“Nuestro desafío es mayor empleabilidad” para la Región de Coquimbo: Javier Vega

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Este sociólogo de 46 años, que asumió la candidatura a Gobernador en Coquimbo, nació en La Serena, oriundo de la población “17 de Septiembre del sector La Antena”, “una población serenense de gente de mucho esfuerzo”, ha laborado en diversidad de entidades sociales de la región y en la última elección fue el consejero regional más votado. Es un conocedor del territorio y de allí sostiene como objetivo a cumplir el generar más empleos para las mujeres y hombres de la zona y “fomentar un desarrollo económico, sostenible, cuyos pilares fundamentales estén asociados a la pesca, la minería, la agricultura y el turismo, pero sin despreocuparnos de la pequeña economía o economía de escala, en la que es fundamental la asociatividad y el cooperativismo”. Como candidato del oficialismo, siendo militante del Partido Comunista, indicó que lo asume “como un desafío con altura de miras y con la responsabilidad que implica el generar una relación entre sectores políticos de la izquierda y el progresismo, incluso con el centro, para responder como aliados estratégicos a las demandas de la ciudadanía y lograr los objetivos que apuntan al desarrollo local y regional”.

Úrsula Fuentes Rivera. Periodista. “El Siglo”. Coquimbo. 8/2024. Javier Vega, 46 años, sociólogo, oriundo de La Serena -aunque actualmente vive en Coquimbo- ha sido consejero regional por la provincia de Elqui durante los dos últimos períodos. En entrevista con ElSiglo.cl, se refirió a su trayectoria política, a la vinculación que ha tendido a lo largo de los años con los movimientos sociales de la zona, a los objetivos planteados por su actual candidatura y a los desafíos que conlleva el asumir el cargo de Gobernador Regional por Coquimbo.

¿Cómo surge su vinculación con la política, en particular con el Partido Comunista de Chile?

El año 2002 ingresé a estudiar Sociología. Ahí entendí un poco más de la sociedad y conocí distintas realidades desde una perspectiva más científica. Al estudiar la sociología marxista se me abrió todo un mundo, entendiendo que el motor principal de la sociedad es el trabajador y la trabajadora. En la universidad tuve asignaturas que eran dictadas por profesores cercanos al Partido Comunista y motivado por ellos, comienzo participar en Células, a ser militante comunista y a relacionarme con más compañeros y compañeras de La Serena, que es la ciudad en que nací.

¿Cómo es su vinculación con los movimientos y organizaciones sociales de la zona por la que va de candidato?

Antes de titularme como sociólogo, comencé a trabajar en Fundaciones. Siempre he estado muy preocupado del ámbito social, lo tengo muy arraigado, porque soy oriundo de la población “17 de Septiembre del sector La Antena”, una población serenense de gente de mucho esfuerzo, que partió como una toma de terreno, pero que luego fue erradicada e instalada en la parte alta del Parque Coll de La Serena y que el Presidente Salvador Allende entregó en 1972 como una solución habitacional para las y los trabajadores sin casa. En esa población, que era un intermedio entre lo rural y lo urbano, vi la carencia social y las adversidades de sus habitantes, que a veces por falta de recursos tenían que cocinar a leña. Muchos vecinos y vecinas no tenían estudios o eran analfabetos. De manera que la inquietud por hacer un trabajo social siempre estuvo presente y como estudiante de sociología que tenía que hacer investigaciones y proyectos, me vinculé a diferentes comunidades y organizaciones para trabajar con ellas, por ejemplo, en escuelas, juntas de vecinos y hospitales.

Posteriormente trabajé en Fundación Mi Casa, donde tuve la posibilidad de desempeñarme como educador con enfoque en vulnerabilidad. Ese programa era provincial y me permitió conocer realidades muy complejas de jóvenes que estaban ahí por vulneración de derechos y también por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente. Parte de mi trabajo consistía en ir a terreno, a las poblaciones, para mediar y generar interacciones entre esos jóvenes y sus familias. También fui parte del programa nacional de alfabetización “Contigo Aprendo” y del programa “La Esquina” de la Fundación Paréntesis del Hogar de Cristo, con el que sacamos adelante a una gran cantidad de jóvenes, motivándolos a salir de las esquinas y a participar en actividades artístico-culturales, deportivas y medioambientales, y generando espacios para que pudieran desarrollarse, terminar sus estudios y evitar caer en el alcoholismo, la drogadicción o en el tráfico de estupefacientes. Durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, en mi calidad de sociólogo con práctica y experiencia en el territorio de la provincia de Elqui, fui convocado para liderar el equipo que iba a realizar la Consulta Indígena a nivel regional, proceso que fue necesario para la creación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Esa labor, más vinculada al ámbito cultural, me permitió conocer en mayor profundidad las provincias de Limarí y Choapa y tener una relación más cercana con los pueblos originarios de la región.

