Theodorakis, conocido por su música comprometida con la lucha social, encontró en este poema épico de Neruda, la manera exacta para revelar su visión política, social y artística. Ambos militantes comunistas, que vivieron la persecución política, potenciaron su mensaje al mundo de manera magistral. En el libro “Mi postura en la música”, Theodorakis aclara que entiende sus escritos sobre música, sus composiciones, como declaraciones desde lo íntimo y que “trasciende necesariamente los límites de la obra, porque incluyen la filosofía del artista, su postura ante los problemas de la vida, de la sociedad”.
Margarita Pastene. Periodista. Casablanca. 28/7/2025. Este 2025 es el “Año de Mikis Theodorakis”. Así lo dispuso el gobierno griego, con motivo de cumplirse, este martes 29 de julio, 100 años del nacimiento en la isla de Quíos del compositor, político y escritor heleno, autor de la conocida obra musical para la película Zorba el griego, protagonizada de manera excepcional por Anthony Queen. Para conmemorar este hito, el mundo de la cultura en diversos países de Europa y América Latina, han organizado diversos eventos musicales para honrar la vida y obra de uno de los músicos más relevantes del siglo XX.
El compositor griego legó a Chile una obra incomparable con la musicalización de Canto General, una fusión de música y poesía perfecta. En estas celebraciones de homenaje a esta creador, político y hombre de paz, fallecido en septiembre de 2022, recordarle este martes 29 de julio, a 100 años de su nacimiento, es un acto de memoria.
“Canto General es para mí como un evangelio de nuestra época. Neruda revela su alma combativa y deliberadamente se coloca al servicio de la revolución del pueblo para la libertad, la independencia y la democracia” expresó Mikis Thedorakis desde su exilio parisino, al emprender en 1971 la musicalización de esta obra de nuestro Premio Nobel de Literatura.
Theodorakis, conocido por su música comprometida con la lucha social, encontró en este poema épico de Neruda, la manera exacta para revelar su visión política, social y artística. Ambos militantes comunistas, que vivieron la persecución política, potenciaron su mensaje al mundo de manera magistral. En el libro “Mi postura en la música”, Theodorakis aclara que entiende sus escritos sobre música, sus composiciones, como declaraciones desde lo íntimo y que “trasciende necesariamente los límites de la obra, porque incluyen la filosofía del artista, su postura ante los problemas de la vida, de la sociedad.”
En abril de 1971, hace poco más de medio siglo, el diario chileno La Nación consignaba en una breve nota que, en audiencia especial, el compositor griego, Mikis Theodorakis había sido recibido por el Presidente de la República, Salvador Allende, en La Moneda. Esa visita de Theodorakis a Chile, cubierta al pasar por la prensa chilena, fue sin duda un hito cultural y político y sería el comienzo de una relación profunda y definitiva entre el compositor, intelectual y político y nuestro país.
El músico griego que se encontraba exiliado en París tras ser liberado de las cárceles de la dictadura griega, había aceptado la invitación del Presidente Allende, porque quería palpar de cerca el proceso revolucionario chileno. En Valparaíso, tuvo ocasión de escuchar a un grupo de jóvenes interpretar fragmentos del Canto General de Pablo Neruda. Ese encuentro fue decisivo. Theodorakis, conocedor de la obra de Neruda y principalmente de Canto General, tomó allí, frente al mar nerudiano, la decisión y el compromiso de musicalizar parte del poemario épico del poeta chileno.
Neruda era entonces embajador de Chile en París. El compositor griego estaba decido a emprender esta obra y había que conocer personalmente al poeta de Isla Negra. “Nuestro primer encuentro fue en un café parisino” recuerda Theodorakis en la publicación “Hacia la creación musical de Canto General.” Allí relata que le confidenció a Neruda que, en Grecia, no sólo era admirado por los escritores griegos, sino por el pueblo y especialmente por la juventud helénica. Neruda estaba feliz.
Theodorakis inició entonces la tarea con la musicalización del primer poema de Canto General, “Amor a América”, cuyo contenido coincidía con su propia odisea vital, tan llena de música, como de luchas sociales. “La lucha por la libertad y por la justicia es lo que unió definitivamente a Theodorakis con Neruda”, asegura Adam Feinstein, el destacado escritor y periodista británico, autor de la aclamada biografía del Premio Nobel, Pablo Neruda, una pasión por la vida, publicada en el 2004, en Gran Bretaña.
