“La estructura completa del texto propuesto es regresiva”: Tomás Hirsch

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El diputado de Acción Humanista indicó que frente a la propuesta constitucional impulsada por Republicanos y Chile Vamos, “no se trata de arreglar la carga por acá, otro poquito por allá, yo te doy dos y tú me das tres” y por tanto “la única posibilidad real de arreglar esto, es con una propuesta diametralmente diferente desde los expertos”. Ante la decisión de ir “a favor” o “en contra” del nuevo texto constitucional dijo que para el progresismo y la izquierda “no se trata de decir que vamos a aprobar salga lo que salga”. En cuanto a situaciones como el veto presidencial a la Ley de Usurpaciones, la reforma de pensiones, el pacto fiscal y el Presupuesto 2024, el legislador advirtió que se está frente a “una derecha empeñada en impedir que el Gobierno pueda avanzar”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 6/10/2023. Se está llegando al final de este proceso constitucional. ¿No es delicado que Republicanos y sectores de derecha y conservadores ya estén haciendo campaña “A favor” de su texto constitucional y los sectores progresistas, socialdemócratas y de izquierda estén a la espera de tomar una decisión, analizando qué hacer?

Hemos tomado una decisión que me parece seria y responsable de intentar tener una buena Constitución para Chile. Sin embargo, el producto que hasta acá ha presentado el Consejo Constitucional, en el cual tienen una amplia mayoría los Republicanos, no satisface los estándares mínimos que uno esperaría para poder avanzar hacia un país democrático, donde prime la justicia social, los derechos, que es la aspiración de una inmensa mayoría de chilenos. Por eso estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios, estamos dando toda la disposición necesaria, para intentar corregir este verdadero engendro que impulsan los Republicanos. Desde ese punto de vista, vamos a esperar cuál es la propuesta que surge de la Comisión Experta y en qué medida sería posible que esa propuesta corrija lo que conocemos hasta acá.

Por eso no hemos iniciado una campaña, aún cuando, efectivamente, lo que hay hasta acá nos hace imposible pensar en que va a ser aprobado el texto. Así como las encuestas muestran una mayoría ciudadana que está en contra, a uno le pasa lo mismo. No me extraña que los Republicanos ya estén avanzando en una campaña de marketing, el texto constitucional lo ven como un producto y como tal lo van a promocionar, apelando, como lo hicieron en el proceso anterior, a face-news, a pos-verdad, a esconder información, y a manipular, buscando torcer la voluntad popular.

No sólo desde Republicanos y Chile Vamos se está diciendo que sería muy grave y un error no aprobar este texto constitucional, lo dicen personeros y columnistas de la ex Concertación, de lo que se llama el centro político. Además, más que hablar de los contenidos concretos, se está instalando algo de formas, de que hay que ponerse de acuerdo, hay que conversar, hay que encontrarse, hay que hacer la pega, sin meterse en qué es lo que se acuerda, para qué encontrase, y qué es lo que se conversa.

Hemos luchado por más de 40 años para tener una nueva Constitución, pero no cualquier Constitución. La lucha que hemos dado es para tener una Constitución que garantice derechos, que permita a las familias chilenas vivir con más dignidad, para que haya mejor democracia. Por lo tanto, no se trata de decir que vamos a aprobar salga lo que salga, eso de ninguna manera. Lo que hay hasta ahora es un retroceso respecto a la Constitución del 80 porque profundiza incluso algunos aspectos del modelo neoliberal que no están hoy, y pone en peligro derechos que hoy se pueden ejercer.

Tuvimos el miércoles una reunión muy importante con los expertos del oficialismo, y la opinión unánime que hubo es que el texto que se ha presentado es un texto que genera retrocesos en avances que costaron años, décadas de lucha de distintos sectores de la sociedad. Me parece, por tanto, que decir que hay que apoyar porque al final es el texto que hay, que hay que terminar con esto, que se reemplaza la Constitución del 80, no es un argumento sólido, suficiente.

Si esta propuesta se rechaza y, por tanto, se mantiene la Constitución actual, pues seguiremos en la lucha para avanzar hasta que Chile tenga una Constitución nueva, democrática y que garantice realmente los derechos de todos los chilenos y todas las chilenas.

La gente está mirando, escuchando, y se habla de negociaciones, de reuniones, de que se podrían quitar algunas cosas, modificar contenidos, que se podría llegar a acuerdos cediendo. ¿Desde una mirada de sectores progresistas, de izquierda, qué es lo que no hay posibilidad de aceptar?

