“No tenemos miedo, y el pueblo de Chile, las mayorías nacionales, no tienen miedo”: Lautaro Carmona

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Al conmemorar los 113 años de existencia del Partido Comunista de Chile, el presidente de la colectividad enfatizó que están comprometidos con Chile y que “seguiremos construyendo futuro por la paz, la democracia y la justicia social”, derrotando las posturas anticomunistas y reivindicando los derechos del pueblo chileno. Dijo que “con la misma intensidad, porque lo hicimos en la lucha contra la dictadura, seguimos insistiendo en que la única vía para derrotar a la derecha es el pleno protagonismo del pueblo”. En esa línea planteó que “es fundamental que los partidos populares y progresistas estemos en el espesor del pueblo, en todos los espacios que se requiere estar. Es necesario el protagonismo de las organizaciones sociales y sindicales, que son parte del movimiento popular”. Frente a la coyuntura electoral y política, manifestó que se debe “sintonizar con millones de personas. Necesitamos que nuestra propuesta sea acogida, creíble para personas que serán determinantes en las elecciones presidenciales y parlamentarias”. Carmona planteó desde ya objetivos como “construir miles de Comando de Unidad por Chile desde la base territorial y sectorial para la batalla presidencial y parlamentaria. Proyectar el acuerdo de la lista parlamentaria única y unitaria con el propósito de conquistar mayoría en el Congreso. Será clave para construir y desarrollar la unidad, la propuesta programática común del sector. Para estas definiciones debemos ampliar al máximo la unidad, tanto hacia la DC, como fuerzas políticas de izquierda no de gobierno”. El dirigente comunista refrendó que “con ideas en la perspectiva de la emancipación de la clase trabajadora, luchando por una sociedad democrática y justicia social, nació el partido, no como fin en sí, sino como un instrumento al servicio de los intereses de la clase trabajadora, que lucha por los valores más nobles de la sociedad”. 

“El Siglo”. Santiago. 6/7/2025. Texto íntegro del discurso de Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista de Chile, en el acto conmemorativo de los 113 años de existencia de la organización y 149 años del natalicio de Luis Emilio Recabarren, fundador del PC.

Queridas compañeras y estimados compañeros:

Representantes de nuestro gobierno que encabeza el compañero presidente Gabriel Boric, embajadoras y embajadores que representan distintos pueblos hermanos. representantes de los Partidos políticos con quienes compartimos en la coalición de gobierno, están presentes también delegaciones de partidos populares, parlamentarias y parlamentarios, representantes de organizaciones sindicales y sociales en general.

Un saludo con especial afecto y reconocimiento a nuestra querida compañera Jeannette Jara Román, abanderada presidencial de la coalición de partidos de gobierno, y de otros partidos y movimientos como la Izquierda Cristiana. Todos forman parte del pacto Unidad por Chile que organizó nuestra primaria presidencial. La unidad hace la fuerza, es el dicho popular, agregaría, necesaria para vencer. Es clara la vigencia del legado de nuestro gran Sergio Ortega: El Pueblo Unido jamás será Vencido.

Hoy 6 de julio en el marco de 149 aniversario del natalicio de Luis Emilio Recabarren, celebramos los 113 años de la fundación del Partido Obrero Socialista, que 10 años más tarde pasó a nominarse Partido Comunista de Chile. 113 años, más de un siglo en que un grupo de destacados dirigentes encabezados por Luis Emilio Recabarren, con la participación de Teresa Flores, única mujer presente en dicha sesión, en la ciudad de Iquique, donde cinco años antes se desató la masacre en la Escuela Santa María en que fueron asesinados más de 3000 pampinos salitreros incluidas mujeres y niños.

En palabras de Elías Lafertte, refiriéndose a Recabarren, “era extraordinaria la forma en que hablaba ese hombre. No usaba un tono dogmático o sentencioso ni frases que se parecieran a discursos, nada de eso. Por el contrario, su charla era sencilla, tranquila, pero animada y llena de enseñanzas. Infundía confianza oírlo, se despertaba el optimismo de uno, los deseos de actuar”.

