Quedó en el camino intento de que legislador de la UDI, defensor de la dictadura cívico-militar, estuviera a cargo de esa instancia.
Equipo “El Siglo”. Valparaíso. 17/03/2022. “Porto en mi pecho la foto de mi suegro Jaime Donato, detenido y desaparecido el 5 de mayo de 1976, y la foto de mi padre (Waldo Pizarro) que desapareció el 15 de diciembre de 1976, cuando yo tenía diez años. Yo tengo ahora 56 años y esa pregunta de ‘dónde están’ sigue vigente y lo quiero decir porque esa es la razón de mi lucha y de mi presencia acá, y la lucha de tantas y tantos”.
Fueron de las primeras palabras de la diputada del Partido Comunista (PC), Lorena Pizarro, al asumir la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja.
“La cancha de la verdad y la justicia y la no impunidad de los crímenes de la dictadura cívico-militar, así como de los actuales, el entender que cuando hablamos de derechos humanos hablamos de una situación que transversaliza la vida de las personas y que está centrada, fundamentalmente, en la justicia social, en el derecho a vivir en un país que nos devuelva la dignidad y esto tiene que estar en el centro sin relativizaciones. Para mí y para la bancada que represento es muy importante entender esto primordial para la comisión que presido”, indicó Lorena Pizarro, citada por Radio Universidad de Chile.
La legisladora logró mayoría en la Comisión de DDHH donde, paradójicamente, quiso disputar la presidencia de esa instancia el diputado Cristián Labbé, militante de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), defensor de la dictadura cívico-militar e hijo del ex oficial del Ejército, del mismo nombre, acusado de violaciones a los derechos humanos.
En reciente entrevista con ElSiglo.cl, la diputada indicó que “la necesidad de avanzar en que el Estado de Chile proteja los derechos de las personas, y genere garantías de no repetición, sin duda será una tarea importante en lo que significará mi labor como diputada”.
Lorena Pizarro ha expresado su atención y necesidad de abordar la situación de presas y presos de la revuelta social y de violaciones a los derechos humanos hacia el pueblo mapuche. Por lo demás, siguen más de mil personas detenidas desaparecidas, sin que se conozca su paradero o sepultura, desde el período del régimen militar.
La nueva presidenta de la Comisión de DDHH fue durante varios años presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).