Las advertencias de Alvin Holsey, jefe del Comando Sur del Ejército estadounidense sobre el uso del Estrecho de Magallanes, el despliegue de naves militares y miles de marines por zonas de la región, la “recompensa” por ayudar a “la captura” del Presidente de Venezuela, la subida de aranceles afectando a países latinoamericanos, el aumento de medidas contra Cuba, el asedio contra México, la excusa del “combate” al crimen organizado y el narcotráfico para meter tropas militares en territorios de otras naciones, son hechos y anuncios que marcan la agenda del gobierno de Estados Unidos hacia la región.
“El Siglo”. El Editorial. Santiago. 23/8/2025. En las últimas semanas se produjeron episodios y declaraciones desde entidades oficiales de Estados Unidos en cuanto a América Latina y El Caribe que no se deben pasar por alto y sobre lo cual hay que poner mucho ojo.
Las advertencias de Alvin Holsey, jefe del Comando Sur del Ejército estadounidense sobre el uso del Estrecho de Magallanes, el despliegue de naves militares y miles de marines por zonas de la región, la “recompensa” por ayudar a “la captura” del Presidente de Venezuela, la subida de aranceles afectando a países latinoamericanos, el aumento de medidas contra Cuba, el asedio contra México, la excusa del “combate” al crimen organizado y el narcotráfico para meter tropas militares en territorios de otras naciones, son hechos y anuncios que marcan la agenda del gobierno de Estados Unidos hacia la región.
Una agenda constatablemente injerencista, belicista, amenazante y desestabilizadora.
Esas pautas que salen de la Casa Blanca, el Pentágono, el Departamento de Estado y otras instituciones estadounidenses generan -al contrario de lo que afirman sus representantes- inseguridad, conflictos y tensión.
Lo peor es que todo ese comportamiento puede traer graves consecuencias en América Latina y El Caribe y que, en estas semanas, genera cuadros de mucha tensión y preocupación.
Es decir, vuelve a ser evidente que las políticas de Estados Unidos hacia el continente son amenazantes, dañinas, interventoras y desestabilizadoras. Ese país no contribuye a la paz, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo en la zona.
Deberán estar atentos los gobiernos, las Fuerzas Armadas locales, las fuerzas democráticas y los movimientos sociales de la región ante estas acciones y posturas de Estados Unidos para no caer en actitudes ingenuas, pasivas y dóciles. Se requiere levantar posiciones de rechazo y enfrentamiento frente a lo que está haciendo Estados Unidos contra la región.