Transmitir esos mismos deseos de actuar en la vida diaria, en el trabajo, en el barrio, en la familia, ha sido la vocación de todas las generaciones de comunistas. En la íntima motivación que arraiga en la conciencia ante la esclavitud de cualquier tipo, despierta nuestro rojo amanecer, la vida individual se descubre como la vida de todas y todos, el deber moral se eleva al deber político, la crítica a la injusticia se eleva a reflexión dialéctica y la reflexión se transforma en acción y organización.

Con fines opuestos a los de Recabarren, el neoliberalismo también está atento a la conciencia de quienes producen la riqueza para convencerles de que la riqueza surge de sí misma, de que el trabajo es intrascendente o superfluo ante el capital. El neoliberalismo comprende que toda relación económica es una relación política y que ningún aspecto de la cultura es neutro ideológicamente.

Se sostiene Recabarren con la consistencia de quien se enfrentó con la alianza entre la oligarquía nacional y el imperialismo inglés, vivió la persecución, la prisión y el exilio, y presenció la violencia estatal contra la clase trabajadora. Bajo sus formas recientes, esa oligarquía, que en lo esencial es la misma fronda de linajes, y el imperialismo, promueven la ilusión de justicia y soberanía ahí donde se ha extremado la explotación y el intervencionismo. Y así mismo promueven el individualismo y la competencia, la desafección ante la degradación de personas y pueblos.

“La imprevisión y el vicio cuentan con un fuerte apoyo entre la clase usurera más relajada y desprovista de moralidad, que vive y cifra el progreso de su fortuna a expensas de estos factores. De modo que el obstáculo es poderoso, pero no indestructible. Hagamos nacer entre el pueblo el amor por la instrucción. Estimulemos a que lea, a que piense, a que analice. Hacer esto, conseguir de este modo atenuar los efectos de la imprevisión y del vicio, es encaminar al pueblo para que mejore sus condiciones de vida. El pueblo más instruido será el pueblo más poderoso”.

Mientras más cultos son los pueblos, más cerca están de ser libres. Mientras más ignorantes más fácil de ser dominados.

Recabarren fue “hombre de honestidad acrisolada y de principios arraigados, nunca incurrió en ninguna forma de demagogia (…) que sólo manejan libremente quienes desprecian a la clase obrera y al pueblo y los creen en objetos susceptibles de ser manipulados inescrupulosamente; por lo mismo, fue veraz con los trabajadores y veló celosamente, porque éstos conocieran la verdad sobre toda clase de asuntos y mantuvieran su espíritu crítico, permanentemente despierto frente a cualquier situación y, sobre todo, frente a cualquiera expresión de dogmatismo”.

“Siempre demostró aptitud para actuar sin sectarismo, pero con firmeza; flexiblemente, pero sin debilidad; con autoridad, pero sin autoritarismo; fraternalmente con los trabajadores, pero sin blanduras; francamente con las masas y sin halagarlas, pero sin el menor asomo de prepotencia, vanidad o sentimientos de superioridad. Poseído de gran curiosidad intelectual y confiando en el valor de las ideas como instrumento de desarrollo y de lucha, estudió incansablemente, estimuló el estudio entre sus camaradas y ofició como maestro que se daba tiempo para escribir ensayos, artículos de prensa y hasta pequeñas obras de teatro”.

“Estuvo lejos de ser el caudillo, que encandila emocionalmente a las masas y las conduce a acciones cuyo fin ignora; fue muy distinto del agitador intrascendente que moviliza al pueblo en pos de limitados o falsos objetivos con el propósito de erigirse en su conductor; no tuvo nada del dirigente calculador que, para labrarse fácil popularidad, tolera complaciente y hasta fomenta debilidades o rasgos negativos que menoscaban la labor revolucionaria propia de trabajadores conscientes; no se dejó llevar por ninguna forma de subjetivismo que convierte en realidades los deseos o las esperanzas que puedan surgir en el espíritu. Nunca cayó en arrebatos extremistas, no se dejó dominar por impaciencias, que desembocaran en irresponsables aventuras o inconsistentes acciones; tampoco cayó en el adocenamiento o en la falta de dinamismo e imaginación, con lo que evitó la pasividad, el conformismo, el trabajo rutinario”.

