“El socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era”

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El embajador de China en Chile, Niu Qingbao, destacó “la gran causa de la construcción de un gran país socialista moderno y la gran revitalización nacional, mediante la modernización al estilo chino”. En la actividad realizada en Santiago por el 75 aniversario de la fundación de la República Popular China, el diplomático expuso que “la modernización china, que persigue la noble causa de la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad, es una fuerza importante para salvaguardar la equidad y la justicia internacional”. Resaltó el papel que jugaron  y el Presidente Salvador Allende, el poeta Pablo Neruda y el pintor José Venturelli, en el establecimiento de relaciones China-Chile y el inicio de un fructífero intercambio.

“El Siglo”. Santiago. 1/10/2024. El siguiente es el texto íntegro del discurso del embajador de China en Chile, Niu Qingbao, pronunciado en la actividad con motivo del 75°aniversario de la fundación de la República Popular China.

“Bienvenidos a la recepción para celebrar juntos el 75°aniversario de la fundación de la República Popular China.

A lo largo de los 75 años, el Partido Comunista de China, uniendo y liderando al pueblo chino en la lucha incansable, ha conseguido que la nación china diera un gran salto histórico de levantarse, prosperar y avanzar hacia una naciente fortaleza. Este logro se debe a que, tras una larga exploración, hemos encontrado un camino de modernización que se ajusta a nuestras condiciones nacionales. La modernización china ha ofrecido una alternativa a aquellos países y naciones que desean acelerar su desarrollo y, al mismo tiempo, mantener su autonomía, contribuyendo con sabiduría y soluciones chinas para resolver los problemas de la humanidad.

Actualmente, el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era, impulsando de manera integral la gran causa de la construcción de un gran país socialista moderno y la gran revitalización nacional, mediante la modernización al estilo chino. En julio de este año, la III Sesión Plena del XX Comité Central del Partido Comunista de China realizó una planificación estratégica en torno a una mayor profundización de reformas y la promoción de la modernización china, que no solo abrirá un nuevo y amplio espacio para el futuro desarrollo de China, sino que también brindará infinitas oportunidades de cooperación para todos los países del mundo.

La modernización china, con el desarrollo de alta calidad como requisito esencial, es una garantía importante para la prosperidad mundial. En el primer semestre de este año, el PIB de China creció un 5% interanual, contribuyendo con alrededor del 30% del crecimiento global; consolidándose así como un estabilizador y una potencia motriz principal para la economía global. Mientras tanto, buscamos un desarrollo de alta calidad impulsado por la innovación, que enfatiza el equilibrio, la sostenibilidad y la convivencia social, satisfaciendo de mejor manera las crecientes demandas del pueblo por una vida mejor. Al eliminar históricamente la pobreza absoluta y con la modernización de 1.400 millones de personas, China se convertirá en el mercado de consumo más masivo y de mayor crecimiento, ofreciendo enormes oportunidades de mercado para todo el planeta.

La modernización china, marcada por la apertura, es una importante fuerza motriz que promueve la globalización económica. La III Sesión Plena decidió que China eliminará por completo las restricciones de acceso al capital extranjero en el sector manufacturero y ampliará de manera ordenada la apertura de los mercados de bienes, servicios, capital y mano de obra. China expandirá gradualmente la apertura basada en normas y conectará proactivamente con las reglas internacionales de más alto nivel en comercio y economía. Además, China busca crear un entorno institucional estable y predecible, y ampliar la red de zonas de libre comercio de alto nivel a escala global. Sin duda, todos los países del mundo obtendrán más y mejores beneficios en su cooperación con China.

La modernización china, que aboga por el concepto de consultas extensivas, contribución conjunta y beneficios compartidos, es un importante referente para la cooperación internacional de beneficio mutuo. China cree que un beneficio no es bueno si no es para todos. Semejantemente, en América Latina hay un proverbio que dice: “Si caminas solo, llegarás rápido; si caminas acompañado, llegarás lejos”. Mediante la construcción de la Franja y la Ruta, el comercio de bienes entre China y los socios de la Franja y la Ruta se ha duplicado en los últimos 10 años, creando más de 400 mil empleos locales. La biblioteca de proyectos bajo la Iniciativa para el Desarrollo Global ya tiene más de 1.000 proyectos, con 14.000 millones de dólares recaudados. Se han llevado a cabo más de 1.000 programas de capacitación destinados a los países en desarrollo, entrenando a más de 40.000 personas de diversas especialidades. Además, en el reciente Foro de Cooperación China-África, China anunció que desplegará junto con África diez acciones de asociación. También trabajaremos con todos los países del Sur Global en la búsqueda del sueño de modernización y en la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.

