Así lo planteó el académico Dino Pancani, en un cuadro donde los consorcios periodísticos privados se llevan más del 70% de los avisos del Estado, en detrimento de otra diversidad de medios de comunicación. Indicó que hacer un cambio en esa realidad “depende de la voluntad política” y enfatizó que debe ser “una política de Gobierno”. El ex director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile expresó que “Televisión Nacional, así como está, no da para más, tanto respecto de sus modos de financiamiento, como la composición de su directorio o las definiciones de contenidos”. Recalcó que la posibilidad de que los consorcios privados impidan cambios en el sistema de comunicaciones “va a depender de quienes son los tomadores de decisiones de las políticas públicas”. “Estamos proponiendo no que hayan menos medios, sino que hayan más medios, no que la gente tenga menos posibilidades de elección para informarse, sino que tenga más posibilidades de elegir, de acceder a los diferentes colores identitarios que tienen los medios”, mencionó respecto a recomendaciones que presentaron hace una semana tres universidades respecto al sistema de medios en Chile. Frente al proceso constitucional en marcha, Pancani dijo que “esperaría que nos permitiera crear un sistema de medios en el marco constitucional más plural”.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 28/01/2023. Dino Pancani Corvalán es profesor del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y fue director de la Escuela de Periodismo de esa casa de estudios. Es senador universitario y fue parte del equipo que coordinó el trabajo en torno de un informe “Más amplitud, más voces, más democracia: aportes para las comunicaciones del Chile que viene”, elaborado por las universidad de La Frontera, La Serena y la Universidad de Chile. Pancani es un conocedor y un apasionado del tema del sistema de comunicaciones y de medios en el país. En entrevista abordó varios asuntos relacionados con el sistema medial, donde apuntó a recomendaciones y medidas a tomar en el corto plazo.
Se entregó el informe de las universidades de Chile, La Serena y La Frontera, principalmente con recomendaciones sobre medidas a tomar para mejorar la situación comunicacional, del sistema medial en el país. ¿Qué debería suceder ahora, entendiendo que ese informe fue encargado por el Ministerio Secretaría General de Gobierno (Segegob), cómo podrían canalizarse esas recomendaciones?
Algunas son a corto plazo, que se pueden realizar en el corto plazo, dependen de la voluntad política del Gobierno y de la gestión que puede hacer la Segegob. Otras son de mediano y largo plazo, esencialmente las que involucran a otros estamentos, a otros poderes del Estado, como el Congreso. Hay medidas que involucran a privados, como el Código de Ética, donde pudiera tener una participación la Asociación Nacional de la Prensa. Hay iniciativas que se pueden desarrollar a la brevedad. Una que es urgente, porque hay medios pequeños que se están desangrando, es en cuanto al avisaje estatal. Es urgente implementar una medida en la distribución del avisaje estatal a los medios. Y no requiere ir al Congreso o esperar otras situaciones.
Ese es un tema antiguo, donde está el aparato estatal pero también juegan un rol las agencias privadas de publicidad, hay un andamiaje burocrático. Está comprobado que los gobiernos, los ministerios, instituciones del Estado, prácticamente no dan avisaje a los medios alternativos, comunitarios, sociales, ni siquiera con criterio proporcional o equitativo. Es un hecho que se mantiene dar el dinero del Estado a las empresas periodística privadas y monopólicas. ¿Es un caso de falta de voluntad política?
Hay situaciones a considerar, por ejemplo, que el Gobierno de Sebastián Piñera dejó amarrado un presupuesto para el 2022. Sin embargo, estamos pasando al 2023 donde los contratos se van renovando, las condiciones cambian. Está también ese rol de las agencias privadas que tú señalas, y eso hay que verlo. Yo creo que depende de la voluntad política para que se vaya realizando ese cambio que se requiere en el uso del avisaje estatal. La recomendación que hacemos en el informe es que si bien debe haber un cambio en la ley para que medios comunitarios o de otra característica puedan acceder a avisaje estatal, hay que considerar que hay medios que actualmente tienen una facturación mensual, que es muy pequeña, en la cual requieren de la colaboración y consideración del avisaje estatal. Y puede ser muy efectivo. ¿Puede haber algo más efectivo que la radio de una localidad, el periódico de una localidad, un medio que tiene un nicho, para llegar a la gente? Indudablemente que eso tiene una alta efectividad y ahí lo que se requiere son cambios de políticas que se vienen pidiendo desde la décadas de los noventa, desde el retorno de la democracia. En eso, depende de la voluntad para realizar los cambios.