Con esas ideas en la perspectiva de la emancipación de la clase trabajadora, luchando por una sociedad plenamente democrática y con profunda justicia social, nació el partido, no como fin en sí, sino como un instrumento al servicio de los intereses de la clase trabajadora, que lucha por los valores más nobles de la sociedad.

Los comunistas celebramos y por nuestra condición de revolucionarios, luchamos por la transformación profunda, reafirmamos nuestro compromiso de elevar nuestra autoexigencia, multiplicar cualitativa y cuantitativamente nuestras capacidades, teniendo siempre en nuestro acervo las luchas del pueblo.

Han pasado 39 años de la heroica jornada de protesta y Paro Nacional, convocada por la Asamblea de la Civilidad el 2 y 3 de julio de 1986. Su amplitud, extensión territorial y sectorial, profundidad combativa, son parte de las luchas decisivas para desestabilizar y desplazar a la dictadura. Ocho personas fueron asesinadas por la dictadura, entre ellas, Nadia Fuentes Concha, una niña de 13 años asesinada en la población Los Copihues de La Florida.

Con esa gesta heroica en la memoria, llenos de emoción, nuestro reconocimiento al valor y generosidad desplegada por la juventud en la lucha contra el fascismo. Hoy rendimos homenaje a Rodrigo Rojas Denegri, militante de las Juventudes Comunistas de Chile, que a sus 19 años retornó a su patria como fotógrafo, luego de diez años de exilio en Washington. El 2 de julio de 1986 participando en la comuna de Estación Central fue quemado vivo junto a Carmen Gloria Quintana, entonces también militante de la Jota, por una patrulla militar en medio de la protesta contra la dictadura. Carmen Gloria logró sobrevivir a las terribles quemaduras, pero Rodrigo no logró resistir la gravedad de estas y falleció un día como hoy, el seis de julio de 39 años atrás.

La cámara de Rodrigo había capturado la imagen del funeral de Ronald Wood, otro joven, estudiante de 19 años asesinado por otra patrulla militar en una manifestación en el Puente Loreto. No sabía que sólo días más tarde correría su misma suerte, como ocurrió con tantas y tantos jóvenes a los que en su nombre rendimos nuestro homenaje y compromiso de luchar para que nunca más vuelva la noche del fascismo.

Hace pocos días participamos de un acto lleno de contenidos y compromisos de lucha. Con la presencia del Presidente Gabril Boric y la compañera Jeannette Jara, como la candidata presidencial del sector, se rindió un emocionado y merecido homenaje  a la  dirección clandestina del Partido Socialista, hasta hoy detenida y desaparecida por la dictadura. Honor y gloria a estos héroes y heroínas de la lucha antifascista.

Por nuestra parte, cumpliremos con el deber de planificar desde ya los homenajes a 50 años de la detención y desaparición de dos direcciones clandestinas del PC, encabezada por el compañero Víctor Díaz, el compañero Fernando Ortiz y la dirección de la Jota, en la que Carlos Contreras Maluje era uno de sus miembros.

Verdad y Justicia. No a la impunidad, lucha por la memoria y el respeto a los derechos humanos son irrenunciables en la lucha por la profundización democrática del país.

Estimadas compañeras y compañeros:

Debemos analizar con el mayor rigor el comportamiento de las principales tendencias que se expresan en la situación política nacional e internacional.

Vivimos tiempos intensos, críticos, convulsos, plagados de desafíos para la Humanidad, desafíos para el mundo y su destino.

Chile es parte de estos tiempos. No es una excepción, ni está ajeno a esta situación que vive el planeta.

El Partido Comunista, desde su fundación, sus principios, su doctrina y su trayectoria, es una organización que recoge y acoge el sentido de la historia.

