Además, “son un poderoso grupo de presión”. Así lo señaló Andrés Solimano, presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, quien apuntó que “hay una parálisis reformista en las pensiones, a mi juicio porque las AFP tienen el apoyo de un sector gravitante del Parlamento que con la retórica de las cuentas individuales evita aprobar cualquier mecanismo redistributivo como el planteado por el Gobierno y que pueda significar menos recursos para las AFP”. Sobre la polémica en torno al alza de las cuentas de la luz, el economista y exdirector del Banco Mundial, indicó que “se podría postergar el ajuste por un cierto tiempo, pero la deuda adquirida subiría y se acumularían más intereses” y precisó que “no veo factible declararla inválida”.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 3/7/2024. ¿Cuál es tu mirada de la discusión contingente sobre la posibilidad de avance de la reforma de pensiones?
Llevamos cerca de 15 años tratando de modificar el sistema de pensiones sin mayor éxito. Las reformas de 2008 fueron quizás las más importantes porque crearon el pilar solidario que no existía, pero no hicieron reformas del sistema contributivo de las AFP. Siempre las AFP son entes intocables. Después hubo algunos cambios pero que no se tradujeron en aumentos de las pensiones que sean significativos. En estos años las AFP han mantenido sus muy elevadas tasas de ganancias y son un poderoso grupo de presión que busca evitar cualquier cambio legislativo que pueda afectar este negocio tan lucrativo. Hay una parálisis reformista en las pensiones, a mi juicio porque las AFP tienen el apoyo de un sector gravitante del Parlamento que con la retórica de las cuentas individuales evita aprobar cualquier mecanismo redistributivo como el planteado por el Gobierno y que pueda significar menos recursos para las AFP. Pero la realidad objetiva es que el sistema actual de pensiones está en una crisis de legitimidad muy profunda por la co-existencia, por muchos años, de bajas pensiones que condenan a mucha gente a una vejez empobrecida mientras que las compañías que gestionan la administración de fondos de pensiones obtienen grandes retornos monetarios. Este es el drama del sistema privatizado de pensiones el que muchos otros países en América Latina y el este de Europa han abandonado en los últimos 10 a 15 años. Pero Chile sigue, paradojalmente, aferrado a un sistema que simplemente no funciona.
Otro tema contingente es que la gente ve que le va a subir la cuenta de la luz. Se explica que las tarifas estaban congeladas desde 2019 y que se acumuló una deuda de unos 6 mil millones de dólares con consorcios eléctricos. ¿Al final se congeló pero la gente igual tendrá que pagar, fue “pan para hoy y hambre para mañana”? ¿A qué compañías se les debe? ¿Era posible evitar todo esto?
Las tarifas fueron congeladas en tiempos del estallido social y la pandemia postergándose varios decretos tarifarios por cerca de cinco años. Por qué no se cursaron estos decretos después de que pasaron el estallido y la pandemia es una interrogante abierta. Ahora se decide estos ajustes de tarifas en pleno invierno y cuando se han acumulado aumentos que pueden exceder el 50 por ciento o más con el consiguiente impacto sobre los presupuestos familiares. La medida de congelamiento de tarifas fue tomada por razones políticas principalmente y ahora es el encuentro con la realidad. Chile tomó un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para financiar el congelamiento de tarifas y el BID lo otorgó, pero cargando intereses significativos por ese préstamo. Ahora hay que empezar a pagar y esto va a recaer en los usuarios.
¿Al final del día esto tiene que ver con el generar pagos a consorcios privados y de cómo funciona el sistema privado de energía?
El esquema actual de generación y distribución de energía eléctrica privatizado que rige en Chile tiene un sistema de tarifas que garantiza ciertas tasas de retorno a las compañías privadas que pueden ser considerada altas y por eso el precio de la energía no es bajo en nuestro país. Tampoco es muy seguro el abastecimiento, ya que con las lluvias se corta muchas veces la luz. Se caen arboles, y como en la mayoría de las comunas los cables están sobre tierra se afecta el suministro. ¿Alguna responsabilidad tendrá las compañías privadas en esta situación? Debiera hacerse, con urgencia, un programa por comunas de cableado subterráneo y que contribuyan los privados también a su financiación.
¿Estás de acuerdo en que era imposible postergar esta alza a la luz? ¿Había otros mecanismos de pagar esa deuda o dejarla inválida?
Se podría postergar el ajuste por un cierto tiempo, pero la deuda adquirida subiría y se acumularían más intereses. No veo factible declararla inválida porque hay contratos firmados, por ejemplo, con el Banco Interamericano de Desarrollo que tiene estatus de acreedor preferente con Chile.
Se planteó ahora triplicar el subsidio para familias más pobres, la gente tiene que postular. Pero legisladores y alcaldes dicen que es insuficiente. ¿Cómo ayudar más a más gente, es factible?
El Gobierno está aumentando significativamente la cobertura del subsidio y tiene varias alternativas de cómo financiarlo. Existía la alternativa de que el subsidio viniera directamente en la cuenta de la luz y otros servicios eléctricos, en ese caso se entregaría el subsidio directamente a las compañías eléctricas para que lo traspasen en las cuentas al consumidor del servicio. Se escogió, no obstante, el camino de un subsidio directo al usuario, lo que no está exento de problemas. Las personas para solicitar este beneficio deben ir a las oficinas de Chile Atiende o hacerlo por Internet. Muchos potenciales beneficiados quizás no postulen porque ambas alternativas pueden no ser sencillas para ellos. Las personas de tercera edad en general no son tan letrados digitalmente, otros grupos tampoco. También ir a oficinas públicas a solicitar el subsidio toma tiempo y cuesta dinero, hay que pagar el Metro o la micro para ir y volver. Entonces hay dificultades prácticas para que la gente se acoja al subsidio. Una cosa es el diseño general y otra es su implementación.
Bajo crecimiento de la economía y el salario mínimo en 500 mil pesos
La economía subió un 1.1%, ¿qué significa ese bajo porcentaje, seguiremos con problemas de crecimiento económico?
Ha sorprendido, quizás, el valor del IMACEC de mayo y es una alerta de que el dinamismo de la economía no está garantizado. La inversión privada, el impulso fiscal, los estímulos monetarios, el crecimiento de las exportaciones, el precio del cobre, son todas variables que afectan el crecimiento y dinamismo de la economía. El Gobierno debe monitorear la situación y priorizar por ejemplo la construcción de viviendas y obras publicas que estimulan la economía. El Banco Central debe analizar si el nivel de las tasas de interés es el adecuado para volver a crecer con más ímpetu. La banca comercial se ha mostrado reticente a aumentar el crédito interno lo que no ayuda a la reactivación económica.
¿Son buenas noticias el establecimiento del salario mínimo en 500 mil pesos? La CUT ya está hablando de dejarlo en 600 mil en los próximos años. Los gremios empresariales advierten que todo esto generará despedidos y afectación a las empresas.
Es una buena noticia para los trabajadores, en especial los que ganan menos. En esto el Gobierno ha hecho avances concretos, aunque está la discusión si el valor actual es suficiente para garantizar que las familias trabajadoras superen situaciones de pobreza. Desde el punto de vista de los empresarios yo creo que, si bien puede significar un cierto aumento de costos laborales, también el salario mínimo y otros salarios que se puedan elevar contribuyen a elevar el poder de compra de los asalariados y las ventas de las empresas.