Tú mencionas a los ministerios, y los ministerios tienen jefaturas, tienen organismos, subsecretarías, por lo tanto se les pediría a las autoridades ministeriales que efectivamente asuman una nueva política y que sea una política de Gobierno y no aislada que dependa de la voluntad de una ministra o un ministro, de un subsecretario o subsecretaria, o de una o un funcionario. Se trata de que haya una política de Gobierno que logre implementarse.
Mira, el sector empresarial ha sido tremendamente beneficiado con el avisaje estatal desde el retorno a la democracia. Y no veo porqué hoy tengan que decir que hay que compartir ese avisaje. Por eso es importante la voluntad desde el Gobierno.
Hace un par de semanas tuvimos un foro donde estuvo la periodista Alejandra Matus, el director de Le Monde Diplomatique Chile, Víctor Hugo de la Fuente, la presidenta del Colegio de Periodistas, Rocío Alorda y el académico Pedro Santander. Una de las cosas que se repitió mucho fue eso del avisaje como tú lo mencionas, pero además, hablando de medidas del corto plazo, que el Gobierno realmente tome las riendas respecto al funcionamiento de Televisión Nacional como canal público, no comercial.
Comparto lo que señalas. Televisión Nacional, así como está, no da para más, tanto respecto de sus modos de financiamiento, como la composición de su directorio o las definiciones de contenidos. Uno esperaría que el directorio que hay, y la presidencia del directorio, asumiera como una de las tareas la modificación de la gobernanza de Televisión Nacional. No basta o no es suficiente que se le entregue derecho a voz y voto al representante de los trabajadores del canal, es un paso importante, pero es insuficiente. Se podrá decir que eso pasa por un proyecto de ley, que en el Congreso las fuerzas políticas están empatadas, pero lo concreto es que Televisión Nacional en un año a esta parte, no ha mostrado una diferencia entre lo que era el Gobierno de Piñera y lo que es el Gobierno del Presidente Gabriel Boric. No me estoy refiriendo a un cambio en la visión editorial política, sino en la concepción de cultura, de la información y la comunicación. Seguimos viendo en TVN que la visión es el espectáculo de mal gusto, eso sigue primando en la programación, entre otras cosas.
En las recomendaciones respecto a los medios de comunicación se mencionan temas transversales, los pueblos originarios, la perspectiva de género, la descentralización, ¿se puede avanzar más en el corto plazo y apoyar a los medios involucrados en esos ámbitos?
En los ámbitos transversales tiene que haber una política y una estrategia de cómo implementarlos, y esos pasos se deben dar rápidamente. Nosotros miramos mucho las orientaciones que tienen algunos ministerios en temas como la interculturalidad, o políticas de género. Hay que mirar también a la sociedad civil, a otros sectores, para ver cómo abordar estos ámbitos, cómo ir educando. Es una educación paulatina que nos favorece como ciudadanía, favorece al sistema democrático, favorece la incorporación de nuevas voces y favorece cómo me refiero a la otra y al otro, cómo de manera justa puedo tratarlos, puedo nombrarlos, es algo tan identitario como sentirse nombrado. En eso el Estado tiene responsabilidad de impulsar políticas con las cuales aprendamos a despejar los estereotipos de determinados grupos y poder incorporarlos naturalmente.
Como ocurre con las AFP en el sistema de pensiones y con las Isapres en el sistema de salud, en el sistema medial hay una hegemonía y monopolio de grandes corporaciones privadas, incluso extranjeras. Estos grupos están impidiendo que operen cambios en el sistema medial, se oponen, reciben casi toda la plata del Estado para avisaje, pero acusan intervencionismo estatal cuando se habla de contenidos o políticas comunicacionales. Hay situaciones como que la Asociación Nacional de la Prensa ni siquiera quiso sentarse a conversar con las universidades, con otros actores, no tuvieron disposición de diálogo frente a una discusión sobre el sistema comunicacional. ¿Hay un poder financiero y político que pudiera impedir estos cambios, dejar en nada las recomendaciones que hicieron las universidades?