En nuestro reciente Congreso Nacional debatimos e hicimos síntesis de nuestra identidad de partido de clase y fuertemente arraigado en el pueblo de Chile, para cumplir con el principal desafío de estos tiempos llenos de complejidades:

La centralidad en la discusión y elaboración colectiva de nuestra política en el XXVII Congreso fue: Comprometidos con Chile, seguiremos construyendo futuro por la paz, la democracia y la justicia social.

La construcción de una alternativa popular, emancipadora, en un proceso de profundización de la democracia participativa cuya principal fuerza sea el protagonismo del pueblo.

El mundo camina rápido y nuestro continente también.

Y no somos una isla. Más bien somos el patio trasero del imperialismo que en estos días sacude al mundo con guerras, genocidios, bloqueos crueles y criminales, exterminios, e incluso amenaza con hacer estallar bombas nucleares.

El imperialismo y sus fuerzas en Chile hacen todo para recomponer su cuestionada hegemonía en el mundo. Y tienen planes inmediatos para su patio trasero, del cual somos parte.

No vivimos el tiempo de la década de los 90, con la caída de los socialismos reales, con la embriaguez de que Chile era un modelo, un laboratorio, de los “pactos transicionales”, con el “fin de la historia”.

Hoy, en Chile, las fuerzas capitalistas se recomponen, así como en otras partes del mundo Occidental bajo la hegemonía del imperio norteamericano. Pero saben que en el mundo y también en Chile, hay fuerzas que han resistido.

Porque resistimos a la dictadura, y también resistimos a la caída de los socialismo en Europa del Este.

Y nuestra resistencia no fue, ni ha sido en vano. Está plagada de contenidos, de valores, de intensos y permanentes esfuerzos por construir correlaciones de fuerza y alianzas sociales y políticas que impidieran el avance de las derechas y el imperialismo en Chile. Luchamos de verdad por la esperanza para el planeta y para Chile.

Muy tempranamente, a comienzos de los 90 del siglo pasado, y en particular el año 1996, siendo Gladys secretaria general del partido, hicimos propuestas concretas para construir alianzas sociales, políticas y electorales que enfrentaran el avance de la derecha, que ya en esos momentos se veía en diferentes formas.

Y hemos sido perseverantes y coherentes en esos esfuerzos. Y vamos a seguir en esos empeños.

Del mismo modo, y con la misma intensidad, porque lo hicimos en la lucha contra la dictadura, en condiciones muy adversas, seguimos insistiendo en que la única vía para derrotar a la derecha es el total y pleno protagonismo del pueblo.

Como lo decía Allende, la construcción de una alternativa del movimiento popular, no implica sólo la participación del pueblo, es mucho más que eso, es el puebloel protagonista de esa construcción y de esa alternativa.

Luis Emilio Recabarren, Salvador Allende, Gladys Marín y muchos más constructores en Chile y en el mundo, comprendieron y han comprendido que los liderazgos son fundamentales. Pero que la base esencial de la fuerza de esas alternativas está en el pueblo. En su protagonismo, en su unidad, en su programa político y social.  Y los liderazgos, y los partidos, siempre al servicio y en la máxima interacción con el movimiento popular.

Es fundamental, y necesario que los partidos populares y progresistas estemos allí en el espesor del pueblo, en todos los espacios que se requiere estar.

Y, en ese sentido, repetimos, es absolutamente necesario el protagonismo de las organizaciones sociales y sindicales en particular y que son parte del movimiento popular.

La contradicción entre democracia y neoliberalismo se agudiza en Chile.

El riesgo principal es que las corporaciones transnacionales, el imperialismo en su expresión concreta hoy, las derechas locales, conquisten un gobierno y tengan una significativa representación parlamentaria.

En rigor, si eso llegara a ocurrir, en Chile se impondría un camino incluso mucho más reaccionario que el que se vive en Argentina hoy.

Porque Milei hace, en el vecino país, lo que el imperialismo y las fuerzas reaccionarias criollas hicieron con el golpe y la dictadura en nuestro país.