¿Cómo ha sido su trayectoria política y electoral?

El 2017 la Célula del PC en que participaba me propuso como candidato a CORE de la provincia de Elqui y resulté electo. En ese período, en el que estábamos con un Gobierno de derecha muy complejo, ocurrió el “Papaya Gate” -un caso donde se investiga un presunto fraude al Fisco por parte del Gobierno Regional de esa época (liderado por la Intendenta de la UDI, Lucía Pinto), por casi 10 mil millones de pesos para la compra de terrenos cuya tasación apenas sobrepasaba los 4 mil millones- y la revuelta social de octubre de 2019. Durante esta última participé en asambleas, organizando actividades socioculturales y reivindicando con fuerza al pueblo diaguita en los territorios y en las marchas. Luego vino la pandemia y como era CORE tenía pase para poder movilizarme y desarrollar iniciativas de ayuda social. En ese contexto, y dado mi desempeño como consejero regional, fui propuesto a inicios del 2021 como candidato a Gobernador Regional. No resulté electo, pero sacamos 21 por ciento de los votos, lo que es un buen porcentaje. Después de ese proceso eleccionario, a fines del 2021 fui nuevamente candidato a CORE y terminé siendo el consejero regional más votado en la provincia de Elqui. Al ser el CORE más votado, me ha tocado presidir el Consejo Regional y la mesa rural campesina, reemplazando a la Gobernadora Krist Naranjo cuando ella no ha ejercido su cargo. A nivel partidario, el año 2022 me incorporé al secretariado regional del Partido Comunista.

¿Cómo surgió su actual candidatura a gobernador?

Haber sido consejero regional por dos períodos consecutivos, tener una candidatura anterior a Gobernador y realizar un buen trabajo con liderazgo en los territorios, con la sociedad civil y con sus organizaciones, son antecedentes que fueron considerados al interior del Partido Comunista para enfrentar la próxima elección y postularme como candidato. Actualmente, como CORE, tengo un buen trabajo de desarrollo rural y con las comunidades agrícolas, entre ellas los crianceros, al igual que con el mundo de la pesca y con los dirigentes de las diferentes caletas de la Cuarta Región, desde caleta San Agustín por el norte, hasta caleta Las Conchas de Los Vilos. Hemos generado una relación estable con la agricultura, la pesca y la minería a pequeña escala de la región, con un enfoque vinculado a impulsar la asociatividad, el cooperativismo, la empleabilidad y el desarrollo local.

Candidatura con los pies en la tierra “porque conocemos los territorios”

¿Cuáles son los desafíos de su región y las reivindicaciones a las que le gustaría dar prioridad como eventual gobernador de la región de Coquimbo?

Nuestro mayor desafío es generar una reactivación económica con los recursos del Gobierno Regional, que permita una mayor empleabilidad. En lo que respecta al rubro agrícola, el monocultivo ha influido en que se vaya perdiendo la cosecha local de hortalizas, de tomates y de la uva pisquera, y es necesario cuidar la agricultura local porque genera soberanía alimentaria y empleabilidad, permitiendo a la población rural no verse obligada a abandonar sus territorios.

En la Región de Coquimbo tenemos también que adaptarnos al cambio climático, enfocarnos en la crisis hídrica para frenar la sequía y desertificación. Para ello se deben considerar alternativas destinadas a diversificar la matriz relacionada al agua, mediante la construcción de plantas desaladoras y la recuperación de aguas residuales, pero siempre considerando que los permisos para ejecutar proyectos de esa envergadura deben ir acompañados por procesos de participación ciudadana activa.

Para eso planteamos la realización de Consejos Regionales de la Sociedad Civil, porque ya tenemos la política de participación y creemos que ahí tienen que integrarse los alcaldes, el Consejo Regional, el Gobierno Regional y la sociedad civil, para definir cuáles son las urgencias de las comunidades. Con los aportes del fondo del royalty minero es primordial desarrollar una línea industrial en energía renovable. En la región tenemos extensas hectáreas de paneles solares y de parques eólicos. Somos la región que tiene la mayor cantidad de empresas e inversión en ese rubro, pero no hemos desarrollado la industria. Esto lo podríamos hacer con el fondo del royalty y desde la política del litio. Es un desafío necesario por cumplir.

¿Cuáles son sus principales objetivos como eventual gobernador de Coquimbo?

