La controversia por la visita del Presidente Boric a cumbre de los BRICS y la opción de que Chile ingrese a ese grupo

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El mandatario llegará el 6 de julio a Brasil para participar en reunión del grupo que integran China, Brasil, Rusia, India, Sudáfrica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. “Tengo serias dudas si la eventual pertenencia de Chile al BRICS ayuda a estos objetivos nacionales” dijo el excanciller Heraldo Muñoz. Fernando Carmona, director del Ical, indicó que el acercamiento o ingreso a esa entidad es “reconocer el cambio estructural del orden económico internacional, en el cual el eje hegemónico occidental está dejando de ser el único centro gravitacional del poder”. Algunos temen que Estados Unidos se enfade por una decisión de Chile de ser parte de los BRICS. Ante eso, El presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, Andrés Solimano, subrayó que “Chile debe tomar sus decisiones de política internacional con plena independencia y autonomía sin necesidad de pedir permisos a ninguna súper potencia, partiendo por supuesto de Estados Unidos”. La subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, dijo que “vamos a estar disponibles a seguir evaluando cómo generamos no solamente diversificación en nuestra relaciones en materia política, sino también comercial. Y en eso, por supuesto, Chile va a estar disponible a revisar estas posibilidades”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 6/2025. “Este año vamos a participar en la cumbre de los BRICS”. La afirmación la hizo el Presidente de Chile, Gabriel Boric, después de la invitación que le hizo el mandatario brasileño, Luiz Inacio “Lula” Da Silva, a la cumbre del organismo, que se realizará los días 6 y 7 de julio en Brasil.

De ahí se desató una controversia en Chile sobre si es adecuado o necesario que el jefe del Ejecutivo concurra a la reunión del grupo integrado por China, Brasil, Rusia, India, Sudáfrica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Más aún, si es conveniente que Chile entre a los BRICS.

De inicio, el excanciller chileno, Heraldo Muñoz, sostuvo que “Chile debe profundizar sus lazos con países que estén a favor de un comercio abierto, basado en reglas y respetuosos de los acuerdos y del derecho internacional. Tengo serias dudas si la eventual pertenencia de Chile al BRICS ayuda a estos objetivos nacionales”.

En tanto, hablando para TV-BRICS, Dmitri Rosenthal, director del Instituto de Latinoamérica (ILA) de la Academia de Ciencias de Rusia, declaró que “la invitación de Brasil a varios estados latinoamericanos a la Cumbre de los BRICS es un paso hacia la expansión del grupo” y que así se busca “aumentar el número de candidatos potenciales” a ingresar al organismo.

En sectores empresariales, de la oposición y socialdemócratas, una de las inquietudes por la presencia del Presidente Boric como observador invitado en el BRICS, es el enojo que podría generar en Estados Unidos, dado que ese organismo es considerado una instancia de promoción del comercio, las finanzas y la diplomacia en contrapunto al hegemonismo estadounidense y de Occidente. De hecho, los BRICS son considerados un potencial del Sur Global.

Que Chile se acerque al grupo que conforman países que son blanco de la guerra comercial y diplomática de la Casa Blanca, como Rusia y China, es visto como algo inconveniente, preocupante.

Sin embargo, el propio mandatario chileno precisó que “Chile está en contra de una guerra comercial, Chile está en contra de la politización arbitraria del comercio y defendemos con mucha fuerza nuestra autonomía estratégica en el mundo, teniendo relaciones con diferentes países, diferentes regiones, sin tener que elegir entre uno y otro”.

El presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo (CIGLOB), Andrés Solimano, subrayó en esa línea que “Chile debe tomar sus decisiones de política internacional con plena independencia y autonomía sin necesidad de pedir permisos a ninguna súper potencia, partiendo por supuesto de Estados Unidos”.

En declaraciones a ElSiglo.cl, el economista fue más allá e indicó que “una membrecía de Chile a los BRICS serviría para diversificar los puntos de referencia y contacto a nivel internacional de nuestro país en política exterior, también podría consolidar beneficios comerciales con países de gran tamaño como India, China, Rusia, Brasil y tomar cierta distancia de Estados Unidos en un momento que ese país enfrenta una seria crisis política interna y adopta decisiones  muy erráticas respecto al resto del mundo”.

