A dos días de la inauguración del evento deportivo, habrá una confrontacional contingencia por los cuatro años de la revuelta social, mientras se toman decisiones claves respecto a la segunda propuesta de texto constitucional, y la oposición exige a La Moneda la salida de funcionarios para siquiera discutir los dineros públicos de 2024. Republicanos y Chile Vamos apuestan por los portonazos políticos, incluyendo la extorsión, en un camino de retención de iniciativas/proyectos del Gobierno. En tanto, el oficialismo está desafiado en su iniciativa/habilidad política, su trabajo legislativo, la creatividad/sustentación de la agenda propia, el ordenamiento de sus fuerzas y, finalmente, la concreción de logros y planes. Otra semana de miedo.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 13/10/2023. 1.-Cuando falten dos días para la inauguración de los Juegos Panamericanos 2023, en distintos escenarios políticos/sociales se producirán controvertidas actividades por los 4 años de la revuelta social del 18 de octubre de 2019, en medio del torpedeo de la oposición al Presupuesto 2024 y el chantaje al Gobierno para sacar a funcionarios de sus puestos, junto a lo que serán en esos días resoluciones/votaciones determinantes para delinear la segunda propuesta constitucional que se le hará a chilenas y chilenos. Todo en medio de los impasses/debates por la reforma de pensiones, el pacto fiscal, la Ley de Usurpaciones y otros asuntos que activan/tensionan la agenda nacional, nada fácil ni fluida.
2.-Los Juegos Panamericanos que se desarrollarán entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre en varias ciudades del país, reunirán a casi 7 mil deportistas que competirán en 425 eventos de 30 disciplinas deportivas, y que llevará a estadios y otras locaciones a miles de personas, tienen, primero que nada, un positivo impacto deportivo representando una oportunidad para el país en muchos sentidos, y al mismo tiempo podría tener un efecto político, sobre todo para la agenda del Gobierno y su relacionamiento con la ciudadanía, y para aligerar la carga de la pesada coyuntura dura. En eso será importante la respuesta que encuentre en la gente el desarrollo de los Panamericanos, incluido el desempeño que llegarán a tener las/los deportistas nacionales.
3.-Cuarenta y ocho horas antes, la ciudadanía estará frente a la celebración de cuatro años de la revuelta social de octubre de 2029, con toda la connotación masiva que eso tuvo/tiene, y donde no desaparece el debate confrontacional/directo, y los caminos de la mirada a ese suceso de la historia contemporánea chilena. Es así que habrá un duro debate en la sede del Congreso, donde la derecha y la extrema derecha levantarán la tesis del “estallido delictual” y la condena a esa movilización ciudadana extendida apuntando a criminalizarla y enfatizando (en la coherente línea comunicacional de la oposición) los sucesos violentos, aunque no los hechos represivos. En tanto, el oficialismo reivindicará esa jornada como la expresión de la demanda popular masiva y pacífica (no olvidar aquella marcha de un millón y medio de personas), condenará “la sistemática y masiva violación a los derechos humanos”, insistirá en la reparación “a las víctimas del estallido” y reiterará la necesidad de avanzar en derechos para la población. Además se esperan actos y manifestaciones en los territorios, algunas actividades en el centro de Santiago, foros, reportajes en los medios de prensa, exposiciones, lo que incluye que el Gobierno, específicamente a través del Ministerio del Interior anunciara dispositivos de seguridad -a cargo fundamental de Carabineros- previéndose episodios represivos pero también delictivos.
4.-Precisamente, una de las consecuencias de la revuelta social de 2019 fue que el país caminara hacia concretar una nueva Constitución, y la semana en que se cumplen cuatro años de ese hito, se estarán produciendo resoluciones/votaciones determinantes respecto a cómo quedará el contenido de esta segunda propuesta constitucional. Más allá de las enmiendas, articulados, tecnicismos, lo que va quedando más claro es que la discusión/análisis de este nuevo texto tiene que ver con el tipo de sociedad y proyecto país que se tiene y, claro, eso enfrenta, en lo grueso, a las representaciones conservadoras y transformadoras. Todo indica, por lo demás, que se está concretando un nuevo fracaso en “construir la casa de todos”, ahora con imposiciones de la extrema derecha y la derecha que parecen insalvables, y que cualquier “consenso” estaría determinado, finalmente, por inclinaciones a una Constitución conservadora y preservadora. Parece innegable que esta tercera semana de octubre tendrá una alta dosis de definiciones en el proceso constitucional, con un impacto tremendo en la agenda política.
5.-La actitud dura/impositiva de la oposición en el proceso constitucional (habida cuenta de sus logros electorales contundentes y su porcentaje en el Congreso y el Consejo Constitucional, por cierto, derivado del voto de la gente) persiste en el enfrentamiento al Gobierno sin dar tregua ni abrir puertas. Los portonazos políticos parecen ser la receta de Republicanos y Chile Vamos. Lo que incluye la extorsión política, en el uso preciso de la palabra. Resulta que la oposición está centrando su postura respecto al Presupuesto 2024 no en sus contenidos y efectos sociales, sino en cuanto a que La Moneda despida a la Directora de Presupuesto, Javiera Martínez y al jefe del equipo presidencial de asesores, Miguel Crispi. Si no se hace, rechazarán el Presupuesto 2024, sea cual sea su contenido. Dicho sea de paso, eso tiene que ver con réplicas nada menores del “caso convenidos” desatado desde esferas de personajes del Frente Amplio y que sigue golpeando al oficialismo, guste o no. Se suma a la posición de Republicanos y Chile Vamos de frenar/abortar la reforma de pensiones, el pacto fiscal e iniciativas del Ejecutivo en otras materias, en medio de debates controversiales como la Ley de Usurpaciones, con puntos sensibles como permitir la “autotutela” de civiles para defender con violencia sus propiedades o el encarcelamiento de pobladores sin casa que hagan una toma de terreno. Por encima de la oposición gatillando este tipo de situaciones de retención de iniciativas/proyectos, todo esto tiene desafiado al oficialismo en su iniciativa/habilidad política, trabajo legislativo, creatividad/sustentación de la agenda propia, ordenamiento de sus fuerzas y, finalmente, concreción de logros y planes.