Propuestas sin sustento y cifras desmentidas por el Gobierno. Ante la opción de echar a trabajadores del Estado, el presidente de la ANEF, José Pérez, dijo que “no sé con quién va a ejecutar la política pública si despide a más de la mitad de los funcionarios públicos. ¿Quién va a hacer el trabajo?”.
“Clarín”. “El Siglo”. Santiago. 10/2025. La propuesta de José Antonio Kast de recortar 6.000 millones de dólares del gasto fiscal en apenas 18 meses se ha transformado en un verdadero boomerang para su candidatura presidencial. Lo que comenzó como un anuncio de eficiencia y austeridad se ha convertido en un flanco abierto, alimentado por la falta de claridad del abanderado republicano y de su equipo sobre cómo se aplicaría semejante ajuste sin afectar programas sociales esenciales.
El presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, intentó precisar la fórmula en una entrevista en Canal 13. Según él, la mitad del ajuste (unos 3.000 millones de dólares) provendría del despido de 100.000 funcionarios públicos supuestamente contratados durante la administración de Gabriel Boric, con un sueldo promedio estimado en 2,5 millones de pesos. Sin embargo, la cifra y la explicación no solo generaron alarma, sino que fueron rápidamente desmentidas por el Gobierno.
El desmentido de La Moneda
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, acusó al comando republicano de difundir cifras falsas. “El gran gasto no está en uno que otro funcionario del servicio central”, sostuvo, “sino en financiar la PGU (Pensión Garantizada Universal) y la atención de salud primaria”.
Vallejo fue enfática al precisar que los 100.000 nuevos funcionarios nunca existieron. Explicó que parte de los aumentos de dotación corresponden a traspasos administrativos en educación derivados de la reforma que creó los Servicios Locales de Educación, lo que implicó mover trabajadores desde los municipios hacia el nivel central, sin que eso supusiera nuevas contrataciones.
En segundo lugar, agregó, el incremento real de personal corresponde principalmente a refuerzos en el sistema de salud pública: “14.337 empleos corresponden a trabajadores y trabajadoras que se han tenido que contratar en los servicios de salud pública”, detalló la ministra.
La vocera advirtió que en contexto electoral “se intenta instalar la idea de que el Gobierno creó empleados cercanos al Presidente de la República, y eso es total y completamente falso”.
En tanto, el senador Daniel Núñez en un post en X dijo que “Squella habla falsamente de 100 mil funcionarios nuevos y de US$3.000 millones de ahorro. Realidad: son 3.912 nuevos y aunque despida a todos los funcionarios públicos, ‘ahorro’ no pasa de US$140 millones”.
El problema de fondo
El debate dejó en evidencia no solo un error en las cifras Republicanas, sino la fragilidad técnica del plan de recorte de Kast. Expertos como el exministro de Hacienda, Mario Marcel, ya habían advertido que más del 85% del gasto público está amarrado por leyes, contratos o derechos sociales, lo que hace imposible un ajuste de semejante magnitud sin tocar programas sensibles.
Incluso voces de la derecha tradicional, como la candidata presidencial Evelyn Matthei, han señalado que no existe estudio alguno que respalde la viabilidad de un recorte de esta magnitud en tan poco tiempo.
Con cada desmentido, el programa de Kast parece hundirse en mayores contradicciones. El propio discurso Republicano sobre “gasto político corrupto” y “empleados de confianza” no se sostiene frente a los datos duros que muestran que los nuevos recursos humanos han ido a hospitales y salud primaria, sectores que difícilmente podrían soportar un recorte sin consecuencias sociales dramáticas.
En plena campaña presidencial, la propuesta que buscaba proyectar eficiencia y rigor fiscal ha terminado por convertirse en un boomerang político, dejando a Kast y su equipo en la incómoda posición de prometer austeridad sin decir quién pagará los costos reales.
Amenaza a empleados fiscales
José Pérez, presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), dijo en Radio Universidad de Chile que la propuesta de Kast pone en evidencia “su verdadero rostro” y precisó que al candidato de extrema derecha “no le importan las y los trabajadores. No le importa que quienes ejecutamos la política pública del Gobierno de turno tengan trabajo decente”.
Pérez indicó que Kast debería saber que “el 70% ( de empleados del Estado) está a contrata y cuando despiden a alguien a contrata no tiene derecho a indemnización y cuando está cesante, no tiene seguro de cesantía”.
“Yo no sé con quién va a ejecutar la política pública si despide a más de la mitad de los funcionarios públicos. ¿Quién va a hacer el trabajo?”, indicó el dirigente de la ANEF.
La diputada de Renovación Nacional (RN) e integrante de la Comisión de Trabajo, Ximena Ossandón, declaró que “efectivamente un funcionario mal evaluado tiene que salir, de eso no existe ninguna duda, pero ellos lo que dicen es que van a hacer una auditoría después para ver exactamente la cifra de funcionarios que entraron. A mí me parece que eso es impresentable y es mentirle a la gente”.