Aquí, vienen por más.

Es importante saber reconocer las razones que han generado el actual cuadro de correlaciones de fuerza que vive Chile. Y el descontento que por décadas millones de personas viven producto de carencias, abusos, injusticias económicas, sociales, exclusiones, temores reales producto del crimen organizado y el narcotráfico.

Las derechas buscan e intentan, con todo el poder comunicacional, político, económico y fáctico que tienen, que esos descontentos se reflejen en el apoyo a sus candidaturas.

Esa es la raíz, y tal vez la causa principal del anticomunismo atávico que hoy pretenden levantar en Chile, porque saben, lo decimos con humildad y convicción, que el Partido Comunista es una fuerza que, desde su historia, desde el presente, y hacia el futuro, juega un papel relevante en las luchas nacionales por la justicia social y la emancipación.

En este contexto, en esta realidad, el Partido Comunista, desde su historia, con su historia, con el sentido de una tradición que es trascendencia, hoy señala que es necesario, urgente, y posible, derrotar a la derecha.

La unidad que impulsamos es para construir la correlación de fuerzas que necesitamos para derrotar a la derecha. Ni más, pero tampoco menos.

Y ese camino, invariablemente, implica en poco tiempo histórico, sintonizar con millones y millones de personas. Especialmente quienes, por voto obligatorio, han votado en los últimos plebiscitos constitucionales y en las recientes elecciones municipales.

Y lo han hecho como lo han hecho.

Miremos la realidad: Esas personas viven descontentas, no son ficticias.

Listas de espera, carencia de viviendas, salarios bajos, cesantía, abusos, miedos reales al crimen organizado y al narcotráfico, deudas agobiantes que permanecen en el tiempo.

Necesitamos que nuestra propuesta sea acogida, creíble para estas personas que, insistimos, serán determinantes en las elecciones presidenciales y parlamentarias futuras.

Y, con la misma intensidad, que el protagonismo del pueblo sea real, activo, movilizado. Tenemos a nuestro favor no sólo la razón, la verdad, sino también toda la inteligencia y sabiduría de consecuentes luchadores.

En este teatro y en todas las orgánicas del país, hay hombres y mujeres que portan la orden Elías Lafertte por 50 y más años de militancia, deben destacar por experiencia y capacidad en construir un poderoso movimiento político y social unitario. Vaya esto como merecido estimulo, deben ir al encuentro de los nuevos militantes. Aprovechamos de recibir con fraternidad comunistas a los sobre 100 cuadros que con motivo de su Congreso han pasado desde la Jota a enriquecer con savia nueva las filas del partido. Así se constituyen las generaciones contemporáneas a los distintos tiempos que tiene la lucha, con distintas edades y experiencias somos la generación para el desafío histórico de contribuir activamente a la derrota de la derecha y la elección de un nuevo gobierno de coalición, del pacto Unidad por Chile con la presidencia de una militante comunista. Estoy seguro de que al igual que en otras épocas, con conciencia, entrega y compromiso nos proponemos cumplir con nuestro deber.

Primarias Presidenciales de la coalición de Gobierno.

Fue un acierto político resolver la candidatura única y unitaria del pacto Unidad por Chile a través de una elección primarias. Mecanismo democrático y participativo. La derecha no fue capaz de primaria. Pretendieron descalificarla porque según ellos tuvo una baja participación y olvidan los datos cuando Piñera fue electo en una primaria de la derecha con números iguales o menores, pero para El Mercurio ahí eran abrumadores.

Hemos logrado un triunfo, que para los comunistas es histórico, primera vez que alcanzamos esa votación que permitió también por primera vez una candidatura de coalición de unidad que recae en una militante y dirigente comunista. Se vienen a la memoria tantas y tantos compañeros que dieron la vida en defensa y proyección del partido en los últimos años. Lo referenciamos en Luis Corvalán, don Lucho; Volodia Teitelboim, Volodia; Gladys Marín, Gladys, y Guillermo Teillier, Guillermo. Ella y ellos encabezaron la dirección del partido en distintos tiempos de estos últimos 50 años. Su aporte está indisolublemente unido a estos avances del partido.