El problema es que la lista de elementos incorporados en esta propuesta es larga y configura una estructura del texto. Por lo tanto, ya ni siquiera se trata de negociar cuatro, cambiar dos, o agregar tres, esto no es un tema de mercadeo, de ir a unos cuantos puntos. La estructura final que se presentó es una estructura que fortalece y profundiza el modelo neoliberal que ha imperado en nuestro país hace años, y que fortalece una concepción de sociedad que es conservadora. Mira, se retrocede en derechos de la mujer, en la economía, en descentralización, se retrocede en la posibilidad de mejorar la calidad de vida en los municipios más pobres cuando se les quita del fondo común municipal las contribuciones, se fortalece la privatización de la salud y la educación, la lista es muy larga. Se quiere impedir que nuevas fuerzas políticas puedan entrar al Parlamento por la vía de colocar un piso inalcanzable para cualquier fuerza nueva, se deja fuera la paridad de salida tan necesaria para que las mujeres tengan igual participación y presencia en los órganos legislativos, y así suma y sigue. Así que no se trata de arreglar la carga por acá, otro poquito por allá, yo te doy dos y tú me das tres. La estructura completa del texto propuesto es regresiva y por tanto la única posibilidad real de arreglar esto, es con una propuesta diametralmente diferente desde los expertos y que tome como algo fundamental, la propuesta original de la Comisión Experta.

Este lunes se reunirán los dirigentes de los partidos del oficialismo, ¿al contrario de lo que se había dicho, no se tomará ese día una decisión respecto a aprobar o rechazar el texto constitucional?

No, ese día no se tomará esa decisión porque todavía estarán trabajando los expertos que tienen un plazo hasta miércoles o jueves para presentar sus conclusiones. La reunión del lunes es de intercambio de opiniones, reflexiones, escuchar las distintas miradas y puntos de vista y no solamente en torno del tema constitucional, sino también en torno de los procesos electorales del próximo año, elecciones municipales, y en torno de la continuidad y proyección del Gobierno.

“Una derecha empeñada en impedir que el Gobierno pueda avanzar”

¿Cuál es tu mirada respecto al veto presidencial a la Ley de Usurpaciones y específicamente el tema de la posibilidad de cárcel para pobladores sin casa que hagan una “toma” y “la defensa privilegiada” o “autotutela” que permite el uso de la fuerza ante una usurpación?

Decir primero que la Ley que salió del Congreso es una muy mala Ley que significa un retroceso civilizatorio que repone algo tan lejano en nuestra sociedad como aplicar aquello de “ojo por ojo, diente por diente”, la justicia por mano propia, la “autotutela” no es más que volver a la prehistoria de las relaciones humanas y es inaceptable. Mira, parlamentarios de derecha lo consideraban una aberración cuando uno conversaba con ellos a nivel de pasillo, pero lo aprobaron y validaron una opción totalmente fuera de lo que es un Estado democrático. Eso era necesario enfrentarlo y el Gobierno incorporó un veto más amplio en el cual incluyó otros aspectos de la Ley de Usurpaciones, nosotros estamos de acuerdo en que ese veto era necesario.

Siendo presidente de la Comisión de Vivienda de la Cámara, donde me ha tocado conocer el drama de los pobladores sin casa que realizan “tomas” e instalan campamentos, saber de los comités de vivienda que viven esperando doce, catorce y hasta más años por una vivienda, puedo decir que he conocido la desesperación y la angustia que viven esas miles de familias. Pretender que pueden terminar con penas de cárcel por actuar en base a su angustia, a su necesidad, francamente es inaceptable. En el caso de usurpaciones no violentas, me parece que lo que corresponde es que puedan haber multas, pero de ninguna manera penas de cárcel.

Hay que entender que no son todas iguales las usurpaciones o las “tomas”, y no tienen el mismo origen. Una cosa es cuando alguien, o un grupo, ejerce violencia e intimida en una usurpación, y ejerce violencia contra las personas y puede llegar a disparar y matar a alguien, o contra las cosas, destruyendo propiedad, y otra cosa distinta es cuando se produce una “toma” por parte de familias sin casa, donde no hay violencia, no hay intimidación, muchas veces son terrenos prácticamente abandonados, no hay destrucción ni atentado contra las cosas. Mira, de acuerdo al criterio de la derecha, si un grupo de mochileros que anda recorriendo el sur de Chile, entra a un campo en la noche para acampar, podría terminar en la cárcel o víctima de violencia de los dueños de ese campo, lo que es absurdo. Hay muchísimos otros ejemplos en los cuales es desproporcionado pensar en penas de cárcel o ejercer la “autotutela”.