La modernización china, caracterizada por la convivencia armoniosa entre el ser humano y la naturaleza, es un valioso recurso de la humanidad en la protección de nuestro hogar común, el planeta Tierra.

Aquí me gustaría compartir una experiencia personal. Hace un mes visité la provincia de Qinghai, conocida como fuente de tres ríos y torre de agua de China. Allí aprendí que Qinghai, al considerar la protección ecológica como su mayor valor, responsabilidad y potencial, mientras restauran y protegen el medioambiente, la flora y la fauna silvestres, han explorado un camino de desarrollo “turquesa” que combina la industria de energía fotovoltaica, que usan paneles azules, con la agricultura orgánica verde. Por ejemplo, Qinghai ha utilizado solo una milésima parte de su área desértica para construir plantas de energía fotovoltaica, pero ha logrado que la energía limpia represente un 93% de la capacidad instalada y además de satisfacer el 80% de la demanda interna, ha podido transmitir una gran cantidad de electricidad verde a otras provincias, ayudándolas a reducir 4.400 toneladas de emisiones de carbono. Al mismo tiempo, Qinghai ha establecido bases de procesamiento de productos agrícolas, ganaderos y pesqueros orgánicos, las que se han convertido en una fuente importante de ingresos para los agricultores. Cabe concluir que Qinghai ha tenido una transformación trascendental, pasando de ser una provincia con montañas áridas y economía subdesarrollada a ser una provincia con montañas más verdes, aguas más claras y tener gente que vive más felizmente.

El caso de Qinghai es un reflejo de toda China. En las últimas dos décadas, China ha plantado más árboles que el total de todos los demás países, contribuyendo con una cuarta parte del aumento global de áreas verdes. China ha establecido la cadena industrial de energía renovable más grande y completa del mundo, y desde 2012, el consumo de energía por unidad de PIB ha disminuido un 26%. Además del desarrollo verde propio, China proporciona el 70% de los componentes fotovoltaicos, el 60% de los equipos de energía eólica y el 60% de los vehículos eléctricos del mundo. Solo en 2023, las exportaciones de productos eólicos y fotovoltaicos ayudaron a los demás países en el mundo a reducir 810 millones de toneladas de emisiones de carbono. En la última década, los costos promedios de la energía eólica y solar a nivel mundial han disminuido en un 60% y 80% respectivamente, y una gran parte de esa reducción de costo se debe a la contribución de China.

La modernización china, que persigue la noble causa de la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad, es una fuerza importante para salvaguardar la equidad y la justicia internacional. China sigue invariablemente la política exterior de paz independiente y busca cooperaciones amistosas con el resto del mundo sobre la base de los cinco principios de coexistencia pacífica. China aboga porque todos los países, sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, pobres o ricos, sean miembros igualitarios de la comunidad internacional; y que la gobernanza global debería realizarse a partir del concepto de consultas extensivas, contribución conjunta y beneficios compartidos. China aboga por un mundo multipolar de igualdad y orden, y por una globalización inclusiva y equitativa. Con la implementación de la Iniciativa para la Seguridad Global, China está dispuesta a trabajar con la comunidad internacional para construir un mundo de paz duradera y seguridad universal. Con la implementación de la Iniciativa para la Civilización Global, China promueve la cooperación entre diferentes países y civilizaciones para enfrentar juntos los desafíos globales, defendiendo la igualdad, la mutua apreciación, el diálogo y la inclusión entre las civilizaciones. China está dispuesta a estrechar los intercambios culturales con todos los países, fortalecer la amistad entre los pueblos y promover los valores compartidos por toda la humanidad: la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad.