“Los paralelismos en los proyectos artísticos y políticos de Theodorakis y el canto político chileno -representativos de la poesía y música políticamente comprometidas de la posguerra- y las transferencias directas e indirectas entre ellos, posibilitaron la creación transregional entre Chile y Grecia, entre América Latina y Europa del Sur, de un tipo específico de obra militante de orientación tercermundista característico de los años 1960 y 1970”, se explica en el ensayo “Canto general que une Grecia y Chile. Conexiones musicales y co-producción de saberes políticos en el Tercer Mundo” de Eugenia Palieraki, de Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne y Javier Rodríguez Aedo, de la Universidad Católica de Valparaíso. (2023)
Entre 1971 y 1972, Theodorakis trabajó en esa “creación transregional” de Canto General. El plan era presentar la obra por toda América Latina, en el verano de 1973. La primera presentación, de éxito total, fue en el Lunapark de Buenos Aires, a fines de agosto de 1973. El próximo concierto sería en el Estadio Nacional en Santiago de Chile…corría septiembre de 1973. La situación en Chile era dramática. Desde Chile, explicaron a Theodorakis, que había que posponer el programa en nuestro país. El compositor griego siguió entonces rumbo a Venezuela. Estando ya en Caracas recibió la noticia desgarradora del golpe militar en nuestro país. Theodorakis bien sabía lo que ello significaba para los pueblos del mundo.
Un par de días más tarde, y recién llegado a México, Thedorakis se enteró de la muerte de Pablo Neruda, “Esta fue una las más grandes tragedias de la Humanidad y una tragedia para Chile y para mí”, dijo entonces el compositor griego y consideró entonces que la musicalización de Canto General debía convertirse en un elemento fundamental de la solidaridad con Chile y su pueblo.
El álbum del “Canto General” adquirió su forma definitiva en el invierno de 1973-1974 en París y presentó por primera vez en Grecia en 1975, en el estadio Karaiskaki de Atenas, poco después del fin de la dictadura militar griega y el regreso de Theodorakis a su tierra natal. El oratorio comenzó a recorrer el mundo y, desde entonces, se convirtió en un símbolo de la más elevada creación musical y también en un arma política.
En Chile el oratorio completo Canto General se realizó en abril de 1993, en el Teatro Monumental de Santiago (hoy Caupolicán). Fue un estreno significativo y de reparación, dirigido por Mikis Theodorakis junto al director Franz Peter Müller Sybel, con las voces solistas de Arja Saijonmaa y Petros Pandis, los coros Ars Viva y Sinfónico de la Universidad de Chile y las orquestas Sinfónica de Chile y Filarmónica de Santiago. Mikis Theodorakis falleció el 2 de septiembre de 2020, en Atenas y su obra Canto General es el legado que ha dejado al mundo, como un himno de lucha y esperanza.
En mayo de 1988, en el Congreso Mundial por la Paz que congregó a relevantes personalidades de la cultura internacional, en Tübingen, Alemania, tuve el honor de conocer a Theodorakis. En esa ciudad, se había fundado un grupo coral con su nombre, Coro MikisTheodorakis, dirigido por el músico y pacifista Henning Zierock, integrado principalmente por jóvenes estudiantes que tenían un fuerte compromiso de solidaridad con Chile y América Latina.
Canto General era parte fundamental del programa del coro y en el concierto de apertura y cierre del congreso, tuvieron un rol protagónico. La presencia de Mikis Theodorakis en esa ocasión fue vital. El magnífico compositor griego, condujo aquellas voces de hombres y mujeres en la interpretación de “Libertadores”, “América Insurrecta”, “Vegetaciones”. Y esas mismas voces, en el cierre del evento, unían nuevamente a Chile y al compositor griego, en la interpretación de “Plegaria a un labrador” de Victor Jara.
Como exiliada en esa ciudad alemana, aquella ocasión me pareció precisa para agradecer a este ser humano extraordinario su solidaridad con nuestro pueblo. Sin poder disimular mi emoción y ante su imponente y grandiosa estatura física y musical, sólo pude evocar a nuestra Viola y dar gracias a la vida por esos minutos que Theodorakis generosamente me dedicaba, en un rincón de Tübingen. Antes de la despedida, Mikis puso en mis manos un ejemplar de su obra en alemán, Meine Stellung in der Musikszene, publicada en 1986, en Leipzig, y escribió en griego: “Στη Μαργαρίτα με αγάπη”. ¡Cuánto honor!