Que en nuestra región prime la calidad de vida y el buen vivir, dejando de ser una región desertificada, con zonas de sacrificio, como es el caso de Choapa con minera Los Pelambres y Andacollo con minera Teck. Queremos fomentar un desarrollo económico, sostenible, cuyos pilares fundamentales estén asociados a la pesca, la minería, la agricultura y el turismo, pero sin despreocuparnos de la pequeña economía o economía de escala, en la que es fundamental la asociatividad y el cooperativismo. Es importante desarrollar la ruralidad bajo las normas de una estrategia regional y para ello debemos contrarrestar la crisis hídrica, generar empleabilidad en las localidades y mejorar la seguridad ciudadana.

En ese sentido, creemos que no ha habido en nuestra región una inversión clara destinada a la rehabilitación de adicciones, sino más bien que se ejecutan programas ambulatorios. Debemos hacer un esfuerzo y crear una infraestructura regional para la rehabilitación de jóvenes y poder sacarlos de la droga y el alcoholismo, porque creemos que ellos pueden tener mejores oportunidades y posibilidades. Necesitamos una política integral de rehabilitación que aborde también la problemática relacionada a la salud mental. No sacamos nada con llenar las cárceles de jóvenes si no son rehabilitados. Y por eso es importante desarrollar en los territorios las artes, el deporte y actividades culturales con un fuerte enfoque social y preventivo.

¿Cómo asume esta candidatura?

La asumo como un desafío, pero con altura de miras y con la responsabilidad que implica el generar una relación entre sectores políticos de la izquierda y el progresismo, incluso con el centro, para responder como aliados estratégicos a las demandas de la ciudadanía y lograr los objetivos que apuntan al desarrollo local y regional. Nuestra región esta alicaída y lo que hoy en día se requiere es empleabilidad y la empleabilidad está asociada en sacar adelante los grandes proyectos y para eso se requiere un trabajo en conjunto.

La próxima semana vamos a lanzar nuestra estrategia de desarrollo regional, que consideró la participación de grupos específicos, como los pueblos originarios, las comunidades agrícolas y los representantes del área de la educación y la salud. Todo lo que nos proponemos está en el marco de la nueva estrategia de desarrollo regional al 2033.

Hay ocho candidatos a gobernador en su región, ¿apuesta por una segunda vuelta?

Creo que es bueno para la democracia que compitan más candidatos porque se muestre una diversidad de propuestas. La propuesta de mi candidatura tiene muy bien puestos los pies en la tierra porque conocemos los territorios. Además, es importante destacar que como Partido Comunista tenemos hoy un mayor apoyo en la Región de Coquimbo, con un acuerdo político que queremos consolidar. Tenemos un delegado presidencial, al igual que seremis que están trabajando en el Gobierno, tenemos un senador, una diputada, tres consejeros regionales (CORE) y dieciséis concejales, aparte de todas las candidaturas que como partido hemos desplegado en la región para las elecciones de octubre, entre ellas la del candidato a alcalde en Canela. Somos hoy día un partido consolidado en la región de Coquimbo, no por una visión mediática, sino porque estamos en los territorios y damos respuestas a las necesidades de sus habitantes.

De manera que la segunda vuelta es una opción, pero si trabajamos fuerte también podríamos llegar a ganar en primera vuelta. Es complejo, es difícil, pero tenemos que ponernos como meta esa alternativa.

¿Cuál es el sello de su candidatura?, ¿por qué los electores deberían votar por usted?

Una de las propuestas principales de nuestra candidatura es que queremos impulsar un gobierno regional de puertas abiertas, con énfasis en el desarrollo local. Vamos a escuchar a las organizaciones y a reunirnos con ellas cada vez que lo necesiten. Si ahora con escasos recursos hemos realizado un trabajo territorial, de reuniones diarias con organizaciones sociales, al liderar la gobernación regional podríamos disponer de más recursos para recorrer toda la región y buscar las alternativas para solucionar los grandes problemas de la ciudadanía.

Soy una persona que tiene una trayectoria y una madurez política, que cuenta con un gran respaldo de su partido tanto a nivel central como a nivel local, pero que además tiene una relación y sintonía con los territorios, porque los conozco. Tengo una base social que me ha visto trabajar en terreno y que conoce mi labor y desempeño. Y estoy dispuesto a tomar sus banderas de lucha y dar respuesta a sus grandes demandas, no sólo golpeando puertas acá en la región, sino también a nivel central, buscando desarrollar un proceso de descentralización mucho más real y concreto de lo que se ha venido haciendo.