Mario Amorós: “Ante el cerco informativo hay que salir a dialogar con el pueblo propuestas transformadoras”

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Periodista, doctor en Historia y escritor, el biógrafo español es reconocido por su rigor y profundidad en el análisis de figuras claves de la historia española y latinoamericana, en especial, por dedicar parte importante de su obra a personajes claves que marcaron la historia chilena de las últimas décadas Su última publicación, “Gladys Marín, una vida Revolucionaria”, está considerada como la más completa biografía de quien fue diputada, presidenta del Partido Comunista de Chile (PC) y la primera mujer candidata a la Presidencia de la República. En conversación con El Siglo, Mario Amorós anunció que sus próximos libros biográficos serán sobre el poeta español Miguel Hernández y sobre el expresidente del PC, Guillermo Tellier. También resaltó que para enfrentar en Chile el cerco informativo de los medios hegemónicos es necesario salir a dialogar con el pueblo propuestas transformadoras y que para enfrentar a la derecha en las próximas elecciones debe existir la más amplia política de alianzas, porque “si dentro de un año, Evelyn Matthei, José Antonio Kast o Johannes Kaiser, se ponen la banda presidencial o si hay un gobierno de Matthei que dependa mucho de Kast o de Kaiser, el retroceso que el pueblo de Chile va tener será muy preocupante”.

Úrsula Fuentes Rivera. Periodista. “El Siglo”. 22/03/2025. Mario, ¿qué lo motivó a escribir libros biográficos?

La biografía es un género muy interesante y me gusta mucho porque permite contar, a través de la vida de personas destacadas, la historia de un país, de un lugar o de un colectivo. Esto me motivó a realizar mi tesis doctoral como historiador en la Universidad de Barcelona, sobre la vida del sacerdote valenciano, Antonio Llidó, quien llegó a Chile en 1969, trabajó en Quillota, militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y en Cristianos por el Socialismo y luego fue detenido por la DINA y desaparecido en 1974.

Este primer ensayo biográfico, que derivó en el libro “Antonio Llidó, un cura junto al pueblo” (2007), fue bien emocionante porque la historia del padre Llidó es muy conmovedora.

Después, el año 2008, preparé en España una biografía de Salvador Allende. Esta edición, que era muy básica, me sirvió para seguir aprendiendo el oficio de biógrafo y el año 2013, con motivo de la conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado, publiqué “Allende, la biografía”, que era una obra más exhaustiva, con 700 páginas. Posteriormente, el 2023 la volví a revisar y mejorar con otro título, que es el definitivo: “Allende, biografía política, semblanza humana”.

También he escrito libros de historia política, entre ellos “Argentina contra Franco, el gran desafío a la impunidad de la dictadura” (2014) y “75 años después: Las claves de la Guerra Civil Española” (2014), pero el género biográfico es el que más me gusta hasta el momento.

¿Por qué mantiene el interés en realizar biografías de chilenos y chilenas prominentes, como Gladys Marín?

La historia de Chile es mi especialidad y es en lo que he trabajado durante más tiempo. Conozco bastante bien los archivos que hay en Chile y que sirven para documentarme, conozco también a muchas personas en el país y eso es determinante a la hora de realizar el trabajo investigativo para una biografía.

También he escrito sobre personajes de España, como la dirigente comunista española Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”, pero reconozco que mi especialidad principal es la historia de Chile. Con el paso de los años y después de la biografía del Presidente Allende publicada el 2013, he escrito varios libros biográficos, entre ellos Miguel Enríquez, un nombre en las estrellas” (2014), “Neruda, el príncipe de los poetas” (2015) y “La Vida es eterna: Biografía de Víctor Jara” (2023). Todos ellos son trabajos que me hacen una tremenda ilusión.

Ha escrito sobre diversos personajes íconos de la izquierda chilena, ¿pero qué lo motivó a escribir una biografía de Augusto Pinochet?

Creo que hacía falta una biografía del dictador tan exhaustiva como la que publiqué, de 832 páginas y con centenares de libros citados. Además, es un campo que no se ha explorado tanto en Chile, sólo hay otra biografía de Pinochet que es de Gonzalo Vial Correa, la cual no presenta fuentes documentales primarias ni documentación de archivos, sino el conocimiento que Gonzalo Vial tuvo de Augusto Pinochet, puesto que fue uno de sus ministros en la dictadura.

