HABLEMOS DE LA TELE. Ensañamiento con Daniel Jadue

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Mientras decenas de periodistas examinan los documentos filtrados desde fiscalías, defensores y jueces, no se conoce ninguna pesquisa sobre las acusaciones en los casos de la Asociación de Farmacias Populares -una de las iniciativas más celebradas de la gestión de Jadue como alcalde en Recoleta- ni las demás acusaciones de empresas privadas que lo acosan desde hace varios años.

José Luis Córdova. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 14/4/2025. Los canales de televisión se soban las manos mientras figuras de connotación pública como la exalcaldesa de Maipú, Kathy Barriga, el exfutbolista Jorge Valdivia, el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, y el abogado Luis Hermosilla, entran y salen de prisión preventiva a otras medidas cautelares como prisión domiciliaria total o nocturna.

Estas situaciones permiten movilizar a reporteros, noteros y “movileros” desde los diferentes penales hasta el Palacio de Justicia y a las residencias particulares de los distintos formalizados en una suerte de shows televisivos entre empujones, codazos, el silencio de los afectados y los “minutos de fama” de sus abogados defensores.

Las fiscalías y los querellantes, en tanto, filtran antecedentes “inéditos”, secretos supuestamente bien guardados de los distintos expedientes, amparados en la autonomía del poder judicial y en los derechos a “reserva” de los diferentes procesos en trámite.

En tanto, periodistas de investigación en entidades pseudo periodísticas como ExAnte, El Líbero, Ciper,  El Mostrador y The Clinic dedican horas en analizar documentos supuestamente secretos y los filtran adecuadamente a los canales de televisión, sobre todo como caldo de cultivo para aumentar el rating en los matinales.

A su vez, las pautas editoriales de los medios de comunicación audiovisuales se distribuyen equitativamente estos materiales y atosigan a los televidentes con “Últimos minutos”, “Urgentes” y otros llamados para captar incautos con “novedades” en cada uno de los casos sin dejar caer ni un día el interés o la atracción por uno u otro proceso judicial en marcha.

Se sabe que los juicios son lentos, engorrosos, contradictorios entre las salas de los Tribunales, los jueces y fiscales con distintos puntos de vista ante delitos, procedimientos, alegatos, apelaciones, cautelares y penas.

Pero ninguna de estas situaciones se transparenta en el caso del exalcalde de Recoleta, el arquitecto, sociólogo y urbanista de la Universidad Católica, de 57 años, Daniel Jadue sometido a diferentes procesos y que se encuentra en arresto domiciliario total, tras largos meses en el penal Capitán Yáver y cuyos procesos datan de hace más de dos años sin que se avizore un juicio justo como corresponde.

Los canales de televisión parecieran haber impartido órdenes para no referirse siquiera al caso y menos investigar -como en otros- el curso de los diferentes procedimientos investigativos que corresponden.

Mientras decenas de periodistas examinan los documentos filtrados desde fiscalías, defensores y jueces, no se conoce ninguna pesquisa sobre las acusaciones en los casos de la Asociación de Farmacias Populares -una de las iniciativas más celebradas de la gestión de Jadue como alcalde en Recoleta- ni las demás acusaciones de empresas privadas que lo acosan desde hace varios años. El ensañamiento es evidente.

Las cadenas de farmacias, empresas inmobiliarias y otros poderosos intereses persiguen al exalcalde por sus propuestas antineoliberales que sobrepone a la comunidad, a vecinas y vecinos por sobre el mercado y tratan por todos los medios de desacreditar los importantes logros en justicia social, equidad, avances culturales y superación de importantes deficiencias en los servicios que la municipalidad de Recoleta brinda hasta hoy en día a vecinas y vecinos.

Los periodistas, cuando se refieren presuntamente en forma crítica a esta danza de medidas cautelares, avances y retrocesos evitan mentar siquiera el nombre del exalcalde y cuando lo hacen inmediatamente le añaden el nominativo “comunista”, como si fuera su apellido. Sin embargo, Barriga ya no es UDI, Hermosilla no es “piñerista”, ni Monsalve socialista.

Lo mismo está ocurriendo con la precandidata presidencial Jeanette Jara a quien indefectiblemente le preguntan por Venezuela o Cuba antes de consultarle sobre sus ejes programáticos y otros temas de interés para la ciudadanía.

Conforme avance la campaña electoral se agudizarán estas posiciones y los canales de televisión van asumiendo roles de difusión a favor de determinados candidatos, siempre que no sean comunistas y que deben pronunciarse públicamente sobre gobiernos de un par países latinoamericanos en lugar -por ejemplo- de hablar sobre Haití, Israel, Corea del Sur, Afganistán, Turquía o Arabia Saudita. Pareciera que esas naciones no existen en los atlas geográficos de los canales, así como Daniel Jadue tampoco existiera en el imaginario televisivo.