Señoras y señores,

Chile ha sido un testigo importante del crecimiento y fortalecimiento de la República Popular China. En 1952, el entonces senador y expresidente Salvador Allende, el poeta Pablo Neruda, el pintor José Venturelli, entre otras personas eminentes, fundaron el Instituto Chileno Chino de Cultura, la primera organización civil de amistad con China en América Latina, que fue un pionero que buscaba la amistad entre Chile y China. En 1970, los líderes de ambos países tomaron la histórica decisión de establecer relaciones diplomáticas, haciendo de Chile el primer país en el continente latinoamericano en tener lazos diplomáticos con la República Popular China. A lo largo de 54 años de relación diplomática, profundizar la amistad y la cooperación ha sido un consenso compartido por todos los sectores de ambas sociedades, y las relaciones bilaterales se han convertido en un referente de cooperación y solidaridad entre los países en vía de desarrollo.

El año pasado, el presidente Gabriel Boric participó en el III Foro de la Franja y la Ruta y realizó una visita de Estado a China, donde ambos mandatarios alcanzaron importantes consensos para fortalecer las relaciones bilaterales y presenciaron la firma de varios acuerdos de cooperación en áreas como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, cooperación de desarrollo, inversión industrial, economía digital, innovación tecnológica, entre otras. En marzo de este año, el presidente Boric nuevamente fue testigo de la firma del protocolo para la exportación de almendras sin cáscara chilenas a China, lo que convirtió a Chile en el único país que tiene todas sus frutas frescas aprobadas para ingresar a China. En la última temporada, las exportaciones de cerezas chilenas a China marcaron un nuevo récord. La Línea 7 del Metro de Santiago está avanzando en su construcción a cargo de una empresa china. CEME1, el mayor proyecto fotovoltaico en Chile, que fue construido también por una empresa china, provee energía limpia a 500.000 hogares chilenos, reduciendo 280.000 toneladas de emisiones de carbono al año. Además, cada día hay más autobuses eléctricos de marcas chinas que contribuyen a la reducción de emisiones del transporte chileno.

Las relaciones entre China y Chile no se limitan solo al comercio. Los dos países también forman una comunidad de futuro compartido de enriquecido contenido de cooperación y una sólida base de apoyo popular. Tras el megaincendio en la V región en febrero pasado, el presidente Xi Jinping envió a primera hora un mensaje de condolencias al presidente Boric. El gobierno chino, la comunidad china en Chile y las empresas chinas brindaron diversas ayudas de emergencia a las zonas afectadas. Con ello también hay que mencionar que recientemente, el gobierno chileno expresó sus condolencias a China por los daños causados por el tifón “Yagi”, demostrando la solidaridad y la amistad entre ambos países en los momentos difíciles. Solo dentro de este año, entre ambos gobiernos, instituciones legislativas, ciudades hermanas, universidades y think tanks, se han tenido estrechos intercambios y cooperaciones en materia de amplios temas de interés común como la prevención y reducción de desastres, la protección de los derechos humanos, la seguridad minera, la digitalización rural, la protección de humedales, entre otros. El movimiento de personas entre ambos países sigue creciendo, el interés por aprender el idioma chino continúa en aumento y las actividades culturales entre ambos pueblos son cada vez más diversas y vibrantes.

Me complace mucho ver que, después del programa “New Energy Talents” en el que 20 universitarios chilenos vivieron una pasantía en China el año pasado, recientemente hubo otros 10 estudiantes chilenos de carreras técnicas STEM que viajaron a China en el marco de la beca de Formación Digital Huawei-Mineduc. El pasado mes de agosto, varios equipos de las universidades chinas y chilenas participaron en el proyecto Desafío Juvenil China-Latinoamérica para la Reducción de la Pobreza, un espacio donde jóvenes talentos presentaron soluciones para la reducción de la pobreza global. Estos casos ilustran vívidamente que el futuro pertenece a los jóvenes, y que el testigo de la carrera de relevos de la amistad China-Chile lo tomará la nueva generación con altas aspiraciones, responsabilidades y espíritu emprendedor. Sin ninguna duda, ¡la amistad entre China y Chile continuará floreciendo y prosperando!

Ahora, propongo un brindis:

Por la amistad duradera de generaciones,

Por la prosperidad y bienestar de ambos pueblos,

Y por la salud de todos los invitados y sus familias,

¡Salud!