Millones de trabajadores marcharon en decenas de ciudades oponiéndose a cambios en las condiciones de jubilación.
“France24”. Agencias. París. 23/3/2023. Bloqueos de carreteras, cierre de algunas escuelas y comercios e interrupciones en los servicios de trenes experimentaron varias ciudades del territorio francés este jueves 23 de marzo, en la novena jornada de huelgas y protestas tras la aprobación por decreto de la reforma de pensiones, que sube la edad para jubilar y aumenta el tiempo de cotización para recibir una pensión completa.
Según el Ministerio del Interior francés, más de un millón de trabajadores se manifestaron en todo el país, aunque informes sindicales e independientes hablaron de 3 millones 500 mil ciudadanos movilizados.
El Presidente, Emmanuel Macron, insistió en defender su reforma de pensiones, que impulsó vía decreto, algo permitido por la Constitución francesa, y dijo que la implementará a fines de este año.
Los sindicatos volvieron a marchar de forma masiva en Francia contra la reforma a las pensiones. Esta es la novena jornada de huelga en los últimos meses y, en esta ocasión, las marchas se hicieron después de que la ley fuera aprobada y el Gobierno de Emmanuel Macron hubiese conseguido sobrevivir a dos mociones de censura planteadas por la oposición.
La nueva demostración marcó un claro repunte de la participación: según el Ministerio del Interior, un total de 1,08 millones de manifestantes marcharon en Francia, 119.000 de ellos en París. La CGT anunció que 3,5 millones de personas salieron en todo el país, 800.000 de ellos en la capital.
Desde el inicio de la jornada el sector más afectado fue el de los transportes, ya sea por carretera, avión o tren. Decenas de trabajadores cortaron desde por la mañana las vías de acceso al aeropuerto parisino de Roissy-Charles De Gaulle obligando a algunos viajeros a llegar a pie.
Asimismo, el paro de los controladores aéreos ha obligado a la cancelación anticipada del 30 % de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly y el 20 % en los de Marsella, Toulouse y Lyon. A ello hay que sumar que la Dirección General de la Aviación Civil confirmó que estos paros entre los controladores podrían seguir extendiéndose durante el fin de semana y comunicó a las aerolíneas que están preparadas para reducir sus vuelos, justo en fechas cercanas a las vacaciones de Semana Santa.
La huelga en el transporte afecta también a los trenes de alta velocidad, ya que solo circulan la mitad, y a los de media y corta distancia, que operan en cuotas aún más reducidas. En lo que refiere al metro en ciudades como París, solamente funcionan las líneas que son automáticas y que carecen de conductor.
Los cortes de carreteras se han focalizado en las zonas clave de salida de mercancías, especialmente de combustible. Los alrededores de las refinerías han presentado cortes por parte de los trabajadores, que han llegado a organizar piquetes con neumáticos ardiendo. El bloqueo también es fuerte en las instalaciones de la refinería de Gonfreville, en Normandía, encargada de procesar todo el queroseno del país, combustible que sirve para que funcionen los aviones y cuya ausencia podría también afectar al tráfico aéreo.
Hasta el momento, las autoridades anunciaron la captura de 80 personas por algunos altercados durante las movilizaciones así como 123 policías heridos, lo que se traduce en una clara radicalización del movimiento con numerosos enfrentamientos entre manifestantes y uniformados.
Los primeros recuentos de las manifestaciones de la mañana de este jueves 23 de marzo ya habían dejado entrever una jornada de movilización histórica, de acuerdo a las cifras reportadas: 250.000 manifestantes en Marsella según los sindicatos, 110.000 en Burdeos, 55.000 en Lyon, 50.000 en Clermont-Ferrand, 40.000 en Niza, 30.000 en Avignon, 24.000 en Tarbes, 24.000 en Bayona, 15.000 en Puy-en-Velay, y 800.000 en París.
Mientras el ambiente sigue caldeado en París entrada la noche, los sindicatos llamaron a una nueva jornada de huelga general para el próximo martes 28 de marzo.
En promedio, las encuestas realizadas en Francia dan un 70% de rechazo al decreto del mandatario francés.
Las palabras del presidente Macron en una entrevista retransmitida a nivel nacional, en donde reafirmó sus posiciones, no sentaron bien a los sindicatos, quienes mostraron una vez más su determinación en oponerse a la reforma pensional.
Macron se resiste a cualquier tipo de modificación o diálogo con los sectores inconformes y las organizaciones sindicales después de haber aprobado la enmienda por medio de un decreto de ley y sin haber sido votada en la Asamblea Nacional, la Cámara Baja del Parlamento.
La medida fue avalada el pasado 16 de marzo mediante la utilización del artículo 49.3 de la Constitución, un mecanismo ampliamente criticado por buena parte de la sociedad, que ha llegado a pedir la dimisión del Ejecutivo o un referendo para poder votar esta reforma a las pensiones, que contempla un aumento de la edad de jubilación de los 62 a los 64.