El presidente de la organización, Pablo Milad, habló de darle “un caramelo” al Gobierno al impedir el ingreso a los estadios de los deudores de pensión alimenticia y así “aprovechar de comprometerlos con lo que sea siempre sacando provecho nosotros por supuesto”. Opinió, además, que “este gobierno es populista y feminista”. El Presidente Gabriel Boric le respondió: “Esto no es un caramelo, esto es responsabilidad”. Recalcó: “Esto no es populismo, esto es justicia. En una cosa si le achuntaron, esto es feminismo y estamos orgullosos de que lo sea”.
Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 19/5/2023. Parece contradictorio. Cada vez los directivos de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile protagonizan más episodios que no tienen nada que ver con el fútbol, sino con temas que desprestigian a esa institución y que están alejados del deporte.
Incapaces de resolver el tema de la violencia en los estadios, llenos de polémicas financieras, con muchos episodios de malas gestión en los clubes, promotores del “negocio del fútbol”, sin capacidad alguna de autocrítica, deudores con las millones de familias que aman este deporte, ahora aparecen con actitudes machistas, arrogantes, cínicas, enfrascándose, empezando por el presidente de la ANFP, Pablo Milad, en una controversia con el Gobierno.
Como suele ocurrir con la mayoría de los directivos del fútbol profesional-privado del país, ahora andan pidiendo disculpas, con esa verbalización con la que pretenden solucionar todo, sin arreglar nada.
Ahora se trató de una burla, de un cinismo ante el Gobierno, un desnudo de lo que realmente piensan, de cómo quieren mover los hilos engañando y, parafraseando a Milad, ofreciendo caramelos para, en teoría, arreglar la crisis permanente de “la industria” del fútbol y quedar bien “con Dios y con el diablo”.
El nuevo episodio de desprestigio de la ANFP partió con la publicación en La TerceraPM de la filtración de diálogos por WhatsApp, donde principalmente Pablo Milad se refiere a acuerdos y conversaciones con el Gobierno respecto a medidas de seguridad y contra la violencia en los estadios, incluyendo una propuesta de legisladores para que se prohíba el ingreso a los recintos deportivos del fútbol a los deudores de pensiones alimenticias.
Juan Tagle, presidente de Cruzados, escribió en el chat que “los deudores de pensión alimenticia se roban la noticia y no sé qué tienen que ver con el problema de violencia en los estadios…”. Y Milad colocó: “Es porque al gobierno le gusta este tipo de eslogan que ayudará a sacar lo otro. Nada más que un caramelo”.
Luego, en la línea de darle en el gusto al Gobierno, el presidente de la ANFP apuntó que “eso no significa mucho en el momento de normar. Si conseguimos el apoyo del Estado eso será un pelo de la cola. Mi querido Juan este gobierno es populista y feminista. No se pierde el foco principal para nada”.
Pablo Milad no se quedó ahí y en el chat colocó que “al Gobierno le gustan estas cosas amigo, hay que aprovechar de comprometerlos con lo que sea siempre sacando provecho nosotros por supuesto. Nos pidieron eso, no fue iniciativa nuestra, pero pasó sin pena ni gloria”.
La denostación, el cinismo, la irresponsabilidad.
Enterado, el Presidente Gabriel Boric salió al paso: “Para los que se confunden en los chats de amigos, esto no es un caramelo, esto es responsabilidad”. Recalcó: “Esto no es populismo, esto es justicia. En una cosa si le achuntaron, esto es feminismo y estamos orgullosos de que lo sea”.
La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, replicó que “caramelo no es la expresión más adecuada, porque lo que hemos podido comprobar es que la pensión de alimentos y su no pago es un problema extendido en el país que afecta a mujeres de todo el país y que significa un problema de pobreza y endeudamiento y desarrollo de los niños y niñas. Por lo tanto, tratarlo de ‘caramelo’ no me parece”.
“Ahora, si alguien quiere pensar que la deuda de pensión de alimentos es un ‘caramelo’, creo que más bien le debería explicar a las cientos de miles de mujeres que viven esa situación a diario”, expuso Orellana. Y planteó que “quiero irme a lo concreto, la deuda de pensiones de alimentos no es un problema de segundo orden, es un problema que vimos en pandemia; para los retiros y retenciones que hubo, fue del orden de los 600 millones de dólares. Ese es el volumen, no una cosita menor”.