El gesto político de Bachelet para reforzar sentido de unidad y desechar división en el progresismo y la izquierda

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Logró llevar a la Fundación Horizonte Ciudadano a Gonzalo Winter, Carolina Tohá, Jeannette Jara, Jaime Mulet, Paulina Vodanovic y Vlado Mirosevic. En el encuentro afirmó una idea central, de que “el sector puede construir un proyecto común”, es decir, puede haber sendero común. Sostuvo que “si somos capaces de dar una primaria, si somos capaces de tener un proyecto común, también somos capaces de asegurar gobernabilidad en un próximo gobierno”. Probablemente, saltándose un posible debate en televisión o radio, esta será la única ocasión en que se sienten en la misma mesa todas y todos los candidatos presidenciales del oficialismo.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 14/4/2025. Lógico que no fue una invitación meramente formal, para tomar café y decirse palabras agradables.

Está implícitamente claro que la expresidenta Michelle Bachelet Jeria citó a las candidatas y candidatos de partidos socialdemócratas, liberales, progresistas y de izquierda en la sede de su Fundación Horizonte Ciudadano para insistir en la necesidad de que el oficialismo continúe unido y desechar cualquier camino de división en el sector.

Tanto así, que incluyó al presidente de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, posible candidato presidencial de esa colectividad, quien no quiso asistir y mandó la excusa de que no estaba en Santiago.

Pero Bachelet sí tuvo respuesta positiva de las candidaturas de su sector, porque ninguna se iba a quedar fuera o dar una señal de distanciamiento ante un llamado de la exmandataria, ninguna iba a mirar para el lado frente a una convocatoria de Michelle Bachelet que tenía y tuvo efecto político, electoral y comunicacional.

Así que a la sede de la Fundación en Ñuñoa llegaron las candidatas y candidatos presidenciales Carolina Tohá (Partido Por la Democracia), Paulina Vodanovic (Partido Socialista), Gonzalo Winter (Frente Amplio), Jeannette Jara (Partido Comunista, apoyada además por Acción Humanista), Vlado Mirosevic (Partido Liberal) y Jaime Mulet (Frente Regionalista Verde Social). Nadie del Partido Radical porque decidieron respaldar a alguna o algunos de los ya nominados.

De paso, volvió a quedar en claro quién tiene hoy el liderazgo en las fuerzas oficialistas.

Una frase sintetizó una idea central de la expresidenta respecto al presente y futuro de las fuerzas aliadas: “El sector puede construir un proyecto común”. Es decir, puede haber sendero común.

Eso incluye pensar en un futuro Gobierno de una coalición donde estén socialdemócratas, liberales, progresistas y sectores de izquierda, pensar en un programa común y en unas primarias que sirvan a todas las fuerzas y no dejen maltratadas y maltratados en el camino.

Es así que planteó que “estábamos conscientes de que esto es súper importante, porque eso significa, si somos capaces de dar una primaria, si somos capaces de tener un proyecto común, también somos capaces de asegurar gobernabilidad en un próximo gobierno”.

Michelle Bachelet abundó: “Yo creo que la primaria es algo más democrático, que es una manera en que los ciudadanos puedan realmente escuchar, conocer a los candidatos que a lo mejor no conocen y poder tomar las mejores opciones”.

Fue más allá, e indicó que “a todos les hablé y los convoqué a que estas primarias fueran primarias abiertas, transparentes, y no sé si la palabra buena onda suena muy hippie, pero en el sentido de que sea lo más respetuoso para la ciudadanía”. Es decir, unas primarias que no sean políticamente fratricidas, sino que ubicadas en un rumbo de no quiebre y que sólo llegue a marcar diferenciaciones entre las candidaturas.

No es descartable que en los medios convencionales salgan filtraciones de esta reunión o las versiones de las candidatas y candidatos, como tampoco lo es que todas y todos vayan a confirmar la tesis de la unidad, del respeto, de primarias amigables.

Quizá desde los equipos se quiera instalar cómo Bachelet trató a tal o cual candidata o candidato. En todo caso, la puesta en escena incluyó colocar cerca de la exmandataria a las tres mujeres candidatas, a sus costados a las dos de Socialismo Democrático, y en el resto de la mesa a los candidatos varones.

La propia expresidenta hizo ver  a la prensa que “el espíritu de la reunión era de decir ‘mira, aquí nosotros tenemos algunas diferencias, pero también tenemos muchas cosas en común en términos de un proyecto país’”.

En definitiva, la intención política de apuntalar la unidad del actual oficialismo, de mantenerlo cohesionado en torno de un programa común, de consolidar la idea de un conglomerado del sector y quizá hasta tratar de incidir en que haya una sola lista parlamentaria.

Eso incluye el análisis que, dicen algunas fuentes, se hace en equipos o personas que trabajan con Bachelet, de que la derecha y la extrema derecha se muestran divididas, en pugnas, llamados que no cuajan y que habría que presentar un contrapunto unitario desde el oficialismo.

Por lo demás, el encuentro citado por la exmandataria se dio en medio de versiones de que desde su sector habría quienes promoverían dos primarias -PS-PPD-DC-PR-PL- y otra PC, FA y AH, y también en medio de la instalación de un problema con Tohá-Vodanovic “que dividiría a Socialismo Democrático” en beneficio, en concreto, de Jeannette Jara. Se llega a hablar de que el PS y el PPD podría negociar “algo” y quedar con una sola candidatura.

Según especulaciones y versiones extraoficiales, Michelle Bachelet habría querido incidir para despejar esos escenarios, reforzar la primaria unitaria del oficialismo (que gana la mejor o el mejor) y distender otras situaciones.

Como sea, probablemente, saltándose un posible debate en televisión o radio, esta será la una única ocasión en que se sienten en la misma mesa todas y todos los candidatos presidenciales del oficialismo.