EL EDITORIAL. La alternativa entre lo gris y lo peligroso y la transparencia y la tranquilidad

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La candidatura del postulante de la extrema derecha está representando lo gris, lo peligroso, lo oculto, la intolerancia, la amenaza, la sorpresa maligna. La candidata del progresismo y la izquierda está representando la transparencia en las propuestas y medidas a tomar, la posibilidad de diálogos y acuerdos, la certidumbre de lo que vendrá, la estabilidad y la paz social.

“El Siglo”. El Editorial. Santiago. 13/12/2025. No hay sólo un tema de alternancia en el gobierno respecto al resultado de la segunda vuelta presidencial de este domingo. Hay un tema de proteger al país y de garantizar que, en diversidad, con tolerancia, se puede seguir caminando -lo más importante- hacia el mejor bienestar de las familias chilenas en todos los aspectos de la vida.

Sobre esto se cierne un peligro. La candidatura del postulante de la extrema derecha que está representando lo gris, lo peligroso, lo oculto, la intolerancia, la amenaza, la sorpresa maligna.

Unos pocos ejemplos de lo anterior, porque quien indague puede descubrir más. Uno de sus voceros dijo que no dirán ahora dónde harán los recortes de gastos públicos porque eso paralizaría e incendiaría el país; el mismo candidato amenazó a los comunistas de que tienen que “portarse bien” en su gobierno, sino…; oculta su postura respecto a qué pasará con los derechos de las mujeres y los jóvenes; anuncia reducción de empleos en el sector público, terminar con indemnizaciones de trabajadores por años de servicios, quitar jornada laboral de 40 horas semanales en algunos segmentos; privilegiar a grandes empresas y consorcios con rebajarles los impuesto, pero a la gente no le quitará el impuesto al IVA a productos básicos y promete el camino del autoritarismo y la guerra para acabar (en teoría) con la migración y la delincuencia.

En este marco, hay una opción de esperanza y tranquilidad. La candidata del progresismo y la izquierda está representando la transparencia en las propuestas y medidas a tomar, la posibilidad de diálogos y acuerdos, la certidumbre de lo que vendrá, la estabilidad y la paz social.

Ella, por dar ejemplos, ha planteado que defenderá y promoverá derechos sociales para todos los sectores de la sociedad, incentivará contar con un sueldo vital de 750 mil pesos y garantizará los derechos laborales de trabajadores del sector público y privado, quitará el IVA a las medicinas y tendrá una postura adecuada respecto a los impuestos de los más ricos del país; indicó que chilenas y chilenos merecen vivir en tranquilidad y no ha llamado a ningún grupo político a “portarse bien” evitando tonos de intolerancia, está comprometida con avanzar en mejores condiciones para mujeres y jóvenes, planteó el “pie cero” para que jóvenes trabajadores accedan a una vivienda, llamó al respeto cívico y defender la convivencia democrática, y ha sostenido que frente a la migración ilegal y la delincuencia hay que actuar con severidad e inteligencia.

Obviamente hay no sólo dos miradas sino dos formas de ver al país y las medidas a tomar para un avance progresista, sino dos concepciones del tipo de sociedad que se quiere construir y cómo se concibe la convivencia entre chilenas y chilenos. En eso incluso, los proyectos que se ponen sobre la mesa, al final de cuentas apuestan a mayor desestabilización y amenaza a la paz social y la gobernabilidad por parte del postulante de la extrema derecha, o a continuar con un clima de sana convivencia, respeto y tolerancia, paz social, gobernabilidad, derechos y progreso, la estabilidad con la posibilidad del diálogo y el acuerdo, por parte de la candidata del progresismo y la izquierda.

Se juegan, así, dos visiones y dos propuestas muy distintas este domingo y en ello radicará con mucho el futuro próximo del país.