Las razones que explican el triunfo de Jeannette Jara Román son multifactoriales:

Algunos de esos factores que podemos revisar: A) Cualidades personales, autenticidad, raigambre, cercanía, empatía. B) La capacidad política y experiencia en tareas de Estado y políticas públicas. C) Militancia comunista desde los 14 años. D) Experiencia como dirigente estudiantil y sindical. E) Propuesta de medidas políticas y necesidades de la gente. F) La política comunicacional de medios, redes, propaganda incluida la franja. G) Capacidad organizativa del partido y la Jota en todo Chile. Comprendió la misión, y con convicción y mística, actúo como un solo todo demostrando a plenitud el valor político clave de la unidad de acción, para llevar nuestros acuerdos al pueblo. De Arica a Punta Arenas con o sin orgánica PC, logramos estos resultados.

Se trata de ampliar y perseverar en esta opción para construir miles de Comando de Unidad por Chile desde la base territorial y sectorial para la batalla presidencial y parlamentaria de noviembre próximo. En cuya misión se destaquen las candidaturas a CORES y concejales electos y no electos, pero con raigambre en la base social de su sector o territorio.

Un desafío político de primer orden en este momento es construir la más amplia unidad política y social que transforme en un gran frente o movimiento al pacto Unidad por Chile.

Convocados por Jeannette se ha constituido la mesa de presidencias de los partidos políticos del pacto, como parte de la organización de la campaña.

Proyectar, relacionado con la presidencial, el acuerdo de una la lista parlamentaria única y unitaria con el propósito de conquistar la mayoría en el futuro Congreso.

Como dice el Informe al Sexto Pleno, “nuestra propuesta va acompañada de un itinerario político, porque sabemos que no basta con ganar el gobierno. Se necesita mayoría parlamentaria, movilización social e institucionalidad al servicio del pueblo”.

Será clave para construir y desarrollar la UNIDAD, la propuesta programática común del sector. Para estas definiciones debemos ampliar al máximo la unidad, tanto hacia la DC, como fuerzas políticas de izquierda no de gobierno, y todos los sectores progresistas con quienes compartimos la convicción de derrotar a la derecha.

Compañeras compañeros:

Estamos frente a un desafío histórico, desconocido en nuestro quehacer político, la inmensa responsabilidad de que la candidata nominada por consulta directa y con una votación no alcanzada antes por los comunistas. En el exterior el mundo progresista nos saluda y observa con expectativas positivas, pero también lo hace el imperio.

En 113 años el Partido Comunista de Chile ha tenido tres candidatos en tiempos que era necesario marcar una propuesta vinculada a los intereses de los trabajadores, la izquierda y el pueblo.

Luis Emilio Recabarren en 1920 cuando estaba encarcelado, Elías Lafertte año 1931-32. En 1999 Gladys Marín. Pero esta es la primera vez que es candidata de una coalición amplia con serias posibilidades de ganar la elección en primera o segunda vuelta. Es un hecho histórico.

Esto pone a prueba la capacidad política que permita comprender el valor estratégico de la Unidad como una clave para la construcción de correlación de fuerza favorable, debemos combatir cualquier atisbo de sectarismo.

Debemos transformar la comprensión política en acción transformadora, crear miles de comités de base, recoger las demandas legítimas y relacionarlas con el programa, promover al máximo.

La fuerza del ejemplo es clave en la pedagogía política de masas. Nuestro compromiso de lucha contra la corrupción, por la probidad y transparencia, la honradez de hablar con la verdad permite recuperar confianzas de amplios sectores. Somos luchadores sociales que tenemos la vocación y compromiso por el cambio estructural social y democrático. Es una cualidad que portamos  con modestia y convicción.

Tener presente que se ha desatado una peligrosa operación anticomunista, usaran los peores recursos, la derecha reaccionaria y el propio imperialismo se resisten aceptar la definición política hecha a través de un mecanismo democrático.