El director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL), Fernando Carmona, enfatizó que “la política exterior chilena no debe funcionar bajo la lógica del miedo a Washington, sino desde la defensa activa de sus propios intereses. Brasil, Argentina (cuando estaban gobiernos progresistas), India y Sudáfrica han sido capaces de participar en los BRICS sin romper relaciones estratégicas con Occidente. Se puede tener relaciones complejas y simultáneas con diferentes polos de poder”.

En contraposición, Milenko Skoknic, secretario ejecutivo del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales, en declaraciones a El Mercurio, señaló que la asistencia de Boric a la cumbre e incluso el ingreso a los BRICS, “es una señal confusa, dado el rol geopolítico que hoy ha asumido el BRICS, ya que sus miembros han sido un paraguas protector para Rusia ante la condena internacional por su invasión a Ucrania y la prolongación de esa guerra”.

En su mirada advirtió que “las declaraciones finales de estas cumbres son muy extensas y mencionan muy variados temas, que no siempre son coherentes con nuestras posiciones en política exterior. Esto puede ser un problema, pues, aunque no negociemos ni suscribamos el documento, la sola presencia de nuestro jefe de Estado le otorga un respaldo, a menos que explícitamente nos disasociemos”.

En ámbitos conservadores y de cercanía con Estados Unidos y países de la Unión Europea, se suele marcar que los BRICS son un bloque ideológicamente opuesto a los postulados de las democracias occidentales y que pone en peligro todo el sistema comercial y financiero de Occidente, partiendo porque se quiere reemplazar al dólar como moneda dura y romper hegemonismos comerciales y financieros de potencias occidentales.

Sin embargo, el director del ICAL, expresó que ingresar o acercarse a los BRICS, “no se trata de un gesto ideológico ni de alineamiento automático con potencias como Rusia o Irán, sino de reconocer el cambio estructural del orden económico internacional, en el cual el eje hegemónico occidental está dejando de ser el único centro gravitacional del poder”.

Mirando la opción de incorporación a los BRICS

Hace un tiempo, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, hablando del acercamiento o incorporación de Chile al organismo internacional, precisó que “no está todavía en evaluación el poder incorporarnos a ese grupo de países, pero sí hemos mirado con mucha atención” esa experiencia.

Apuntó que “vamos a estar disponibles a seguir evaluando cómo generamos no solamente diversificación en nuestra relaciones en materia política, sino también comercial. Y en eso, por supuesto, Chile va a estar disponible a revisar estas posibilidades”.

Sobre la invitación de “Lula” Da Silva a Boric para que esté en julio en la cumbre de los BRICS, De la Fuente señaló que “asumimos invitaciones de estas características de manera muy honrada y con mucho interés, porque efectivamente se ve en Chile un socio político pero un socio sobre todo comercial sólido, que da certeza jurídica y en ese sentido creemos que es muy interesante lo que ocurre y las distintas invitaciones que hemos recibido”.

El excanciller de Chile durante un gobierno de Sebastián Piñera, Teodoro Ribera, escribió que a “la luz de los acercamientos de Chile con este bloque, es aconsejable que se avance con extrema atención y cautela, calibrando con precisión los costos y beneficios que ello puede tener para nuestro país”.

En todo caso, indicó que los BRICS abrió un “espacio a actores que, pese a su heterogeneidad, ofrecen al sur global una alternativa -imperfecta, pero atractiva- frente a la subordinación histórica”. Claro que opinó que “la participación del presidente Boric en la próxima cumbre de los BRICS en Brasil marca un giro simbólicamente potente, pero estratégicamente incierto en la política exterior chilena. A diferencia de Brasil Chile es un país con una economía pequeña y profundamente integrado al orden liberal global a través de una densa red de acuerdos comerciales, los que no pueden ponerse en riesgo. Si bien es legítimo explorar nuevos espacios de diálogo Sur-Sur, no hay que olvidar nuestras dependencias en materia económica, de defensa e incluso nuestros nexos valóricos y culturales”.

