El senador se refirió a la designación del nuevo Fiscal Nacional y enfatizó que en el proceso se debe actuar con probidad. “Es fundamental salir del oscurantismo que rodeó estas decisiones”, afirmó el legislador.
Equipo “El Siglo”. Valparaíso. 12/11/2022. La Corte Suprema ya escogió la quina de postulantes para suceder al actual Fiscal Nacional, Jorge Abott, tras 8 años de una polémica gestión.
Sin embargo, Rodrigo Ríos, uno de los elegidos por el máximo tribunal, ya se bajó de la competencia aludiendo razones familiares y luego que la prensa difundiera que había defendido a un peligroso narco chileno.
De la cuaterna, el jefe del Ejecutivo debe inclinarse por un solo candidato o candidata, quien a su vez debe ser ratificado por la Cámara Alta. Para ello, ya están en marcha los díez días corridos que tiene de plazo para la nominación.
Sobre la importancia e implicancias del proceso de sucesión, ElSiglo.cl conversó con el senador del Partido Comunista, Daniel Núñez.
Se acaba la era Abott al mando de la Fiscalía Nacional. ¿Qué evaluación hace usted de los ocho años de esa gestión?
Tenemos una situación general en el país de un desborde en materia de seguridad ciudadana, combate al narcotráfico, a las bandas criminales y también distintas situaciones de violencias. Es evidente que el Ministerio Público también está en deuda. Por lo tanto, uno ve un Ministerio Público absolutamente sobrepasado y, desde ese punto de vista, no es positiva la evaluación que uno pueda hacer de la gestión que realizó Abott en estos ocho años.
Hay que agregar un comportamiento muy poco transparente y muy lejano a la probidad en todo lo fue la materia de financiamiento ilegal de la política, donde no se llevaron las investigaciones hasta el final y, evidentemente, existe una percepción y una sensación de impunidad hacia muchos miembros del mundo político. Las sanciones no fueron todo lo dura que debieron ser en caso de corrupción. Recordemos las condenas con las famosas clases de éticas a los dueños de Penta. Se percibió un trato preferencial hacia el mundo político y económico. Esto refuerza el carácter clasista del sistema judicial chileno.
La Corte Suprema ya eligió a la quina de candidatos y ahora sólo falta que el Presidente Gabriel Boric nomine a uno de ellos para ser ratificado por el Senado. ¿Cuál es a su juicio el énfasis que debe tener la futura gestión de la máxima autoridad persecutora?
Lo primero es que no puede haber intocables en Chile. Nadie, por muy poderoso que sea en términos políticos o de poder económico, tiene que sentirse impune o que va a tener un trato privilegiado de parte de la justicia. La clave es tener una política de combate y de persecución penal que sea mucho más activa, que dé cuenta de todos los nuevos fenómenos que están ocurriendo en materia criminal con las nuevas bandas que han emergido y con la expansión del narcotráfico. También necesitamos que todo ese proceso se haga persiguiendo la corrupción y los delitos de cuello y corbata.
Creo que también hay áreas emergentes que igualmente tienen que estar en la mira de la Fiscalía Nacional, como son los delitos ambientales y los de odio contra las mujeres y diversidades y disidencias sexuales.
Para combatir con mayor eficacia al crimen organizado se necesitan, entre varios factores, una mayor cantidad de fiscales. ¿Al calor de la discusión del debate de la Ley de Presupuesto 2023 se produjo algún compromiso en el protocolo de acuerdo para aumentar legalmente la dotación? Si no fue así, ¿usted le solicitará al Gobierno enviar un proyecto de Ley para incrementar la cantidad de fiscales?
En esta materia se avanzó harto en la discusión de la Ley de Presupuesto. Hay muchos aspectos que incluyen reforzar los ítems que van de financiamiento y apoyo del Estado al combate del narcotráfico y de la inseguridad ciudadana. Está el compromiso de que cuando sea nombrado el nuevo Fiscal Nacional se instalará una mesa de trabajo entre el Gobierno y la Fiscalía para poder analizar cuáles son las fiscalías que requieren más personal y si es que hay que crear fiscalías especializadas nuevas. Por ejemplo, el combate contra el cybercrimen requiere de algún organismo especializado. Por lo tanto, es muy importante el nombramiento, porque eso va a dar pie para el trabajo conjunto con el Gobierno, donde están comprometidos también la voluntad de poner recursos extraordinarios para fortalecer el Ministerio Público y, obviamente, las policías.
El ex Fiscal Carlos Gajardo acusó “opacidad” en el proceso de nombramiento y elección del Fiscal Nacional, Jorge Abott. Afirmó que hay mucho lobby encubierto y poco interés de personas externas a postular al cargo. ¿Qué le parecen esas opiniones?
Creo que es fundamental salir del oscurantismo que rodeó estas decisiones hace ocho años en el Senado. Eso implica dejar de lado o liberarse de las garras del lobby, de las reuniones escondidas que se hicieron con los candidatos a Fiscal Nacional, compromisos que nadie supo en qué consistieron. Es hora que el Senado actúe con transparencia y probidad en este nombramiento. Para eso creo que es fundamental aplicar la normativa que aprobó el Senado el año 2016 sobre buenas prácticas relativas a este tipo de nombramientos y que establece claramente que una vez nominada la quina por la Corte Suprema los y las senadoras que tengan entrevistas con ellos y ellas deben dar cuenta en la plataforma del lobby para que toda la ciudadanía sepa que se han hecho reuniones y conversaciones. Eso no es delito, pero tiene que hacerse de manera transparente y no con esta práctica de las reuniones escondidas, las que parecen ser fórmulas de acuerdos espúreos que generan impunidad o trato privilegiado a un grupo particular de la sociedad.
Para que el Senado ratifique la propuesta del Presidente Boric sobre el o la futura Fiscal Nacional se necesitan 33 de 50 votos. ¿Cree que estarán los votos de la derecha, ya que en la Cámara Alta hay un empate con el oficialismo? ¿Se respetará la voluntad del Mandatario o la derecha seguirá alzada para rechazar la propuesta presidencial?
No sabemos lo que va a ocurrir. Aún estamos revisando los currículum de los y las postulantes. Uno a priori podría decir que mientras más diversidad exista es positivo, pero no quiero levantar una opinión sobre ello. Tampoco sé a quién va a nominar el Presidente de la República, pero es evidente que ésta es una nominación conjunta, es decir, en el fondo el mandatario tiene que, de alguna manera, hacerse de una idea sobre lo que está pensando el Senado para que su propuesta logre los 33 votos. Nosotros vamos a buscar a él o la mejor Fiscal Nacional que nos dé garantías de los principios que he dicho anteriormente. Si no lo encontramos, no estamos obligados a apoyar un nombre, pero el Presidente está obligado a nominar. Su responsabilidad es mucho mayor, pero estamos todos comprometidos en que é l o la nueva Fiscal Nacional tiene que estar a la altura de los desafíos que demanda hoy la sociedad chilena y también ser parte del perfil de lo que busca el Gobierno del Presidente Boric instalar, esto es, combate contra la corrupción, narcotráfico, delincuencia. También debe ser una persona proba y que dé garantías de transparencia y que no haya trato privilegiado para ningún sector de la sociedad, menos para la élite política y económica.