La jefa de Estado de México enfatizó que “tenemos convicciones, tenemos principios”, al rendir cuenta de su primer año de gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México ante 400 mil personas, en una actividad ciudadana masiva. Resaltó que 13.5 millones de mexicanas y mexicanos dejaron atrás la pobreza y que se redujo la brecha entre el ingreso del más rico al más pobre de 27 a 14 veces. En lo que va de su mandato se logró reducir en 32 por ciento el nivel de homicidios dolosos. En política exterior ratificó que “México no acepta injerencismo, no acepta intervencionismo” y afirmó que ante Estados Unidos “coordinación, sí; subordinación, nunca”.
Hugo Guzmán. Periodista. 10/2025. Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer en ocupar la Presidencia de México, cumplió su primer año de gobierno. Un momento de recuento, cuando la mandataria tiene un 70% de aprobación de mexicanas y mexicanos.
Hizo una gira por el territorio mexicano dando su cuenta, lo que culminó en un acto en el Zócalo, de cara al Palacio Nacional, a donde concurrieron 400 mil personas. Una cuenta presidencial en una actividad ciudadana masiva.
Una aseveración de contenido programático y estratégico fue que “no llegamos al gobierno solo para administrar, llegamos para seguir transformando la Nación para el bienestar del pueblo”. Y enfatizó que “tenemos convicciones, tenemos principios”.
La jefa de Estado reivindicó el proyecto que desarrolla su administración en base al humanismo mexicano y el antineoliberalismo. “Vivimos un momento histórico, nuestro país transita por un camino de justicia social, de dignidad y de garantía de derechos sociales, libertad, democracia y soberanía”, expresó en el acto en el Zócalo.
En ese camino, y considerando el sensible escenario internacional y en particular las ofensivas del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, Sheinbaum declaró que “México no acepta injerencismo, no acepta intervencionismo”.
Los logros concretos
Entre los logros, la Presidenta de México resaltó que gracias al proyecto de la Cuarta Transformación, impulsado desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador hasta esta administración 13.5 millones de mexicanas y mexicanos dejaron atrás la pobreza, México es el segundo país menos desigual del continente y se redujo la brecha entre el ingreso del más rico al más pobre de 27 a 14 veces, se tiene un crecimiento anual esperado de 1.2 por ciento. En los años recientes, hubo un aumento de 135 por ciento en términos reales del salario mínimo. 20 mil 358 comunidades indígenas y afromexicanas reciben, por primera vez, un presupuesto directo. En estos doce meses se logró reducir en 32 por ciento el nivel de homicidios dolosos. Hubo una ampliación inmensa de las líneas férreas y serán inaugurados un total de 31 nuevos hospitales.
La mandataria mencionó que en el año de su gestión se aprobaron 19 reformas constitucionales, 40 nuevas leyes, lo que incluyó una profunda transformación en el Poder Judicial que incluyó la elección de los jueces, reconocimiento a los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho, recuperación de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad como empresas estatales y del pueblo, y consagración de derechos e igualdad de las mujeres.
“Los recursos públicos son sagrados”
En relación a los sectores neoliberales y de derecha, Claudia Sheinbaum resaltó que “los conservadores quisieran que olvidáramos cómo se vivía antes, presidentes rodeados de lujos, gobiernos alejados de la gente y fortunas construidas al amparo de poder público; pero eso se acabó, porque en este México nuevo la honestidad no es la excepción, es la regla, y quien robe al pueblo, enfrenta la justicia”.
En esa línea, sostuvo que “el poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad. Los recursos públicos son sagrados, se le devuelven al pueblo en derechos, programas de bienestar y obras estratégicas para el desarrollo nacional”.
La jefa de Estado enfatizó que no la prosperidad debe ser para el pueblo, sino, no es tal. Declaró que “la democracia sólo florece cuando el pueblo es el protagonista y que la libertad plena va a acompañada del bienestar”.
Ante las 400 mil personas y en una transmisión a todo el país, la Presidente de México manifestó: “No les voy a fallar, mi compromiso es con el pueblo y sigue siendo entregar mi alma, mi vida y lo mejor de mi misma por el bienestar del pueblo de México. Mi compromiso es defender a la patria. Mi compromiso con ustedes es ser una presidenta que esté a la altura de la generosidad y grandeza de nuestra historia y del pueblo de México”.