En declaraciones a El Mercurio, Carlos Ominami, presidente del Foro de Política Exterior, planteó sobre este tema que “figuran tres economías que liderarán el mundo del mañana. China, Indica e Indonesia. Desde ese punto de vista, Chile tiene todo el interés de ser parte de un bloque dinámico, que abarca más del 40% de la población del mundo. Además, el orden internacional actual está agotado y Chile aisladamente no tiene posibilidad de que se escuche su voz. Los BRICS ofrecen un espacio desde donde poder participar de la discusión” internacional.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Iván Moreira, indicó en el Portal EMOL que “la participación en los BRICS requiere de mucho estudio, pero Chile tiene que buscar alternativas para poder diversificar sus exportaciones, tiene que buscar nuevos negocios, con otras instancias, porque indudablemente no podemos estar a la espera de lo que Estados Unidos determine”.

Los del BRICS “son mercados económicos que son poderosos en lo económico y puede ser una alternativa en el futuro para Chile” aunque advirtió que “también es importante la reflexión que tienen los empresarios”.

El economista Fernando Carmona dijo a ElSiglo.cl que “los BRICS representan hoy más del 40% de la población mundial y una proporción creciente del PIB global. Lo que se está configurando ahí no es un bloque ideológico, sino una arquitectura financiera alternativa, con bancos como el Nuevo Banco de Desarrollo, que ya está financiando proyectos en el Sur Global con menor condicionalidad que los organismos tradicionales”.

Además, enfatizó que una incorporación a ese grupo “debe leerse también desde una lógica regional. Chile no puede seguir actuando como un ‘país bisagra’ entre América Latina y Estados Unidos. Es hora de asumir una posición soberana, activa y latinoamericana en el mundo. Y eso pasa por integrarse a los espacios donde el Sur Global está construyendo sus propias herramientas de desarrollo, comercio y cooperación”.

La improbabilidad de un anuncio los próximos meses

En fuentes diplomáticas se indicó que considerando que quedan unos meses del Presidente Gabriel Boric en el gobierno, y las reticencias planteadas desde sectores conservadores y socialdemócratas que tienen influencia en la Cancillería chilena, es improbable que se produzca un paso como dejar a Chile como miembro asociado de los BRICS.

También se indican temores como que la elección presidencial la gane la derecha o la extrema derecha y que ocurra lo que pasó con Argentina, que al asumir Javier “El loco” Milei como jefe de la Casa Rosada, se truncó toda posibilidad de estar en el grupo internacional.

El senador Iván Moreira comentó que “tengo la certeza que no va a haber ningún anuncio de esa naturaleza. El Presidente está invitado, va a participar, pero no va a hacer ningún anuncio con respecto a eso”. El diputado Jorge Brito manifestó que “yo lo evaluaría, vería qué es lo más conveniente para Chile”, y la senadora Alejandra Sepúlveda señaló que “todo lo que tenga que ver con los foros hay que analizarlo, es política de Estado, del Presidente de la República, pero hay que analizarlo porque el multilateralismo es muy importante para el país…no hay que cerrarse y pensando en lo que significa para Chile en términos comerciales y también de relaciones entre los países”.

Los BRICS suman más del 40% de la población mundial (3 mil 300 millones de personas) y más del 30% del Producto Interno Bruto (PIB) global. Junto a las naciones titulares, están con categoría de miembros asociados, Argelia, Cuba, Bolivia, Turquía, Bielorrusia, Indonesia, Vietnam, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán. Implementaron el Nuevo Banco de Desarrollo y el Acuerdo de Reservas de Contingencia, mecanismos financieros alternativos. Los países miembros tienen la mitad de la producción mundial del petróleo.

En lo más inmediato, está la expectativa de la asistencia del Presidente Boric a la cumbre de los BRICS en Brasil, en julio, y lo que allí dirá y decidirá.