¿Cómo viene la discusión del Presupuesto 2024?

Estamos ante un Presupuesto que significa un gran esfuerzo y un gran desafío para el Gobierno porque está aumentando el gasto en un 3,5%, sabiendo que es un aumento mayor al del esperado para el crecimiento del país. Es contracíclico y es la mejor manera de responder a situaciones de bajo crecimiento y necesidades distintas en área sociales. Lamentablemente nos vamos a encontrar con una derecha que está empeñada en impedir que el Gobierno pueda avanzar con un Presupuesto que responda a las muchas demandas y urgencias sociales, van a utilizar cualquier excusa, el caso de las transferencias a las fundaciones y otras justificaciones para poner trabas al Presupuesto. La derecha reclama porque se gasta mucho y después porque se gasta poco, pero cuando fue la hora de votar una reforma tributaria que permitiera contar con los recursos necesarios justamente para responder a todas las necesidades que hay en salud, vivienda, educación y sobre todo en pensiones, la derecha cerró la puerta. Espero que ahora tengan la responsabilidad suficiente para apoyar un Presupuesto que es responsable, que va a estar financiado y que permitirá dar respuestas a las necesidades más urgentes.

¿Está muy escabroso el camino de la reforma de pensiones y aprobar el pacto fiscal?

Lamentablemente está más difícil de lo que uno hubiera querido porque la derecha está poniendo al centro el interés de proteger a los grandes grupos económicos. Una vez más nos encontramos con un sector que tiene una actitud muy lejana y distante de resolver el drama de las y los pensionados. Hoy, cualquier persona en edad de jubilar, pasa automáticamente a engrosar la cifra de pobres del país y eso es lo que queremos corregir. La derecha ha privilegiado proteger los intereses de los grupos económicos, que por la vía de las AFP reciben enormes recursos financieros virtualmente gratis, a tasas bajísimas, con un mecanismo de financiamiento barato para el crecimiento de los grandes grupos económicos, a costa de entregar pensiones de hambre a los jubilados. Esa es la lógica que está primando y eso es lo que permite saber por qué protegen el sistema actual a raja tabla. Creo que la ministra (Jeannette) Jara ha hecho un tremendo trabajo, un enorme esfuerzo, pero mientras no se cuente con la disposición de la derecha a entender que la prioridad debe ser el mejoramiento de las pensiones, vamos a enfrentar un panorama complejo para avanzar.

El oficialismo, sus partidos, está enfrentado a todos estos asuntos, el nuevo texto constitucional, sacar adelante el Presupuesto 2024 y las reformas, hasta estar mirando las elecciones municipales del próximo, ¿cómo ve ante eso la armonía o coordinación de los partidos de Gobierno?

Sin duda que la relación no es fácil, estamos viviendo una experiencia inédita, con un Gobierno que es apoyado y se apoya en dos coaliciones, y que compitieron en la primera vuelta electoral presidencial y que tienen dos miradas. Sin embargo, con el tiempo se han ido afianzando como una sola alianza de Gobierno, con sus diferentes lenguajes, estilos, historias, miradas y prioridades, y hoy somos una sola alianza y trabajamos como tal. Los procesos electorales siempre generan una tensión que hay que saber resolver a través de los procesos de negociación, creo que vamos a ser capaces, y es el acuerdo que tenemos, de conformar listas unitarias y únicas para las elecciones de alcaldes y gobernadores, y listas diversas que compitan para las elecciones de concejales y consejeros regionales, que puede ser una buena forma de maximizar los resultados. Más allá de lo que sale en los medios de prensa, más allá de tensiones puntuales con algunas personas, después del llamado del Presidente (Gabriel Boric) a la unidad y el trabajo, veo mayor cohesión en el trabajo como alianza. Un ejemplo concreto, es que la resolución en relación al proceso constitucional y la definición respecto del próximo plebiscito, será una decisión unitaria, más allá de las posiciones que tenga cada uno de los partidos. Y por esa decisión vamos a trabajar unidos de cara al plebiscito del 17 de diciembre.