“¡Las fuerzas antifascistas necesitan la victoria en la guerra de la información!”

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Palabras del secretario general del Partido Comunista de Rusia al inaugurar el Foro Internacional “La verdad contra el fascismo”. “A primera vista, el desarrollo de las comunicaciones tecnológicas ofrece amplias oportunidades para la educación pública. Sin embargo, las grandes empresas y los gobiernos explotan todas las innovaciones en este ámbito para su propio beneficio”. “El término ‘guerra de información’ no surgió por casualidad. La propaganda es parte integral de la vida política en cualquier sociedad”. “Las fuerzas de izquierda se enfrentan a una tarea de excepcional importancia: aprender a contrarrestar eficazmente la agresión propagandística de los medios burgueses. El capital global ha creado una poderosa y extensa red mediática. Para difundir con éxito los ideales del socialismo entre las masas, las fuerzas de izquierda deben contrarrestar hábilmente las enormes capacidades de nuestros adversarios. Podemos y debemos ganar la guerra de la información mediante la veracidad y la persuasión, la capacidad de respuesta y la flexibilidad, la integridad y la moralidad de nuestros análisis, y la honestidad y el trabajo arduo”.

“El Siglo”. 11/2025. El siguientes es el discurso íntegro de G.A. Zyuganov, secretario general del Partido Comunista de la Federación de Rusia, en la inauguración del Foro Internacional “La verdad contra el fascismo”, realizado en Moscú:

Estimados camaradas, participantes del foro de medios.

Nos hemos reunido aquí en Moscú en vísperas del 108º aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Su victoria marcó el fin del sistema capitalista. Una nueva formación social, más progresista, estaba surgiendo en su lugar.

Durante casi cien años, el capitalismo ha estado en constante crisis. Pero los imperialistas no tienen intención de ceder sus posiciones. Con el afán de mantener su dominio sobre la clase trabajadora, las grandes empresas dieron origen al nazismo, llevando al poder a Hitler, Mussolini, Franco y sus sanguinarios cómplices.

Estamos llamados a hacer todo lo posible para asegurar que la experiencia de la heroica lucha antifascista de la década de 1930 en Alemania, Italia y España no caiga en el olvido. Pero sucedió que, en ese momento histórico, las fuerzas del mal se impusieron. Su ascenso al poder se convirtió en el prólogo de la guerra más devastadora de la historia de la Humanidad. Se abrió así el terrorífico camino hacia los hornos y cámaras de gas de Buchenwald y Auschwitz, hacia la destrucción de Guernica y Khatyn, y hacia la tragedia del sitio de Leningrado.

El mundo pagó un precio increíblemente alto por la liberación del nazismo. Los héroes de esta lucha alcanzaron una gran gloria. Recordamos con cariño la contribución a la victoria sobre el fascismo de los soldados y oficiales del Ejército Rojo, los combatientes del Ejército Popular de Liberación de China, los soldados de las potencias aliadas, los representantes de la resistencia francesa e italiana, los miembros de la resistencia antifascista alemana, los partisanos yugoslavos y coreanos, y los patriotas polacos y checoslovacos.

Los eventos más importantes de este año son los aniversarios de dos grandes victorias. Se cumplen 80 años de la derrota del nazismo de Hitler y del militarismo japonés. El fascismo fue derrotado durante la Segunda Guerra Mundial, pero no desapareció de la faz de la tierra. Sus servicios criminales resultaron muy útiles para la oligarquía global.

En la segunda mitad del siglo XX, las decisiones del Tribunal de Núremberg aún resonaban en la memoria mundial. La URSS y sus aliados las reiteraban incansablemente. En esas circunstancias, el capital global se avergonzaba de su vínculo directo con el neonazismo y lo mantenía como su “regimiento de emboscada”. En este siglo, los gobernantes occidentales han perdido toda modestia. Cada vez más, sitúan al fascismo en el centro de sus nefastas agendas.