Pinochet: biografía militar y política” fue publicado el 2019 y que actualmente está en proceso de reimpresión en la editorial, por lo que pronto saldrá su cuarta edición. Para escribirlo accedí a documentación nueva que nunca se había consultado sobre Pinochet. 

Es una biografía que ha sido muy bien acogida en Chile. Se publicó también en España y creo que es una referencia ineludible para abordar la historia del ejército chileno del siglo XX, la dictadura y obviamente la vida del dictador, que fue comandante en jefe del Ejército durante 25 años y militar activo durante 65 años.

En el texto relato toda su vida militar, así como el golpe de Estado de 1973, la dictadura, la transición, los procesos judiciales en su contra y su muerte. Es una biografía que deja muy clara mi opinión sobre Pinochet como personaje histórico.

¿Por qué consideró necesario escribir y publicar un libro biográfico sobre la dirigenta comunista Gladys Marín? ¿Usted siente que hay un reconocimiento internacional hacia su trayectoria, sobre todo en Europa, donde ella vivió gran parte de su exilio?

Durante la etapa de su exilio en Europa, cuando viajaba por el mundo entre 1974 y 1977 promoviendo la solidaridad hacia el pueblo chileno, Gladys fue bastante reconocida a nivel internacional. Hoy lo sigue siendo, pero por aquellas personas que tienen un compromiso político fuerte con la izquierda europea. Pero eso no le resta mérito, porque ella tras volver a Chile clandestinamente en 1978 y luego de finalizar la dictadura, también viajó por el mundo dando conferencias frente a la prensa.

Con respecto a qué me motivó a escribir “Gladys, una vida revolucionaria”, puedo decir que fue lo interesante de su vida, así como el nivel de compromiso político que ella abraza desde 1956 hasta que fallece. Fue la primera secretaria general de las Juventudes Comunistas y mientras desempeñó esta responsabilidad política, la “Jota” se convierte en la mayor organización juvenil de Chile, con más de 80 mil militantes al momento del Golpe de Estado civil militar de 1973.

Además, creo que hacía falta abordar de manera detallada su trayectoria política, su papel en la clandestinidad después del golpe, su exilio, su retorno clandestino, sus viajes por el mundo, su papel político en los años 80 y su candidatura presidencial; como también su vida familiar, su infancia en Talagante, sus estudios en la escuela normal, su relación de pareja y amor con Jorge Muñoz Poutays -con quien contrae matrimonio en 1960- y la relación con sus hijos, con sus hermanas y con sus compañeros.

He podido consultar sus textos más personales, entre ellos las cartas y correspondencia con su familia, y los textos que Gladys escribió en la embajada de Holanda, accediendo a una visión de ella desconocida hasta ahora, relativa a sus sentimientos más profundos tras la derrota del golpe de Estado.

¿Cuánto tiempo le tomó hacer la investigación, documentarse y tomar testimonios, para poder concretar la publicación de “Gladys Marín, una vida revolucionaria”?

Entre la investigación y la escritura me demoré cerca de dos años. Fue una investigación de muchos meses y un proceso largo de escritura de ocho o nueve meses más, con mayor o menor intensidad en determinados momentos, porque durante ese tiempo también me dediqué a otros proyectos de trabajo.

Por ejemplo, ahora que estoy en Chile lanzando la biografía de Gladys Marín, estoy aprovechando de ir a los archivos, a buscar documentación para libros que publicaré dentro de dos o tres años, porque ya tengo proyectadas futuras biografías.

¿Nos podría adelantar algo al respecto?

El año que viene publicaré en España una biografía del poeta Miguel Hernández y en el caso de Chile mi próximo proyecto será una biografía del expresidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier del Valle.

Pasando a otra faceta de su formación académica, que es el análisis histórico, ¿cuáles considera que son las diferencias y las similitudes en los procesos de transición a la democracia de España y Chile, tras las dictaduras de Franco y Pinochet, respectivamente? 

En España la transición a la democracia arranca a partir de la muerte del dictador Francisco Franco en noviembre de 1975. 

