Las tres militantes del PS fueron noticia en estos días, instalándose con cierto protagonismo en un escenario político tan fino como sensible. Ana Lya Uriarte será jefa de gabinete del Ministerio del Interior, Paulina Vodanovic obtuvo la mayoría de votos en la elección de dirigencia del Partido Socialista y pudiera ser presidenta de la colectividad, y Michelle Bachelet tuvo alta cobertura en la prensa por su afirmación de que la nueva Constitución debería aprobarse. Para algunos, en clave mediática, es un “aterrizaje del bacheletismo” en la coyuntura y la demostración de que ciertas figuras están vigentes y actuantes.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 19/05/2022. 1.-Podría ser un simple hecho de la causa. También pudiera tener su dosis de especulación, con ingredientes de polémica. Como sea, no se pasó por alto lo sucedido estos días con Michelle Bachelet, Ana Lya Uriarte y Paulina Vodanovic, antiguas militantes del Partido Socialista (PS), con experiencia académica y gubernamental, actoras activas de la política (fueron artífices, entre otras cosas, de la candidatura presidencial de Paula Narváez e incidentes en las recientes elecciones internas del PS), y tienen experiencia de Estado, algo que muchos echan de menos. En clave mediática, se vuelve a hablar de “aterrizaje del bacheletismo” en el escenario político, que es fino y sensible en estas semanas.
2.-Ana Lya Uriarte es formalmente, desde esta fecha, jefa de gabinete del Ministerio del Interior, que está a cargo de la ministra Izkia Siches. Un lugar clave en el desempeño de esa cartera y de esa ministra. Uriarte es antigua militante socialista, fue jefa de gabinete de la ex presidenta Michelle Bachelet, cumpliendo un rol de vinculación e interlocución con ministras/ministros y partidos políticos en el segundo mandado de la mandataria y pertenece a un grupo de influencia interna en el PS que, por ejemplo, colocó en la carrera presidencial a Paula Narváez. Se dice que Uriarte es de carácter fuerte, empeñada en las decisiones que se toman y que cuenta con experiencia política y en el trabajo de Gobierno. Es de las que tiene redes políticas y acceso a ellas. Puede que sea “la más política” del equipo de Interior. Una cartera protagonista de “errores forzados”, equivocaciones comunicacionales y con una titular no bien evaluada. En el plano de la especulación, en los pasillos políticos se dice/espera que vendrá a colocar el sello de gestión política dura, de experiencia y de habilidades. En el ámbito oficialista, la llegada de Ana Lya Uriarte pudo molestar en alguna intensidad a las fuerzas de Apruebo Dignidad que ven otra pieza del Socialismo Democrático en un lugar estratégico. Algunos fruncen el ceño cuando se dice que es “la llegada del bacheletismo”. Algo que seguramente Uriarte desmentirá. Una primera percepción es que se estima que podrá contribuir a un mejor desempeño del Ministerio del Interior. Sin olvidar que, como sea, la jefa ahí es Izkia Siches.
3.-Nada mal le fue a Paulina Vodanovic en la elección interna del Partido Socialista. En realidad le fue muy bien. Obtuvo la mayor cantidad de votos individualmente, superando a Camilo Escalona y Alfonso de Urresti, que figuraban como favoritos. Ella representó el triunfo y gravitación de las mujeres y las nuevas generaciones políticas…y del bacheletismo. Con la mayoría a su favor, quedó a un pie de convertirse en presidenta del PS, y ella lo ha reivindicado así. Pero finalmente es el Comité Central recién electo el que definirá al timonel de la colectividad y podría no ser Vodanovic. Siempre o casi siempre hay negociaciones/razones que van por encima de los votos en este tipo de elecciones. Paulina Vodanovic fue subsecretaria de Fuerzas Armadas en el segundo Gobierno de Bachelet. Luego fue presidenta de la Fundación Horizonte Ciudadano, la entidad creada por la ex presidenta. Es, sin duda, alguien de confianza política de la ex jefa de Estado. En los últimos meses, siempre expresó el respaldo al Presidente Gabriel Boric. Todo un perfil que podría refrescar y potenciar en otro giro el vínculo político del PS con el actual Gobierno e inclusive con Apruebo Dignidad. Pero habría que ver. Pase lo que pase, se reforzó el posicionamiento de Paulina Vodanovic y con ella, del grupo que integra dentro del Partido Socialista, y tendrá un lugar directivo de importancia, si es que no se convierte en la timonel del PS.
4.-La prensa le dio alta cobertura. La ex presidenta Michelle Bachelet expresó su respaldo al borrador de la nueva Constitución y alentó a que el nuevo texto constitucional sea aprobado. En declaraciones públicas dijo que “espero que se apruebe. Creo que debería aprobarse”. Recalcó que eso “es ofrecer un nuevo contrato social” al país. Esas afirmaciones, sin duda, tienen un impacto positivo ante la opción de aprobar la nueva Constitución y en el intenso debate que se está dando en Chile. En ese camino, Michelle Bachelet opinó, hablando del desempeño de las y los convencionales, que “uno de los desafíos que tienen es poder comunicarse mejor con la gente”. En entrevista con el medio estadounidense Bloomerg, indicó que “creo que tiene un montón de cosas positivas y cosas muy importantes para resolver algunas de las más importantes dificultades y cambios para nuestro país en términos de asegurar que el conjunto de las regiones se sientan completamente representadas, que los pueblos originarios se sientan completamente representados y cómo se puede integrar mejor en los estándares internacionales de los derechos humanos además de vivienda, agua, salud pública y en temas indígenas también”.
5.-¿Todo esto significa que el bacheletismo está vivo, que incide como corriente? Es harto discutible, pero no descartable. Quizá en el tono de que mujeres del PS y expresión de una diferenciada con las estructuras más tradicionales, persisten, inciden. Y que la influencia de la ex presidenta Michelle Bachelet es algo real, sea o no explícito. ¿Indica que el PS gravita con fuerza? También punto de polémica, porque hablando de política institucional, habría que preguntarse si alguna vez, en el tiempo reciente, dejó de gravitar realmente, sobre todo con el posicionamiento que se le dio en este Gobierno, en sitios estratégicos. Ahora, que es un punto a favor que Uriarte llegue a Interior, hay pocas dudas. Dados los sellos y perfiles que suelen colocarse hace un tiempo a actores y actoras de la política, lo que queda claro es que ciertas representaciones, ciertos partidos y ciertas denominaciones como el bacheletismo, quien sabe si andaban o no de parranda, pero muertos no estaban.