La vil y traicionera destrucción de la Unión Soviética ha generado un clima de impunidad entre los depredadores del mundo. La postura actual de Occidente agrava la situación global, volviéndola cada vez más alarmante y peligrosa. El neocolonialismo se hace sentir. El dolor y el sufrimiento de las masas aumentan. Cientos de miles mueren de hambre y falta de atención médica, perecen en conflictos armados y a manos de terroristas. Se derrama sangre en Ucrania, la Franja de Gaza y otros rincones del planeta.

Las acciones de los imperialistas están complicando la situación en Europa y Asia, en América y África. Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han intentado derrocar gobiernos legítimos en Bielorrusia, Venezuela y Nicaragua. Se ejerce presión sobre los pueblos de Rusia, China, Corea del Norte y otros países mediante sanciones, amenazas militares y chantaje político.

El derecho internacional se está infringiendo con creciente cinismo. Estados Unidos mantiene un embargo económico contra Cuba desde hace más de 60 años. El 29 de octubre, en la Asamblea General de la ONU, la gran mayoría de los países exigió una vez más que Washington cese estas acciones criminales.

La oligarquía financiera global está haciendo todo lo posible por fortalecer su dictadura. No tiene reparos en apoyar directamente al fascismo. Inspirados por esto, la escoria “marrón” está decidida a tomar venganza histórica. La escoria nazi marcha abiertamente por las calles de Kiev, Vilna, Riga y Tallin. Se están derribando monumentos a los soldados soviéticos que liberaron la Unión Soviética en Europa del Este. Los símbolos comunistas están prohibidos en varios países. La historia de la Segunda Guerra Mundial está siendo descaradamente distorsionada.

El apoyo directo de los países de la OTAN elevó el nazismo a la categoría de ideología estatal en Ucrania. La gentuza de Bandera convirtió a nuestra patria hermana en un campo de concentración para disidentes. Reprimieron al Partido Comunista, clausuraron medios de comunicación indeseables y aniquilaron por completo a la oposición. Por su lealtad a la Gran Victoria sobre el fascismo, los nazis quemaron vivas a personas en Odesa y aterrorizaron el Donbás. A pesar de todo esto, Occidente, supuestamente democrático, sigue apoyando a la junta de Zelensky. La colman de dinero y armas. En esencia, se están encendiendo las llamas de una gran guerra en Europa.

Los comunistas siempre advirtieron: “El fascismo es la guerra”. El curso de los acontecimientos lo confirma una vez más ante nuestros propios ojos. Washington y sus aliados de la OTAN han rodeado el mundo con sus bases militares y están replicando armas letales. Más de 400 biolaboratorios militares estadounidenses en diversos países realizan experimentos con virus y bacterias mortales. Estos experimentos criminales amenazan a la humanidad como especie.

Los designios del Occidente imperialista están impregnados del veneno del odio hacia todo aquel que defiende la justicia, el progreso social y la verdadera soberanía. Trump y Merz, Macron y Ursula von der Leyen, a veces discrepan sobre cuestiones específicas. Pero, en conjunto, son servidores del capital global. El precio de sus altos cargos es la voluntad de servir a los intereses de la oligarquía financiera.

Aun en el siglo XXI, las fuerzas reaccionarias siguen fomentando prejuicios étnicos y raciales. Al proclamar la abolición de la cultura rusa, se ven impulsadas por un afán de venganza contra los pueblos que derrotaron heroicamente al fascismo y al colonialismo. El objetivo de los artífices del globalismo imperialista es someter a la humanidad a una dictadura sin precedentes, un campo de concentración electrónico.

Los sistemas políticos occidentales, infectados por el virus del neoliberalismo, han degenerado en autocracias absolutas. Las élites burguesas han perdido el contacto con los valores de la libertad y el humanismo. Se han convertido en enemigas del desarrollo independiente, las normas democráticas y los principios morales. Por ello, su vínculo ancestral con el fascismo resulta completamente natural.

