La entrevista a Camila Vallejo

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“Nuestro rol como Gobierno es garantizar que el plebiscito funcione”, indicó la vocera de La Moneda, quien acentúo que la campaña gubernamental en torno de la consulta para aprobar o rechazar la nueva Constitución será un “esfuerzo formativo e informativo durante los próximos meses por todos los rincones de Chile”. Frente a episodios de violencia donde hubo trabajadores entre las víctimas, sostuvo que “el compromiso de este Gobierno con los derechos humanos es irrestricto” y advirtió que “quienes crean que pueden atacar al pueblo impunemente, se equivocan”. En cuanto a la situación en La Araucanía, la vocera reiteró que “el conflicto entre el Estado y el pueblo nación mapuche, debe abordarse desde una perspectiva multisectorial con foco en el diálogo”. Sobre la coyuntura inmediata, la vocera enfatizó que “tenemos prioridades urgentes, como es enfrentar el alza del costo de la vida y los desafíos en temas de seguridad”.

Daniela Pizarro Amaya. Periodista. “El Siglo”. Nadie podrá negar que a Camila Vallejo, vocera de La Moneda, le tocó una agenda intensa y vertiginosa desde la primera hora de la administración de Gabriel Boric. Geógrafa de profesión, ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, ex diputada, hace años militante del Partido Comunista, ahora convertida en ministra Secretaria General de Gobierno, ha sido la voz del Gobierno en medio de situaciones sensibles y complejas, lo que no hace menor que sea transversal y ciudadanamente muy bien evaluada.

En entrevista comentó que “siempre le he dicho a mi equipo que hay que trabajar más para que el pueblo trabaje menos” y que en medio de largas jornadas de trabajo “queda menos tiempo libre y horas para dormir, pero muchas horas para soñar y trabajar en las transformaciones que el pueblo de Chile apoyó”.

“No olvidemos que al asumir recibimos un país muy herido, fracturado, con una pandemia que aún no acaba -recalcó-, donde el costo de la vida subió de golpe producto de factores externos e internos, con desafíos importantes en materia de seguridad, con necesidades de justicia, reparación y garantías de no repetición y en deuda con quienes se han quedado más atrás”. Y enfatizó que “tenemos una agenda que responde a las necesidades y las urgencias de las personas y que avanza en el camino de las transformaciones sustanciales que propusimos, como la reforma tributaria, la de pensiones, la reforma a la salud, 40 horas, seguridad, proyecto de amnistía y Sistema Nacional de Cuidados”.

¿Cómo toma esto de ser la ministra mejor evaluada? ¿Eso se palpa en las calles?

Lo tomo con harta humildad, porque sé que estas mediciones son circunstanciales, que las percepciones cambian. Hoy agradezco que, en este momento al menos, se vea el esfuerzo, ya que hay un equipo detrás, hay mucho trabajo y es una buena noticia que se aprecie. Sin embargo, las encuestas hay que tomarlas por lo que son, mediciones del momento. También percibo mucho cariño, reconocimiento y respaldo de las personas en la calle, y eso se agradece mucho. Es lo que muchas veces da la fuerza y convicción para la lucha en espacios que no siempre son amables con nosotros. Creo que es importante recordar que somos un colectivo y trabajamos en equipo.

¿Cómo aprecia estos meses de instalación del Gobierno?

Estar en un cargo de responsabilidad política es una tarea muy grande y que se debe tomar con seriedad. Lo viví con la dirigencia estudiantil, con el Congreso y con mi militancia. En nuestro caso, como Gobierno, tuvimos que instalarnos y comenzar a echar a andar la máquina que en muchos casos había sido reducida a su mínima expresión por sectores que se encuentran en contra de un Estado. Este periodo nos exigió, además, el aprender rápidamente a identificar aciertos y errores que íbamos cometiendo a medida que nos instalamos.

Lo hemos dicho, somos un Gobierno que llega con una propuesta de cambios estructurales, pero que también enfrenta un escenario económico y social complejo. Tenemos un plan, tenemos un programa, pero es innegable que también se aprende constantemente y eso nos permite ir mejorando día a día en lo que es fundamental, que es usar este espacio de poder para servir al pueblo de Chile, para construir el camino que pavimentará el país justo e igualitario que soñamos.

El aumento del salario mínimo es un logro histórico que se pudo concretar rápido. ¿Cómo están viendo el futuro de la agenda transformadora del Gobierno?