Ahí esta el candidato negacionista que desafiante reivindica la dictadura con sus crimenes de lesa humanidad incluidos. Kaiser sabe lo que dice. Y sabe lo que fue e implicó para Chile el golpe en todos sus aspectos. Terrorismo de Estado, atropello sistematico de los derechos humanos. Hambre y miseria generalidaza en el país y por muchos años.

Persecusión, desaparecidos, ejecutados, torturados, asesinatos sin límites. Bombardeo de La Moneda, y un Presidente y quienes lo acompañaron, que inmolaron sus vidas por la libertad, la democracia, el compromiso con el pueblo.

Es evidente que busca generar miedo. Y hay que enfrentar esto.

En primer lugar, lo decimos sin arrogancia ni aspavientos, sin prepotencia, pero con total convicción, responsabilidad y sentido de la Historia:

No tenemos miedo. y el pueblo de chile, las mayorias nacionales, no tienen miedo.

Kaiser ha reivindicado, para el futuro de Chile, el terror, la miseria, la violencia.

Y debe respoder por sus dichos.

Nosotros no perseguimos, no ejecutamos, no torturamos, no hacemos desaparecer a nuestros adversarios.

Kaiser ha expresado públicamente que está de acuerdo con un nuevo golpe de Estado incluyendo las peores consecuencias genocidas para exterminar a fuerzas políticas por el solo delito de pensar distinto. Él no trepidaría en perseguir e ilegalizar a los comunistas. Nuestra principal defensa debe ser la profundidad y riqueza de vínculo con el pueblo sus organizaciones sociales y partidos políticos que lo representan. Pretenden una campaña del terror que debemos desactivar a través de una perseverante batalla de ideas

Kaiser, y no sólo él, en el sentido riguroso de la ética democrática, del derecho, debe asumir lo que ha dicho. Ha amenazado de todo lo que hemos descrito. Y ante eso, en derecho, en la ética, debe responder. Un colectivo de abogados  estudia una presentación si es necesario.

Con más fuerza, con más convicción, con humildad y sentido de la historia, convocamos al pueblo de Chile a trabajar para que millones y millones de personas se activen en una campaña presidencial y parlamentaria que tiene como objetivo hacer un país bueno y justo para todas y todos.

Por salud, seguridad pública, salarios, viviendas, pensiones, educación, por el fin al crimen organizado y el narcotráfico. Por un Chile solidario que camine con paso firme y apresurado hacia la integración regional y el multilateralismo. Así respondemos a quienes buscan imponer el miedo y a la violencia.

Tenemos conciencia que para ganar necesitamos integrar a más sectores y llegar a aquellos votantes que con voto obligatorio lo han hecho por primera vez. Necesitamos ser más. Nadie sobra, todos son necesarios.

Cada militante, adherente, simpatizante comunista se debe transformar en un brigadista, en una activista para vencer la mentira, la caricatura, la deformación y descalificación. Este contingente activo y en movimiento son la base de una política comunicacional a la ofensiva, propositiva y organizadora.

Necesitamos una coalición que promueva la más amplia unidad que integre desde la izquierda, la centro izquierda, hasta el centro, que reúna a todo el progresismo del país.

Compañeras y compañeros:

El mundo se está recomponiendo. Estados Unidos, que hasta algunos años se erigía como guardián y dueño de la globalización neoliberal, hoy cosecha la decadencia de su imperio.

El debilitamiento sostenido de la pérdida de su hegemonía, que ha llevado al gobierno de Trump a sumir al mundo en la incertidumbre con sus conductas de amenazas, sanciones e intervencionismo para vulnerar la soberanía y el derecho de autodeterminación de los pueblos; su vinculación con el armamentismo y la guerra; su apoyo al genocidio del gobierno de Israel contra el pueblo palestino y el bombardeo contra Irán. Nuestra solidaridad con el pueblo de Palestina que lucha por una Palestina Libre. Reiteramos nuestro compromiso de lucha por la paz y la solución política a los conflictos entre estados.

