir el resultado?
El triunfo de Gabriel Boric tiene que ver con varios elementos que se conjugaron, pero fundamentalmente se puede señalar que el pueblo reconoce en la práctica una gran lucha entre democracia y dictadura. Más allá de la oferta de políticas públicas y de los cambios de diseño de campaña, las mujeres y hombres que se sumaron, que aportaron y desarrollaron una campaña de segunda vuelta, donde estuvo presente subjetivamente la confrontación que movilizó al pueblo de Chile “democracia o dictadura”, o “fascismo o libertad”, esas contradicciones fueron claves desde el punto de vista de la movilización electoral, al contrario de lo que hizo la derecha, de parar la locomoción colectiva y entorpecer el proceso, pero la gente estuvo por sobre eso lo que nos habla de una épica, más allá de la estrategia de campaña. Esto lo podemos contrastar estadísticamente con el resultado del plebiscito de 1988 y hoy en el 2021, 44% y 55.7%, es casi el mismo el resultado de las elecciones presidenciales y el plebiscito del Sí y el No.
Un segundo elemento a reconocer es el rol de las mujeres jóvenes y mayores, su movilización y la conciencia política que ellas logran, donde por primera vez las mujeres son mayoría en una elección de presidentes por sobre la opción de los hombres. Las mujeres ratificaron a Gabriel Boric con un 59,5% sobre el promedio nacional, a diferencia de los hombres que estuvo bajo el 52,5%. El cómo se movilizaron las mujeres, tú veías abuelas, hijas y nietas votando juntas, movilizándose para defender sus derechos adquiridos en todas estas décadas, y porque entienden que la lucha es contra el patriarcado, y eso lo representaba (José Antonio) Kast.
El resultado entre Kast y Boric es la misma cifra del cifra del histórico triunfo del No en el plebiscito del 88’. ¿Qué nos puede explicar esta semejanza?
Yo creo que hay que hacer un cuestionamiento a los treinta años de la transición. Cuando tú terminas un proceso con alta movilización electoral como el pasado, en una elección en menos de 25 días, con un millón doscientos mil electores nuevos, te preguntas por qué crece y hay más movilización electoral, y una explicación es que Chile es un país donde sigue existiendo la contradicción “democracia o dictadura”. Pero también hay que emplazar a los partidos que llevaron a cabo “la transición”, ellos fueron en el año 92, lo escribió en un texto Edgardo Boeninger, había que parar la movilización, había que desmovilizar, había que parar las capacidades del pueblo para que siguiera movilizándose, siguieran pidiendo más democracia, más transformaciones, un país más justo. De eso fueron artífices los partidos de la concertación durante sus veinte años de gobierno, porque ellos crearon los partidos transversales, ellos crearon las formas de desarticulación, ellos transformaron a los ciudadanos en clientes, todos esos discursos simbólicos apuntaron a la individuación y no al colectivo. Ellos tienen que responder porqué hoy día se sigue manteniendo el 55-44 si finalmente se podría haber crecido durante todo este período si hubieses usado la fuerza de movilización, de organización social que traía la salida de la dictadura. Ellos fueron los principales arquitectos de desmovilización del pueblo, inclusive en pleno periodo de las movilizaciones de octubre 2019, hubo personeros de la concertación que decían que pretender una asamblea constituyente era estar fumando “opio” y eso es lo que tenemos que aprender ahora para este nuevo modelo, no se puede desmovilizar al pueblo, porque es el que te ayuda en definitiva a hacer las grandes movilizaciones, el tercer legislador es el pueblo movilizado.
¿Qué dificultades se pueden dar en el futuro para avanzar con el programa de gobierno, considerando el equilibrio de fuerzas en el futuro congreso?
Las dificultades van a ser claras, la derecha va a bloquear todo lo que sean transformaciones, lo han dicho. Quieren hacer reformas dentro del modelo neoliberal. El modelo ya no resiste más, la gente te lo ha dicho por todas las vías, de hecho el triunfo electoral te lo dice con mucha claridad, es decir, la gente hoy día ya no puede sobrevivir sobre la base del modelo, un modelo que es transversal a todas las generaciones…sus efectos, porque todos dicen las pensiones, el problema de las pensiones es un problema, pero hay otros que se correlacionan, porque el problema de las pensiones son los adultos mayores, pero los adultos mayores tienen hijos profesionales que están endeudados con el CAE, y esos hijos tienen hijos que van a entrar a la universidad. Entonces el problema es el neoliberalismo en su cuerpo general, porque el financiamiento público del sistema de pensiones traería como consecuencia que tú liberas de recursos que están utilizando los hijos para poder mantener a sus padres, y esos hijos puedan proyectar a sus hijos, ese es un problema más transversal.
Aquí hay dos cosas que son importantes desde el punto de vista del escenario que se nos viene, las cinco grandes reformas que se están planteando en el área social y económica del Gobierno, pero fundamentalmente la más importante, la nave madre de las transformaciones es la reforma tributaria, para adquirir los recursos para poder financiar la educación pública, la reforma de salud, el nuevo sistema de pensiones, entonces todo eso tiene que ver con el Parlamento, y en el Parlamento están las cosas equilibradas con la derecha y no se puede dejar de olvidar que este Gobierno va legislar con los quórum de la Constitución del 80. Entonces cómo podríamos saltar esa valla que coloca la derecha debido a sus avances en el Parlamento; bueno fundamentalmente el pueblo que esté movilizado exigiendo los compromisos justos que se han pedido para transformaciones necesarias, porque todo el mundo se ha dado cuenta de que el Estado puede dar más, sobre todo en pandemia dio más, e inclusive los mismos chilenos y chilenas ofrecieron recursos para poder solventar la pandemia. Eso en definitiva es una nueva mirada de Chile, un estado mucho más comprometido con su pueblo que lo que hoy día es el estado neoliberal comprometido con el mercado.
Finalmente, ¿qué desafíos crees que plantea a las y los comunistas este nuevo escenario?
Hemos tenido experiencia en varios gobiernos, fundamentalmente tuvimos en el siglo pasado en dos gobiernos, en el Gobierno del traidor González Videla y en el Gobierno del compañero Salvador Allende, ahí tuvimos grandes desafíos, fuimos leales. En el Gobierno de Michelle Bachelet, en este siglo, tuvimos un gran desafío, fuimos muy leales hasta el final, sabiendo que co-gobernábamos con los conservadores y eso nos trajo como consecuencia derrotas, tanto para el partido como para la misma alianza por la cual participábamos, y se le entregó el poder al peor Gobierno (de Sebastián Piñera) del siglo. Tenemos que estar conscientes de eso, no podemos no pensar que todo militante comunista que asuma responsabilidades tiene que jurar los mejores desempeños de sus responsabilidades con el fin de cumplir los planteamientos del programa. Eso no quiere decir en ninguna medida de que nosotros no tengamos una mirada estratégica del programa en término de sus prioridades, la tenemos, pero fundamentalmente lo que tenemos que lograr en Chile es que a través del rol de los comunistas en el Gobierno, se inicie un proceso efectivo de redistribución de las riquezas en este país. Eso significa que cada recurso que se asigna y se entrega por parte del Estado, estás entregando mayor estabilidad y mejores condiciones de vida a cada una de las familias, pobladoras y pobladores de este país. Eso es lo clave, el estado redistribuye las riquezas. Y para eso nosotros tenemos que respaldar con mucha fuerza la reforma tributaria, el cambio de sistema de pensiones, la gratuidad 100% en la educación superior, y tenemos que mirar que todas las transferencias que pasan por el estado son en beneficio de todos los chilenos y chilenas.