Efectivamente, el salario mínimo fue un logro histórico, algo que no se alcanzaba en casi 29 años. Esto sucedió gracias a las voluntades que se unieron en pos de las mejoras materiales de vida de los trabajadores: de la CUT, de la PYMES, del excelente trabajo de los ministros de nuestro Gobierno, quienes hicieron propias las demandas sentidas de la población en su programa.

En relación con el futuro, creo que es importante distinguir entre agendas que son a corto y a largo plazo. Tenemos prioridades urgentes, como es enfrentar el alza del costo de la vida y los desafíos en temas de seguridad, y otras cuyos efectos se verán en un plazo de tiempo más largo. En el horizonte más próximo tenemos como meta presentar a fines de junio la reforma tributaria que habilitará el camino para avanzar en las transformaciones más de fondo, como también la reforma previsional. Además, avanzaremos hacia un sistema de seguridad social solidario, que logre entregar pensiones dignas a todos los chilenos sin importar su condición de clase.

El tema delincuencia es una piedra en el zapato hace varios años, hay una sensación de que ahora hay un cierto descontrol.

Tenemos una agenda de trabajo enfocada en la seguridad, estamos centrados en la persecución del narcotráfico y el control de armas para este primer semestre. Trabajaremos en dos ejes de acción principalmente, que son la fiscalización y agenda legislativa, para realizar cambios estructurales y tener resultados en los índices de seguridad. Es parte de nuestra prioridad y estamos poniendo todos los esfuerzos para fortalecer la seguridad en nuestro país, repensando la redistribución de policías en las calles, pero también entendiendo que la reforma a las policías es una de las tareas a cumplir en el transcurso de nuestro mandato. En definitiva, es bueno que la ciudadanía sepa que estamos tomando varias medidas porque es un tema que no solo nos preocupa a nosotras, sino que también es una de las prioridades de las personas, por ende, también para este Gobierno. Para avanzar necesitamos la colaboración y trabajo conjunto de todos los sectores políticos, a todos los alcaldes de todo el territorio nacional, necesitamos a los gobernadores, a las organizaciones de la sociedad civil y necesitamos a los parlamentarios.

Respecto al tema Meiggs y el hecho que terminó con la vida de Francisca Sandoval, ¿cómo golpeó al Gobierno y a la democracia? ¿Fue un atentado a la libertad de expresión?

Primero que todo, solidarizamos con la familia de Francisca Sandoval, con las y los trabajadores de Señal 3 de La Victoria y con todas las personas que la acompañaron y que hoy están viviendo momentos de dolor. Tal como lo dijo el Presidente, no habrá impunidad y no descansaremos hasta que se haga justicia.

Creemos que la delincuencia y estos hechos de violencia dañan profundamente nuestra democracia y la libertad de expresión. Es por ello que seguiremos trabajando para que este y otros casos no queden en la impunidad, así como para otorgar mayores garantías de seguridad a las y los trabajadores de la prensa. Es inaceptable que cuando reportean en las calles, cuando tratan de llegar con la información, se vean enfrentados a una sensación de inseguridad, a hechos de violencia, a ataques que, en este caso, lamentablemente terminó con la muerte de una periodista. Estamos trabajando junto a parlamentarios, diferentes organizaciones de prensa alternativa y académicos por una legislación que proteja a los trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación según los estándares internacionales que plantea la Unesco, no solo por su integridad física, sino también para resguardar algo básico para nuestra democracia como lo es la libertad de prensa.

Se viene el plebiscito. ¿Cuál será realmente el rol del Gobierno?

Nuestro rol como Gobierno es garantizar que el plebiscito funcione. Llevamos más de una década sin voto obligatorio y que esta vez además tendrá la particularidad de que será con inscripción automática. Nuestro desafío es que las personas vayan a votar el 4 de septiembre con toda la información sobre la mesa de forma veraz. Es primera vez, además, que todo el pueblo de Chile podrá votar mediante un plebiscito si aprueba o no un texto constitucional y nuestro deber es que todos se sientan convocados en este proceso. Comenzamos con la iniciativa “Hagamos Historia” que busca que la ciudadanía pueda ejercer un voto informado, de cara al plebiscito del 4 de septiembre. Esta primera etapa, que dura hasta la entrega del texto definitivo por parte de la Convención, busca informar sobre la historia de nuestras constituciones y la importancia de estas. Este esfuerzo formativo e informativo se desplegará durante los próximos meses por todos los rincones de Chile, por tierra y aire, en cada región del país. Nuestro objetivo es que esta sea una gran exposición de historia; sobre el pasado, el presente, pero también del futuro.

¿El compromiso del Gobierno de Gabriel Boric sigue siendo la superación del neoliberalismo?

