Todos los días un titular, columnas de opinión, videos, fotografías y twits que por las redes sociales circulan a toda velocidad metiéndose en los aparatos y teléfonos de transeúntes desprevenidos que los consumen en la locomoción colectiva; en sus trabajos; y que luego son comentados con profusión en los matinales y noticieros de televisión. Todos, tratando de crear una apariencia de divisiones o de inventar pretextos para las diferencias al interior de la alianza de partidos que respalda a Jeannette Jara, maximizando las obvias en cualquier coalición diversa -de otro modo éstas no serían necesarias- con el fin de conseguir lo que por medio de las propuestas y el debate de ideas no puede.
Hernán González. Profesor. Valparaíso. 8/2025. Los medios siempre han usado la manipulación como forma de conformar a la opinión pública. Las fake news, como se las conoce actualmente, son la expresión más burda de esta vieja función de los sistemas de medios hegemónicos. Ello, como lo ha sufrido en carne propia la candidata derechista Evelyn Matthei, elevado a la millonésima potencia por medio de la IA y las redes sociales.
Su decisión de interponer una acción legal en contra de sus responsables, a los que identificó entre las filas Republicanas como autores de una campaña “asquerosa”, fue seguida de una ruin abdicación que solamente deja en evidencia la moral violenta que anima a la derecha y que en el mejor de los casos, es tolerado con una hipocresía similar a la que exhibió durante la dictadura militar a la que aplaudía por las desapariciones, las ejecuciones sumarias y la tortura o miraba para el lado.
El progresismo no puede hacer lo mismo. Debe denunciar la mentira abiertamente, no comentarla ni buscarle explicaciones que solamente la excusan. En estos días, de hecho, la conformación del comando de la candidatura de Jeannette Jara, y de la lista parlamentaria que la acompañaría en las jornadas de noviembre por construir una mayoría contundente para implementar un programa de transformaciones, ha sido objeto de toda clase de especulaciones y derechamente de mentiras flagrantes.
Es natural que mientras la derecha se desangra en una guerra sin cuartel, ni muy amistosa ni muy decente, los medios serviles de los que dispone traten de minimizar, ocultar y finalmente dificultar el exitoso proceso de unidad de las fuerzas democráticas, que va desde el PDC hasta el PCCH. Algo inédito en nuestra historia republicana.
Su pretexto favorito ha sido el dirigente y luchador social, exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, a quien todavía no le perdonan haberse atrevido a enfrentar a las cadenas de farmacias, a las inmobiliarias; haber abierto las escuelas y la cultura a la comunidad y demostrado que las lógicas de un mercado sin regulación es derrotable. Ello inventando trascendidos desde los tribunales, presentando hipótesis como hechos comprobados, ocultando los fallos que le han sido favorables y tratando de igualar su situación con la de conspicuos delincuentes condenados como Torrealba, Barriga, Reginato, Sabat, Nora Cuevas y una lista bastante extensa de alcaldes derechistas.
Todos los días un titular, columnas de opinión, videos, fotografías y twits que por las redes sociales circulan a toda velocidad metiéndose en los aparatos y teléfonos de transeúntes desprevenidos que los consumen en la locomoción colectiva; en sus trabajos; y que luego son comentados con profusión en los matinales y noticieros de televisión. Todos, tratando de crear una apariencia de divisiones o de inventar pretextos para las diferencias al interior de la alianza de partidos que respalda a Jeannette Jara, maximizando las obvias en cualquier coalición diversa -de otro modo éstas no serían necesarias- con el fin de conseguir lo que por medio de las propuestas y el debate de ideas no puede.
Hacer política sobre la base de estas noticias, es una irresponsabilidad frente a la sociedad que sólo alimenta incertidumbre, inquietud y crispación que favorece a las candidaturas reaccionarias. Hacerse eco de ellas una candidez que retrasa la constitución de comandos, dificulta la conversación con el pueblo y los trabajadores y dar seguridad de que es posible y necesario triunfar.
La experiencia de procesos recientes como los de Ecuador, Brasil o Argentina, es que esta campaña de difusión de noticias falsas y de manipulación de la opinión pública se intensificará y probablemente será la forma privilegiada de la oligarquía gobernante conformada por industrias extractivistas, banqueros y prestamistas usureros; capitales de plataforma e industria de la entretención masiva, para resistir la implementación de su programa. No podemos hacer eco de las estupideces que nuestros adversarios difunden y con los que nos enfrentarán en el futuro.