Ni Telesur ni Russia Today constituyen hoy una amenaza a la institucionalidad chilena y, por el contrario, contribuyen en parte al pluralismo y para reducir la hegemonía informativa transnacional que nos afecta.
José Luis Córdova. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 23/6/2025. Pareciera que el concepto de “libertad” que esgrimen los seguidores de Trump, Milei y nuestros criollos Kayser, Matthei y Kast, se limita al libre comercio, la libertad de explotar con clínicas y colegios privados a usuarios y “clientes”, en lugar de pacientes y a estudiantes. Respecto a los televidentes, los libertarios de todos los pelajes imponen sus criterios discriminatorios y excluyentes, difundiendo informaciones de carácter hegemónica y monopolar.
En este marco se explica la indignación provocada por la conversión de la estación televisiva privada Telecanal en Russia Today, un canal de origen ruso que transmite en español y se suma a la oferta audiovisual de nuestra modesta parrilla de televisión abierta.
Como si los demás canales privados en nuestro país no representaran ideologías, grupos económicos e intereses suficientemente excluyentes, se acusa a RT de ser un instrumento de la propaganda del gobierno ruso. Con este mismo predicamento se limita la difusión de las emisiones de Telesur, canal venezolano que a duras penas puede observarse a través un operador prácticamente exclusivo en Chile.
No es de extrañar que ambas estaciones internacionales tengan dificultades para transmitir en nuestro país debido al monopolio de las empresas transnacionales y poderosos grupos económicos propietarios de los medios de comunicación masiva más importantes de nuestro país.
Qué duda cabe que Telesur tiene su propio nicho y a estas alturas ya se haya convertido en una necesidad para seguir sobre todo informaciones de carácter latinoamericano que otros medios ni siquiera consideran en sus pautas informativas.
Periodistas, académicos, estudiantes y profesionales humanistas se ven obligados en la práctica a sintonizar Telesur para informarse cotidianamente de las noticias provenientes de países como Granada, Belice, la región de Esequibo, América insular o el Caribe. Difícilmente encontraríamos informaciones sobre esas latitudes en canales comerciales como los nuestros.
Tratándose de un canal público, naturalmente Telesur emite informaciones de su natal Venezuela y su gobierno y nadie debería extrañarse por ello, así como la señal internacional de TVN debería abocarse a destacar informaciones oficiales de nuestro gobierno y nadie pondría el grito en el cielo ni rasgar vestiduras al respecto.
La estación Russia Today, que es captada en la mayoría de los países de nuestro continente, no hace más que seguir el modelo de canales como CNN en español y el mismísimo CNN Chile, sin que nadie se escandalice por ello.
No faltan los desubicados que han golpeado las puertas del Consejo Nacional de Televisión para tratar de impedir las transmisiones de RT en nuestro país, contraviniendo legislación nacional e internacional vigente y amenazando de verdad lo que es la libertad de expresión y el derecho a la comunicación.
Este último, precisamente, se suma a los derechos humanos fundamentales, como los derechos a la educación, la salud, la vivienda, la seguridad que son los que pueden garantizar una sociedad verdaderamente democrática.
El desconocimiento de leyes y reglamentos es tal que nadie puede exigirle al CNTV censurar, prohibir o limitar las actividades audiovisuales, sino que está destinado a fiscalizar contenidos y sancionar faltas o irregularidades al respecto, luego de la difusión de algo que infrinja nuestra legislación, la moral y las buenas costumbres.
Otra muestra internacional es el caso del canal HispanTV, con sede en Madrid desde 2011, que fue censurado en España, acatando las sanciones de la Unión Europea contra Irán. Con ocasión del reciente bombardeo norteamericano sería bastante aconsejable tener la visión de ese país islámico agredido por la potencia del Norte.
Fracasaron los intentos de reeditar operaciones terroristas de antaño sobre la llegada de tanques rusos a La Moneda. Lamentablemente fueron tanques tripulados por chilenos y aviones ordenados por norteamericanos los que bombardearon la Moneda y terminaron con la democracia en nuestro país. Ni Telesur ni Russia Today constituyen hoy una amenaza a la institucionalidad chilena y, por el contrario, contribuyen en parte al pluralismo y para reducir la hegemonía informativa transnacional que nos afecta.