Rara vez Donald Trump pronuncia un discurso sin lanzar ataques anticomunistas. La palabra “marxismo” en sus labios suena como una auténtica blasfemia. Esto oculta dos significados. Primero, se están llevando a cabo preparativos políticos para una agresión contra la China socialista, de rápido crecimiento. Segundo, demuestra el virulento anticomunismo que forma parte invariable de la ideología de las fuerzas políticas burguesas. Así pues, el peligro de una guerra mundial vuelve a crecer junto con la creciente amenaza de la derecha.

Los planes para crear un “nuevo orden mundial” se están transformando en una creciente agresión, conflictos armados y el deseo de reinstaurar el saqueo colonial en el planeta. Sumido en una grave crisis, el capitalismo está dispuesto a prolongar su existencia recurriendo a una venganza fascista. La reacción global alienta cada vez más a los herederos de Hitler y Antonescu, Mannerheim y Piłsudski, Bandera y Shukhevych.

¡Queridos camaradas! Solo la unidad y la solidaridad de las fuerzas progresistas del mundo pueden prevalecer sobre el fascismo y detener la deriva hacia la guerra nuclear.

En 2023, el Primer Foro Internacional Antifascista de Minsk adoptó un Manifiesto para la unificación de los pueblos del mundo, titulado “Proteger a la Humanidad del fascismo”. En él se destacaba: “Durante los años cruentos de la Segunda Guerra Mundial, se forjó una gran alianza militante de opositores a la barbarie fascista: una alianza de comunistas y patriotas, de luchadores contra la tiranía y de demócratas. Se creó a pesar de las diferencias sociales e ideológicas, y a pesar de las diferencias en las opiniones políticas y religiosas. Tal era el clamor de la época. Una nueva era de desafíos exige, una vez más, con urgencia la acción unida de todas las personas de buena voluntad”.

“Verdad contra neofascismo” es el título de nuestro foro internacional de medios de comunicación de hoy. Para desarrollar enfoques comunes, es importante que destaquemos una serie de conclusiones fundamentales.

  1. La lucha contra la creciente amenaza de la guerra, la reacción y el fascismo requiere la amplia unificación de todas las fuerzas progresistas contra la guerra y el fascismo.
  2. La experiencia histórica demuestra que los oponentes más consistentes del nazismo y del militarismo son los comunistas, partidarios de la vía socialista de desarrollo.
  3. La causa de defender la paz y la justicia social, así como una lucha antifascista coherente, está directa e inmediatamente vinculada a la lucha contra el imperialismo.
  4. La posición de los partidos y movimientos de izquierda, desarrollada en 2023 y 2025 durante los I y II Foros Antifascistas en Minsk y Moscú, crea la base necesaria para la unificación en la lucha contra el neonazismo y el neocolonialismo.
  5. Para contrarrestar eficazmente la reacción imperialista, se requiere la máxima combinación de todas las fuerzas de izquierda verdaderamente patrióticas para llevar a cabo una política informativa más activa y coordinada.

A primera vista, el desarrollo de las comunicaciones tecnológicas ofrece amplias oportunidades para la educación pública. Sin embargo, las grandes empresas y los gobiernos explotan todas las innovaciones en este ámbito para su propio beneficio. Su objetivo es imponer actitudes consumistas a la población, inculcar valores falsos y distraer a los ciudadanos de los problemas sociales más acuciantes. Para lograrlo, el espacio informativo se satura de entretenimiento de baja calidad y otros contenidos basura. Se difunde información falsa. Las mentiras flagrantes y la manipulación van en aumento.

El término “guerra de información” no surgió por casualidad. La propaganda es parte integral de la vida política en cualquier sociedad. Pero el capital global, con sede en Occidente, y sus armas de información han desatado un lavado de cerebro sin precedentes. La libertad de expresión ha desaparecido por completo en la sociedad burguesa. Las guerras de información ya no se libran tanto contra adversarios externos como contra nuestra propia clase trabajadora.

Anteriormente, los gobiernos occidentales habían convertido en norma, en sus políticas, diversos tipos de sanciones contra países y pueblos considerados indeseables. Ahora están imponiendo un “embargo” cada vez más estricto a la difusión de información objetiva.