El manejo frente a Trump
Claudia Sheinbaum tuvo que encarar en su primer año tensas y complejas situaciones con el gobierno de Estados Unidos (EU), particularmente con el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, sobre todo en temas de migración, crimen organizado y narcotráfico y aranceles. Con un tono persistente: una posición de soberanía de México, no aceptando presiones ni injerencias y buscando la coordinación y el entendimiento con la administración estadounidense.
De ella, Trump afirmó que “me cae muy bien”, y al anunciar la suspensión del alza de aranceles que afectarían a México indicó, hace unos meses, que “lo hice como un acuerdo y por respeto a la presidenta Sheinbaum”.
Claro que en el modus operandi del mandatario de EU, los problemas no bajaron. Movilizó 10 mil militares en la frontera con México, desde la administración estadounidense se volvió a decir que el gobierno mexicano amparaba o no combatía a cárteles de la droga y se quiso imponer la opción de operaciones policiales en territorio mexicano. La Presidenta mexicana descartó toda posibilidad de agresión desde EU y declaró que “no va a haber una invasión… Eso está descartado”. En los ejemplos de los últimos meses, cuando la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés), anunció una “iniciativa bilateral audaz” contra cárteles de la droga en México, la mandataria mexicana salió a decir que no tenía ni idea de aquello, y descartó alguna operación de la DEA en territorio mexicano. “Eres dura” le habría dicho Trump.
Por cierto, durante el mandato de Sheinbaum se han detenido a alrededor de 30 mil integrantes de bandas criminales y narcos, bajó el paso ilegal por fronteras, y aumentó la incautación de droga, como lo reportó el The New York Times. A inicio de año, el gobierno mexicano dio luz verde al traslado a Estados Unidos de una treintena de narcos detenidos.
Hay situaciones que persisten como las acusaciones desde EU del ingreso de fentalino, pero la mandataria mexicana niega ineficiencia de su país y no deja de plantear que un tema gravitante en la enorme cantidad de consumidores que hay en Estados Unidos. También defiende la integridad de los migrantes mexicanos, pide constante respeto a sus derechos civiles y humanos y diseñó un plan para recibir a los deportados o a mexicanas y mexicanos que regresan por su voluntad.
“Coordinación, sí; subordinación, nunca”, es el mandato de Claudia Sheinbaum frente a Estados Unidos.
Soberanía ante circunstancias puntuales
Durante el gobierno de la jefa de Estado de México se destacan ciertos contrastes con otros gobiernos o dirigencias regionales, incluso de izquierda, respecto a temas controversiales.
Fue significativa, por ejemplo, su declaración ante el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a la venezolana María Corina Machado, al decir que “nosotros siempre hemos hablado de la soberanía y de la autodeterminación de los pueblos, no solamente por convicción, sino porque así lo establece la Constitución (mexicana) y me quedaría hasta ahí en el comentario”. A la insistencia de periodistas sobre el hecho, insistió, “sin comentarios”.
Claudia Sheinbaum mantiene una buena relación con Cuba, no cuestiona la política interna ni hace críticas u observaciones sobre el régimen cubano e incluso reforzó acuerdos como tener médicos cubanos en México. “Están ayudando a los más pobres en nuestro país, son médicos muy buenos, graduados y que están dispuestos a venir a México a los lugares más apartados” indicó la presidenta en su momento.
Respecto a la situación en Palestina, en su momento la mandataria mexicana declaró que “todo el posicionamiento, de acuerdo con la comunidad internacional, de que pare este genocidio en Gaza, esa es nuestra posición”. Ha sostenido que “lo que buscamos es que haya la convivencia de ambos Estados, que se construya la paz y que acabe esta terrible situación de agresión a civiles en Palestina”. Frente al acuerdo alcanzado en estos días entre Hamás, Israel y Estados Unidos, señaló que “esperemos que realmente sea un acuerdo de paz y de soberanía de los pueblos, ese es nuestro pensamiento en este momento”.
En cuanto al conflicto ruso-ucraniano la postura de la Presidenta de México es lograr un acuerdo de paz y terminar con esa guerra. No ha optado por respaldar abiertamente a Rusia o Ucrania. “México tiene una tradición pacifista y la vamos a seguir teniendo, de la búsqueda de la paz en el mundo. Y el diálogo y la política como la forma de resolver los conflictos están en esta constitución” señaló. “No podemos quedarnos callados, tenemos que exigir la paz en el mundo frente a acontecimientos”, reforzó.