Optimismo y realidad para hacer posible otro Chile

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Lo que realmente se manifestó en la primaria oficialista y lo sigue haciendo en las encuestas, es un estado de ánimo de las masas, de cansancio, de molestia y que se identificó con Jeannette Jara porque como muchos señalan también, el pueblo se vio en ella.

Hernán González. Profesor. Valparaíso. 7/2025. Puede ser exceso de optimismo, pero da la impresión de que está empezando una coyuntura en que es posible reivindicarse de tanta postergación. Por muchos motivos. Pero fundamentalmente dos. El primero y más evidente son los cambios políticos a nivel doméstico, por llamarlos de algún modo. El tema es más amplio y más profundo que la posibilidad que contiene el que por primera vez desde que se acabó la dictadura, la izquierda histórica encabece una opción presidencial incluso con posibilidades de ganar.

Eso entre comillas. Incluso esa posibilidad es secundaria, aunque se diera. Por el momento, la candidatura de Jeannette Jara no es todavía un movimiento. Así como están las cosas, la primaria podría interpretarse no más que como una encuesta grande y las elecciones de noviembre podrían serlo también. Es como si el programa de las diversas candidaturas tanto a la presidencia como al Parlamento, fuera secundario o en el peor de los casos estuvieran vacías de contenido o el contenido que tienen no alcanzara como para conformar un sujeto o lo que entendemos desde hace como doscientos años, por tal.

Lo que prima es un sentimentalismo superficial muy difícil de explicar y al cual dar dirección. Por eso los comportamientos sociales o de las masas son tan impredecibles.

Entonces, uno se pregunta ¿Cómo explicar el resultado de la primaria? Según análisis superficiales y en muchos casos tendenciosos y de un anticomunismo sibilino, por la capacidad de los partidos. Pero según todos los análisis y los estudios de opinión pública, los partidos son débiles, tienen escaso poder de convocatoria y legitimidad. En un porcentaje mínimo, efectivamente las máquinas partidarias funcionaron y podrían haber tenido alguna incidencia por muchos esfuerzos que hayan hecho y loables que hayan sido.

Lo que realmente se manifestó en la primaria oficialista y lo sigue haciendo en las encuestas, es un estado de ánimo de las masas, de cansancio, de molestia y que se identificó con Jeannette Jara porque como muchos señalan también, el pueblo se vio en ella. Contra eso, Carolina Tohá ni ninguno de los nostálgicos del centro y la política de los acuerdos, podía hacer mucho más, porque el “liberalismo social”, “la tercera vía” o “la medida de lo posible” tienen ninguna conexión con la realidad, y quedaron en evidencia como lo que son: pura ideología.

Sin embargo, ese estado de ánimo, esa emoción, así como un día está acá, al otro está allá. Todo el mundo dijo el 18 de octubre: “no lo vieron venir”. La situación política es, sigue siendo, volátil. Efectivamente hay condiciones, condiciones excelentes para construir y avanzar mucho más que en cualquier otra oportunidad, partiendo por la candidatura de Jeannette Jara y el enorme nivel de respaldo que concita, tanto social como políticamente.

En segundo lugar, habría que agregar la crisis que aparentemente le está estallando en la cara a la ultraderecha Republicana y las dificultades de sus epígonos y seguidores en América Latina para consolidarse como alternativa en el largo plazo. Las bravuconadas de Trump han fortalecido a Lula y también a Claudia Scheinbaum y no  concuerdan con la demagogia “libertaria” de Milei o de Kast -que fue el único político chileno que lo felicitó por las alzas de aranceles-. Han tenido, además, una respuesta sobria pero contundente del gobierno chino, que  lo tienen dando una demostración de comportamiento errático en política internacional y sin logros que exhibir en política interna, que prometía antes de asumir podría resolver al día siguiente de hacerlo.

Todo un inesperado cambio, aparentemente. Este cambio -coyuntural o de largo plazo- puede implicar cambios también en el elenco. Si como presumen cientistas sociales, periodistas e historiadores de diverso signo ideológico, los partidos están tan debilitados y sus relaciones con la sociedad tan fracturados, es posible que haya un relevo de estos. También la formación de un nuevo sindicalismo, por ejemplo. De algún nuevo tipo de movimiento social, otros partidos o una nueva alianza de partidos que se haga cargo de esto. La reciente decisión de la Junta Nacional del PDC es una muestra de esto tal vez.

Para la izquierda representada por el PC, Acción Humanista y el FA, que fue el núcleo de la candidatura del Presidente Boric, la urgencia de fortalecer su unidad política, programática y social, desde territorios, organismos sociales y de masas; luchas por la democracia, contra las exclusiones de diverso signo y la justicia social que convoquen, como de hecho ha sido, a otros a fortalecer la unidad del pueblo.