El reciente recrudecimiento criminal del bloqueo contra Cuba, a pesar de las sucesivas condenas de la mayoría inmensa de los países, incluido Chile, en la Asamblea General de la ONU, así como la calumnia para incluir a la isla en el listado de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, intentan someter al pueblo cubano mediante el intervencionismo descarado.

El bloqueo que inició Estados Unidos se ha incrementado a través de leyes y decretos presidenciales. El último paso corresponde a la actualización, el 30 de junio reciente, del Memorando Presidencial de Seguridad Nacional Nº5 del primer gobierno de Trump.

Como lo indica la resolución del Sexto Pleno de nuestro Comité Central, rechazamos categóricamente las nuevas medidas criminales para profundizar el bloqueo y reiteramos nuestra solidaridad con Cuba y su pueblo.

En lo que se refiere a política internacional, valoramos las políticas que van en la dirección del intercambio multipolar y que respeta los intereses de las partes. Nos hemos pronunciado a favor de la CELAC y de la relación CELAC con China. Desde esa perspectiva nos parece importante para los intereses del país y su política de desarrollo la participación del Presidente Gabriel Boric en la reunión de los BRICS en Brasil, sea en la condición de observador u otro, pero es un hecho importante

La historia del Partido Comunista de Chile es una muestra que habla hoy por nosotros. No nos gusta excluir.

Cuando se trata del pueblo de Chile, y cuando se trata de valores universales como los que hemos señalado.

Entonces, en dónde está el punto.

En que hoy, más que nunca, a nivel mundial, es el imperialismo norteamericano, la OTAN, los neocolonizadores, quienes buscan excluir y destruir. Y es tan brutal esta acción, que ni siquiera, como lo fue tras la caída de los socialismos reales, hoy pueden esgrimir que hacen las atrocidades que hacen, en aras de la democracia, la libertad.

Y, en Chile, no es tan diferente.

Hemos escuchado varias voces, que tienen poder, en varias ocasiones, esgrimir que los seudo límites del actual Estado en Chile se basan en determinados asuntos que refieren al poder de las corporaciones transnacionales, a los poderes de grandes conglomerados económicos, a la defensa de la extrema mercantilización de la sociedad chilena.

Con esos seudo argumentos, descalifican y excluyen a quienes, desde cualquier posición doctrinaria, política, ideológica y cultural, proponen transformaciones y cambios para el país en los planos económicos, sociales, culturales y políticos.

Y desde nuestra tradición popular, reafirmamos la necesidad de que en Chile se avance hacia una sociedad de derechos sociales.

Reiteramos nuestro compromiso de pertenencia total al actual gobierno, sin duda  nuestras y nuestros compañeros en tareas de gobierno en distintos niveles permaneceran hasta el ultimo día cumpliendo con sus deberes, y autoexigiendose al máximo para elevar la calidad de su aporte.

Sabemos que los avances de nuestro ghobierno  son un aporte de vinculación directa para los mensajes y compromisos de campaña del pacto Unidad por Chile, que tambíen debieran reflejarse en la batalla parlamentaria.

Compañeras y compañeros:

Tenemos la sana satisfacción por lo alcanzado, pero tambíen la conciencia de la inmensa responsabilidad para cumplir con las obligaciones en esta nueva etapa.

Con humildad pero sabiduría nos disponemos a llevar adelante la pedagogía que sume y sume.

La transformación social empieza cuando cada uno de nosotros asume su parte en el esfuerzo colectivo.

Sometidos a este trance historico nos obligamos a crecer en capacidades indivuales y colectivas.

Invitemos a los que por distintas razones tienen intereses en la lucha por derrotar a la derecha. Despleguemos la batalla de ideas capaz de convencer y entusiasmar a miles y miles de personas hasta construir  mayorías.

Con el legado de los nuestros como acervo y memoria construyamos juntos este camino de victoria a favor de una sociedad plenamente democratica y de profunda justicia social.

El presente es de lucha, pero el futuro es nuestro y lo hacen los pueblos.

Por Chile ¡mil veces venceremos!