Este Gobierno se ha planteado como un proyecto que es el inicio de la superación del neoliberalismo, donde se dejen de mercantilizar los derechos sociales de las personas como la educación, la salud y las pensiones. Es el inicio del camino que queremos transitar, es construir pilares sólidos para llegar al país que hemos soñado siempre.

Para esto, el cumplimiento del programa presidencial es parte importante de ese transitar, y debemos trabajar arduamente para que logremos alcanzar estos objetivos. Será un proceso difícil pues muchos grupos quieren que nada cambie, pero estamos convencidos que estas transformaciones son necesarias para construir una sociedad más justa, igualitaria y feliz. Debemos trabajar todas y todos unidos para lograr las metas que hemos trazado, no dividirnos en este proceso. Como comunistas estamos llamados a ser leales al proyecto del que somos parte, debemos defender los avances del gobierno que encabeza el Presidente Gabriel Boric.

“La restitución de tierras es clave para avanzar en el Wallmapu”

Sigue la tensión y la violencia en La Araucanía. Impactó mucho la muerte de un trabajador mapuche.

Quiero ser clara en esto: el compromiso de este Gobierno con los derechos humanos es irrestricto. Somos un Gobierno de puertas abiertas al diálogo, y los que insisten en el camino de la violencia y enfrentamiento, y cometen delitos como el que sufrió Segundo Catril Neculqueo, serán perseguidos por la rigurosidad que nos establece el Estado de derecho y lo que nos faculta la ley. Quienes crean que pueden atacar al pueblo impunemente, se equivocan.

El conflicto entre el Estado y el pueblo nación mapuche, debe abordarse desde una perspectiva multisectorial con foco en el diálogo como herramienta para encontrarse y solucionar las diferencias. No se puede abordar a través de una sola arista, solo militarizando el territorio, porque hemos visto que esa aproximación ha fracasado en gobiernos anteriores. Tenemos que avanzar en el reconocimiento a los pueblos originarios mediante una nueva institucionalidad, en restitución de tierras, en llegar con servicios básicos donde no se ha llegado antes, y perseguir los delitos de forma efectiva, al crimen organizado, como lo plantea el Plan Buen Vivir que presentamos hace un par de semanas.

Este problema lo estamos enfrentando, sin dudas, de una manera distinta, con aristas que van más allá de la seguridad y reconociendo que el Estado debe estar más presente donde históricamente ha estado más ausente. Es por ello que hemos iniciado el Plan Buen Vivir, que es un programa integral, multidimensional, que se diferencia de otros gobiernos. Los puntos claves de este plan son duplicar el presupuesto para compra de tierras, aportar 400 mil millones de pesos para obras públicas, el énfasis en la expansión del agua potable, salud, etcétera. Además, tener un Fiscal preferente en la zona para perseguir e investigar crimen organizado, tráfico de armas y narcotráfico, así como también reactivar la tramitación del Ministerio de Pueblos Indígenas, diálogos territoriales con apoyo de la ONU. Son varias aristas porque entendemos que este problema es multidimensional y así es como hay que tratarlo.

El borrador de la nueva Constitución contiene varios ítems respecto al reconocimiento de los pueblos originarios y sus autonomías. ¿Ese puede ser un camino para empezar a avanzar en el tema?

Tal como nuestro programa lo aborda: el reconocimiento a los pueblos originarios y la restitución de tierras es clave para avanzar en el Wallmapu. Este Gobierno está comprometido con esos elementos, y seguiremos trabajando para que eso se pueda concretar, entendiendo además que las soluciones o avances en reconocimiento de derechos tienen que ir acompañados de un trabajo conjunto con las comunidades involucradas en los territorios.

Objetivos sobre sistema medial

Respecto al sistema medial, ¿cuáles son las acciones que está tomando el Gobierno para poder garantizar más diversidad?

Tenemos que avanzar en una desconcentración y descentralización de los medios de comunicación. Es fundamental para profundizar la democracia y como Gobierno hemos incorporado, ya desde la campaña, el establecimiento de un Sistema Nacional de Medios Públicos que sea sustentable, independiente, pluralista y que refleje la diversidad que existe en Chile. Para eso, debemos transitar hacia otra lógica que no dependa exclusivamente del avisaje para que los medios puedan sobrevivir. En el ministerio que dirijo hemos levantado una mesa de trabajo con tres universidades públicas para coordinar un trabajo de discusión y diálogo con diferentes actores sociales para la construcción del Sistema Nacional de Medios Públicos que comprometimos en nuestro programa.