En julio de 1976 el rey Juan Carlos designa a Adolfo Suárez presidente del gobierno español, quien pilota el proceso de transición a la democracia, que se asienta en dos pilares. Uno, es el desmontaje a partir de 1976 de la institucionalidad franquista, de la institucionalidad de la dictadura, y el otro es la negociación con el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, para el reconocimiento del PC, la principal fuerza política de la resistencia durante los 40 años del régimen de Franco. Tras la legalización del Partido Comunista, se abre paso a las elecciones democráticas de junio de 1977.

En Chile la transición arranca a partir de la aceptación de parte de las fuerzas que después formaron la Concertación de Partidos por la Democracia, con un itinerario marcado por la Constitución de 1980, la cual preveía un plebiscito donde se votó si Pinochet seguía o no como -entre comillas, señala- Presidente del país durante ocho años más y en caso que fuera derrotado se convocarían elecciones presidenciales, que es lo que sucedió.

Esas elecciones, que fueron ganadas por Patricio Aylwin, dan paso al abandono del poder político por Augusto Pinochet en marzo de 1990. Sin embargo, él continuó como comandante en jefe del Ejército. De manera que la transición chilena fue una transición pactada por la Concertación, la derecha y el dictador, abriendo paso a unos años 90 donde la institucionalidad de la dictadura seguía vigente. 

Cabe señalar que los senadores designados existieron en Chile hasta el año 2005 y el sistema electoral binominal no fue cambiado hasta el 2015, cuando se promulgó la ley para sustituirlo. 

Por lo tanto, una de las distinciones es que en Chile el Partido Comunista fue excluido en el proceso de transición. Además, el PC chileno fue muy crítico de aquel proceso, denunciando el acuerdo entre la Concertación, la derecha y la dictadura que llevó no sólo a la persistencia de los enclaves del régimen de Pinochet, sino también al mantenimiento y profundización del modelo económico y social neoliberal.

Otra característica diferente entre ambas transiciones es que en Chile la izquierda, principalmente el Partido Comunista y el movimiento de Derechos Humanos, denunciaron la impunidad de los represores de la dictadura y el punto culminante de esas posiciones es la primera querella criminal que presenta Gladys Marín en 1998 contra Augusto Pinochet, la que contribuye de manera decisiva a que la impunidad de los represores en Chile se haya terminado. 

En España el trauma generado por la guerra civil, que causó un sufrimiento enorme al pueblo español, principalmente al pueblo de izquierda, ayuda a entender porque la transición en España fue con impunidad, sin juicio a los represores de la dictadura de Francisco Franco y pasando página de un pasado muy duro y difícil. 

Recordemos que el golpe de estado fascista contra la República Española de julio de 1936 da pie a una guerra civil de tres años y a una dictadura de 40 años, que es más del doble de la dictadura de Pinochet en Chile.

¿Cómo evalúa la situación política actual de España ante la avanzada de la ultraderecha y del fascismo a nivel mundial? España es un país socialdemócrata, pero al igual que otros países del viejo continente ha caído en el euro militarismo impuesto por la OTAN, organismo que financia y patrocina guerras como la de Ucrania y el ataque bélico en Palestina.

La parte socialista del gobierno español del Presidente Pedro Sánchez comparte plenamente las posiciones de la OTAN y de la Unión Europea, sobre lo que pasa en Ucrania. Y es incapaz de denunciar con fuerza y de manera que sirva, el genocidio que el estado de Israel está perpetrando en Palestina.

En ese gobierno también hay ministros del Partido Comunista de España y de otras fuerzas de izquierda que no son del Partido Socialista, que son mucho más críticos de lo que sucede en Ucrania y en Palestina y que también están en contra de la pertenencia de España a la OTAN.

En España la ultraderecha ha crecido, pero no tanto como en otros países de Europa, aunque en las últimas elecciones de julio del 2023 faltó muy poco para que ganara el gobierno la derecha española, representada por el Partido Popular (PP), con sus aliados de VOX, que son la extrema derecha.

La movilización de las mujeres de la izquierda y el apoyo de los partidos nacionalistas del conglomerado de izquierda formado por el Partido Socialista y por la coalición SUMAR -donde está el Partido Comunista y la Izquierda Unida- fue decisivo para evitar algo que hubiese sido atroz.

La situación política en Europa es muy difícil y preocupante, la ultraderecha avanza prácticamente por todos los países, crece a un nivel electoral y social que era inimaginable y todo esto en medio de un contexto internacional condicionado por la presencia de Donald Trump, que ha cambiado para peor la situación política mundial en apenas dos meses.