Que lo impidan o no, va a depender de quienes son los tomadores de decisiones de las políticas públicas. Yo esperaría entonces que eso no sucediera, que no lo impidieran, y que efectivamente se avance y se realicen los cambios que, por lo demás, se comprometieron en el marco de un programa de Gobierno.
Si bien hay esos grupos de interés empresarial que les interesa que el sistema de comunicaciones y de medios se mantenga como está, esperaría que no tuvieran la fuerza como para impedir estos cambios.
Mira, en las recomendaciones que hicimos, no nos metemos en la editorialidad de ningún medio de comunicación, de ninguno, independientemente del sector al que estén vinculados, al que representen, porque los medios de comunicación son actores políticos y algunos señalan el sector que representan, otros no. El Siglo, por ejemplo, de manera transparente, señala el sector que representa. Hay otros que desde el funcionalismo, desde un supuesto periodismo objetivo, nos ocultan a quienes están representando. Lo que estamos diciendo es que no puede ser que, en el caso de la prensa escrita por ejemplo, el consorcio de El Mercurio o de Copesa, se lleven más del 70% del avisaje estatal. Y lo digo con imprecisión porque no hay transparencia en términos de cuánto es lo que se gasta en el avisaje estatal y eso hay que normarlo, sin meterse en las líneas editoriales de ningún medio.
No se trata de quitarle avisaje a algunos, de dejar fuera a algunos medios, de no dar avisaje a los medios privados y de consorcios…
Así es. Hablamos de más amplitud, más voces y más democracia. En ese marco es que estamos proponiendo no que hayan menos medios, sino que hayan más medios, no que la gente tenga menos posibilidades de elección para informarse, sino que tenga más posibilidades de elegir, más posibilidades de acceder a lo que muestran distintos medios de comunicación, de acceder a los diferentes colores identitarios que tienen los medios, las diferentes visiones de mundo que hay en Chile, y que enmarquen un diálogo donde se va construyendo un mejor país. Un espacio para ese diálogo, son los medios de comunicación.
Quizá esta es una pregunta un poco interesada. En todas reflexiones y recomendaciones no hay referencias explícitas a medios de corte político, o sindicales, o feministas, o que puedan tener líneas editoriales definidas políticamente. Algunos quisieran que medios como El Siglo no encajaran en ningún espacio, pero es un medio reconocido como tal hace 80 años.
No recuerdo que en el informe que entregamos se cuestione la existencia de medios de corte político o incluso medios vinculados a partidos políticos. En cuanto a El Siglo, creo que es uno de los pocos medios en Chile que abiertamente señala su pertenencia editorial, su vínculo con el Partido Comunista, y a mi modo de ver, El Siglo entra como cualquier otro medio de comunicación al sistema de medios. Eso ocurre además hace muchísimos años. No creo que deba tener un trato preferente, ni tampoco un trato de exclusión. Tiene derecho como periódico, por ejemplo, a postular a los fondos y el avisaje estatal, a tener el mismo trato que puede tener cualquier otro medio de comunicación. Es más, creo que una virtud de El Siglo es que dice desde dónde está hablando. Un gris de otros periódicos, de otros medios, es que nos dicen que nos están hablando desde ningún lugar, pero su editorialidad me indica claramente desde dónde están hablando, en cómo construyen la noticia me están diciendo desde dónde me hablan, pero me están ocultando eso. En lo particular, no creo en la objetividad periodística, y como no creo en eso, creo que un periódico que representa a la derecha dura, como El Mercurio, tiene todas las posibilidades de postular a los fondos o el avisaje, al igual que el periódico El Siglo que representa a la izquierda o al Partido Comunista en particular.
Se está en un nuevo proceso de cara a contar con una nueva Constitución. En la propuesta del proceso anterior, que fue rechazada, había varias referencias al derecho a la información y otras materias respecto al sistema de medios. ¿Qué esperarías en este ámbito de la nueva propuesta constitucional?