En estas circunstancias, las fuerzas de izquierda se enfrentan a una tarea de excepcional importancia: aprender a contrarrestar eficazmente la agresión propagandística de los medios burgueses. Esto es necesario para informar a obreros y campesinos, jóvenes y ancianos, de nuestra postura; para defender la verdad histórica y combatir las sórdidas falsificaciones; para mostrar los logros reales del socialismo; para contrarrestar las operaciones especiales de la propaganda de la CIA y desenmascarar sus sofisticadas falsificaciones.

El capital global ha creado una poderosa y extensa red mediática. Para difundir con éxito los ideales del socialismo entre las masas, las fuerzas de izquierda deben contrarrestar hábilmente las enormes capacidades de nuestros adversarios. Podemos y debemos ganar la guerra de la información mediante la veracidad y la persuasión, la capacidad de respuesta y la flexibilidad, la integridad y la moralidad de nuestros análisis, y la honestidad y el trabajo arduo.

Coordinar nuestros esfuerzos para desarrollar un sistema de difusión de información cobra cada vez más importancia para los partidos y movimientos de izquierda. Por ello, es fundamental que respondamos conjuntamente a las siguientes preguntas: ¿Qué recursos tenemos a nuestra disposición? ¿Qué oportunidades, aunque disponibles, aún no aprovechamos? ¿Cómo podemos garantizar una mayor difusión de información sobre la realidad del planeta?

Durante los contactos bilaterales, nuestras partes hermanas expresaron repetidamente sus opiniones sobre la necesidad de obtener información objetiva acerca del estado de las cosas en Rusia, el progreso de la Operación Militar Especial en Ucrania y la posición y actividades del Partido Comunista de la Federación Rusa.

Más allá del problema de las noticias falsas, persiste la habitual escasez de datos fiables sobre la situación en diversas regiones del mundo. Por ejemplo, los medios oficiales rusos siguen operando dentro del marco de un enfoque eurocéntrico arraigado. En el torrente de noticias globales, dan prioridad a los acontecimientos en Estados Unidos y los países europeos. Los sucesos en otros países suelen quedar relegados a un segundo plano. En este sentido, también tenemos mucho trabajo por hacer juntos.

Nuestro interés común es construir un sistema de propaganda y contrapropaganda que presente de manera efectiva y amplia las posturas socialistas y patrióticas populares del movimiento de izquierda en los medios de comunicación globales. Para lograrlo, creemos que es fundamental aunar esfuerzos entre los partidos progresistas, comunistas y obreros de todo el mundo para configurar conjuntamente el flujo de información. Esta es la única manera de contrarrestar la desinformación masiva, el ocultamiento de la verdad y la visión parcial de los acontecimientos.

Por ello, el Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) impulsó este foro mediático. Su objetivo es compartir experiencias y debatir una estrategia de acción conjunta en estos tiempos difíciles y convulsos. Solo aunando esfuerzos podremos difundir ampliamente nuestras ideas y valores compartidos, defender la verdad histórica y luchar con éxito por el socialismo.

Para abordar los desafíos comunes, nuestros partidos gestionan periódicos y revistas, emisoras de radio y canales de televisión, y tienen presencia en las redes sociales y los nuevos medios de comunicación. Proponemos centrarnos en el desarrollo de formas y métodos específicos para coordinar su trabajo y para una lucha conjunta por la paz, la amistad y el progreso en nuestro singular planeta.

Dos foros antifascistas internacionales han desarrollado una plataforma real para la acción unida de la izquierda en la lucha contra la amenaza “marrón”. El apoyo informativo a esta labor es fundamental.

¡Estamos convencidos de que el foro mediático “La verdad contra el neofascismo” contribuirá al avance de nuestro movimiento común!

¡Unámonos, y seremos invencibles!

¡Por la victoria del socialismo!

¡Por la unidad de todas las fuerzas de la paz, la bondad y la justicia!