En Europa son muy pocos los países donde gobierna la socialdemocracia, como es el caso del Reino Unido -que no es parte de la Unión Europea-, de España y de otros pocos países. 

A partir del conocimiento que tiene, dada sus investigaciones sobre Salvador Allende y sobre el programa de Gobierno de la Unidad Popular, ¿qué políticas que Allende puso en marcha cree podrían replicarse en el Chile actual?

Vivimos en un mundo muy diferente al que existía durante la Unidad Popular. El Presidente Allende y la UP gobernaron para el pueblo de Chile y para las grandes mayorías, poniendo en ejecución medidas necesarias para la época como el plan de entrega de “medio litro de leche” a todos los niños, cuando eran muy pocos los que tomaban leche.

Asimismo, con estas y muchas otras medidas, el gobierno del Presidente Allende intentó profundizar la democracia y tener una voz y una política internacional digna en el concierto de las naciones. Chile y Allende fueron un ejemplo para el mundo en aquellos años

Hoy vivimos en un Chile y en un mundo diferente. Por ello, creo que lo sustancial y dado que pronto hay elecciones en Chile, es construir una alianza política amplia, con un programa político claro, compartido y respetado por todas las fuerzas que lo quieren suscribir y salir a competir con la derecha y con la extrema derecha, con la mayor fuerza, con un candidato o candidata potente y con propuestas de transformaciones profundas para la sociedad chilena.

Persiste el modelo económico y social impuesto por la dictadura, continuado por la Concertación en los 90 y mantenido por los gobiernos de la derecha. De manera que es necesario profundizar en la superación de ese modelo, sabiendo que no es fácil y convocando al pueblo de Chile a dar una mayoría clara en el Congreso Nacional en las próximas elecciones, porque es muy importante elegir un Presidente o Presidenta de izquierda, pero si no lo acompaña una mayoría política en el Parlamento, vemos lo que ha ocurrido en este mandato actual, donde el Gobierno del Presidente Boric no tiene mayoría clara en el Congreso y, por lo tanto, las transformaciones o no se llevan a cabo porque no hay mayoría, o cuesta mucho y hay que hacer concesiones notables a otros sectores políticos para que puedan salir adelante.

Este año es importante para Chile y los partidos tienen que tomar sus decisiones y estoy seguro de que los partidos de izquierda, principalmente el Partido Comunista, van a estar a la altura del desafío que el pueblo de Chile tiene este año.

¿Cómo se podría enfrentar el actual cerco informativo que han impuesto en Chile los medios de comunicación hegemónicos?

Es una realidad que los grandes medios de comunicación están en manos de la derecha económica y ante eso creo que es importante salir a dialogar con el pueblo y plantear propuestas transformadoras.

Hablo de esto con mucha precaución porque no soy quién para aconsejar a ninguna colectividad sobre lo que tiene que hacer, pero estoy seguro que las próximas semanas van a ser decisivas y es un desafío casi histórico, porque si dentro de un año, el 11 de marzo de 2026, Evelyn Matthei (UDI), José Antonio Kast (Partido Republicano) o Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario), se ponen la banda presidencial o hay un gobierno de Matthei que dependa mucho de Kast o de Kaiser, el retroceso que el pueblo de Chile va tener será muy preocupante.

¿Cuál considera que son las diferencias de la labor periodística entre quienes están en la contingencia, reporteando las noticias del día a día, y aquellos periodistas que se enfocan en escribir y publicar libros de investigación periodística, como las biografías que usted ha escrito?

En ambas labores los periodistas deben tener una formación adecuada y profunda y se deben preparar lo mejor que puedan. Escribir un libro es un proyecto bonito, pero difícil porque requiere mucho tiempo. Sin embargo, Chile tiene una historia reciente muy interesante, con muchos temas pendientes a investigar y los archivos están hoy a un nivel de atención y de conservación muy bueno, donde trabajan personas que atienden muy bien a quienes llegan buscando documentación.

Escribir libros de investigación histórica, de reportaje periodístico o de biografía histórica es un campo laboral abierto y también una alternativa en un país donde trabajar en los medios de comunicación convencionales también es difícil, porque prácticamente no quedan diarios y me imagino que las condiciones de trabajo en muchos medios son precarias.