Yo esperaría que el nuevo proceso nos permitiera crear un sistema de medios en el marco constitucional más plural, con una participación de todos los sectores, en donde la ciudadanía sea parte también de todo esto y pueda exigir el respeto al derecho a la información, donde se apuntara a temas que estamos conversando para ayudar a un mejor sistema de medios. Pero este es un proceso tan particular, que todavía no logro hacerme ninguna expectativa. Tiene tantos guardianes, que hay que ver cómo sigue este proceso, quiénes van a ser esos 50 consejeros constitucionales, y partir de eso uno decir si espera algo o definitivamente será una Constitución de 1980 un poco remozada.
¿Tú les recomendarías a los consejeros que lean el informe, que lean lo propuesto por el Colegio de Periodistas?
Sí, claro. Pero te digo que el Colegio de Periodistas no es el único sector al que hay que escuchar. Hay que escuchar a otros sectores que no necesariamente son coincidentes con el Colegio de Periodistas u otros organismos. Hay que escuchar al sector privado. Por eso planteamos la construcción y el diseño de un Código de Ética que sea consensuado entre otros por el Colegio de Periodistas, por la Asociación Nacional de la Prensa.
Uno mira la evidencia internacional, lo que ocurre en otros países con la existencia de medios públicos, subsidios estatales a los medios, repartición equitativa del avisaje, medidas para garantizar la pluralidad, ¿estamos muy alejados del estándar mundial? ¿No tenemos temores a los cambios que hay que realizar?
Que bueno que tocas lo de los medios públicos. Chile requiere con urgencia medios públicos. Los medios públicos hacen una labor que los medios privados no realizan porque ni siquiera se la proponen. Los medios privados están muy alejados de la educación, de la entretención de calidad, de una buena información general, y por tanto se requiere de una voz estatal, pública, que aparezca no sólo a través de Televisión Nacional, sino a través de la radio, de una plataforma fuerte, que puedan contrastar con la visión de los sectores privados. Ya tenemos algo, que es Televisión Nacional, no hay que crear una nueva institucionalidad, incluso puede tener una radio, en la mayoría de las regiones tiene canales, es decir, no hay que crear nada nuevo, solo debe tener aportes basales. Y buscar que sea una canal competitivo, tampoco se trata de que sea el último canal que se vea. Cuando hablamos de modificaciones en el financiamiento, estamos pensando en medios públicos, que puede ser mixto incluso. Debe existir una salvaguarda, un cerrojo, en cuanto a que los gobiernos no debieran tener la capacidad de ingresar o controlar los medios públicos para que no puedan instrumentalizarse. Eso es factible en la medida que se genere una gobernanza que sea suficientemente plural y con una línea editorial que se mantenga. Lo que pasa es que TVN ha asumido una línea editorial que no se diferencia de los medios privados, con conductores muy opinantes, que legítimamente tienen una posición política y la vierten cada vez que entrevistan a un personaje o comentan un hecho. Eso debería dejar de ocurrir en Televisión Nacional, debiera haber una mayor pluralidad. No puede ser que los conductores que llevan los temas políticos en TVN, representan todos a una derecha y una derecha más bien dura. Eso no le hace bien a la democracia, hace mal esa ausencia de diversidad de voces.
En todo lo que hablamos, ¿cómo asumir la era digital, el desarrollo de las nuevas tecnologías?
Las nuevas tecnologías están, continuarán. Hay un tema de regulación, y creo que la única regulación tiene que ver con los discursos de odio, con la exclusión de sectores determinados, y atentados a los derechos de las personas y de grupos determinados. En general, las redes sociales, las plataformas, están ahí para que se desarrollen, es una realidad muy presente. Hay otro punto y es que estas grandes plataformas digitales no tributan en Chile, incluso convertidas en medios, no tributan. En eso, el Estado debiese tener un trato preferente con los medios que sí tributan y no respaldar trasnacionales que están pagando impuesto en Estados Unidos, cuando debiesen pagarlo en Chile. Otro punto es que cuando hablamos de educación en medios, estamos hablando de medios tecnológicos, en cómo el uso de redes sociales, el uso de Internet, y su acceso, se hace universal en el sistema escolar y la educación para ese uso responsable, se hacen en el sistema educativo.